Prosigue en Graus la búsqueda del joven desaparecido en las aguas del Ésera

Las labores de búsqueda se han complicado por las tormentas de los últimos días.

Labores de búsqueda este pasado domingo por la mañana.
Labores de búsqueda este pasado domingo por la mañana.
Guardia Civil

Seis días después del accidente en el que el joven Ismael García desapareció en el Ésera al caer el coche que conducía a las aguas del río a la altura de la zona polideportiva de Graus, el operativo organizado para su búsqueda prosigue incansable sin que, de momento, haya dado el resultado esperado.

Y eso que no se están ahorrando medios y esfuerzos ya que se encuentran sobre el terreno catorce efectivos de la Guardia Civil –tres patrullas de Graus y otras tantas de Benasque- y siete buzos –tras los tres que se incorporaron este jueves procedentes de Madrid que han aportado también un sonar para rastrear los fondos- del GEAS que están siendo apoyados por los bomberos ribagorzanos y por un grupo de voluntarios grausinos que, en coordinación con la Benemérita, peinan las orillas del Ésera tanto desde las riberas como, en piragua, desde el propio río. Por otra parte, este viernes se espera la contestación a la demanda de poder contar con un perro especializado en el rastreo en el agua.

No obstante, los trabajos de búsqueda del joven desaparecido, ya de por sí extremadamente dificultosos, se ven en estas últimas horas complicados todavía más por las tormentas de notable intensidad caídas en las jornadas de este jueves y este miércoles en distintas zonas de las cuencas del Ésera y del Isábena que han incrementado en gran medida el caudal de unos ríos ya de por sí anormalmente crecidos para lo que es habitual en esta época del año por las consecuencias de un deshielo pirenaico muy tardío.

El capitán Arturo Notivoli, responsable del operativo de búsqueda, señala que esta madrugada el caudal del Ésera en Graus pasaba de los 50 metros cúbicos por segundo a los 105 y que, aunque en las últimas horas ha descendido algo, sigue siendo muy intenso, lo que supone una dificultad añadida para la búsqueda del desaparecido. "Otro problema en estas últimas horas –explica- es que si en condiciones normales los buzos tenían en sus inmersiones una visibilidad de unos 30 centímetros como máximo, ahora mismo es totalmente nula por la turbidez de las aguas ocasionada por la tormenta".

Por ello, los buzos están realizando inmersiones esporádicas y se está centralizando principalmente el rastreo en la zona de superficie y en las orillas del río en una amplia zona que va desde el lugar del impacto del vehículo la tarde del pasado sábado hasta la presa de Barasona con el convencimiento de que la avenida tiene que haber movido los fondos y posiblemente haya podido desplazar algún indicio que ayude a los integrantes del operativo en su trabajo. Y, en estas condiciones, vuelve a ser muy importante la utilización del helicóptero de rescate desde el que se está sobrevolando el área en cuestión para, por un lado, tener una vista de conjunto desde lo alto y, por otro, mover con las aspas la ahora mismo muy densa vegetación de las orillas para intentar así acceder visualmente a zonas a las que muy difícilmente se puede llegar de otra manera.

La acumulación de vegetación, árboles arrastrados por el río y maleza en el fondo del tramo en el que se está trabajando es otra dificultad añadida para el operativo de búsqueda del joven desaparecido y está ocasionando más de un susto. Como apunta el capitán Notivoli, este jueves uno de los buzos que rastreaba el río se quedó enganchado con unas ramas del fondo y se vivieron momentos de enorme tensión hasta que logró desasirse.

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