Raquel D., asesinada

Un nuevo crimen machista muestra que es urgente poner en marcha las medidas acordadas para proteger a las mujeres.

Un hombre de 39 años mató ayer a su pareja, de 37, en Zaragoza y después se entregó a la Policía. El primer asesinato por violencia machista de este año en Aragón obliga a que el nuevo Gobierno sea más activo en la aplicación del pacto de Estado aprobado en septiembre del año pasado.

La pareja formada por Raquel D. y David P. no había iniciado los trámites de separación ni tampoco se habían registrado denuncias por malos tratos. Al menos, así se informó desde la Delegación de Gobierno. Sin embargo, una brutalidad inusitada llevó al hombre a estrangular a la mujer. Estas circunstancias plantean la necesidad de aplicar con la máxima celeridad los protocolos de detección precoz y declaración de la condición de víctima previstos en el pacto de Estado, especialmente los relativos a la colaboración de los servicios sanitarios. Son una más de las muchas medidas que todavía hay que poner en marcha, pues, de las 217 previstas, buena parte todavía no tienen ni calendario de ejecución ni dotación presupuestaria. Está claro que el año 2018 está suponiendo un punto de inflexión en la movilización social contra el machismo, la desigualdad de género y la violencia contras las mujeres. Así lo han puesto de manifiesto las multitudinarias manifestaciones del 8 de marzo y en contra de la sentencia y liberación de los cinco miembros de la Manada. Esta concienciación ciudadana tiene que servir para hacer frente de forma más decidida a la violencia de género, que se ha revelado como un fenómeno resistente que hay que seguir combatiendo con más recursos y mejores estrategias educativas y preventivas, teniendo en cuenta que el problema no se limita a los asesinatos y malos tratos en el seno de la pareja. Esta es una lacra que obedece a patrones psicológicos y culturales muy arraigados que costará erradicar, pero lo importante es dar pasos concretos en la buena dirección.