Heraldo del Campo

Silos Canfranc celebra sus Bodas de Oro

Desde Canfranc y Alfajarín salen cada año miles de toneladas de cereales. De su almacenaje y distribución se ocupa esta empresa aragonesa.

El silo de Canfranc almacena el maíz procedente del sur de Francia.
El silo de Canfranc almacena el maíz procedente del sur de Francia.
Silos Canfranc

Además de la de estación de ferrocarril, una de las imágenes icónicas de la localidad oscense de Canfranc es la de una construcción destinada a almacenar el maíz de Francia. Se trata del silo que la empresa Silos Aragoneses de Canfranc, más conocida por su nombre comercial, Silos Canfranc, posee en la localidad altoaragonesa. Igual de icónica que la de Alfajarín (Zaragoza), donde tres depósitos de color oscuro y unas naves marrones conforman la sede central de una empresa que, en 2018, celebra sus bodas de oro.

Silos Canfranc lleva cinco décadas siendo uno de los principales distribuidores de cereales de España. Aunque arrancaron en el Arrabal de Zaragoza, el proceso de expansión de la capital aragonesa les llevó a trasladarse a sus actuales instalaciones en Alfajarín a principios de la década de los 70.

En la actualidad, la empresa da trabajo a 15 personas. Cinco trabajan en Canfranc y las otras diez restantes en la sede de Alfajarín, que casi nació a la vez que la sociedad. El silo de Canfranc se terminó en 1987 y empezó a funcionar en 1992.

«Las instalaciones del Pirineo surgieron con motivo de la entrada de España en la Unión Europea. Hasta entonces existía un contrato con Estados Unidos por el que España debía importar dos millones de toneladas de maíz. Con la entrada en la UE se supuso que el maíz empezaría a llegar de Europa, concretamente de Francia. En el año 91 se comenzó a importar maíz francés», explica el gerente de Silos Canfranc, Luis Encabo.

En la localidad zaragozana de Alfajarín, Silos Canfranc cuenta con 13.500 metros de naves que podrían albergar hasta 45.000 toneladas de un solo producto. Trabajan en dos líneas, el cereal convencional y el ecológico. En el primero de los casos, la empresa se abastece de cereal nacional procedente de Aragón y Navarra.

En lo que respecta al cereal ecológico «somos uno de los operadores más grandes de España», incide el director de Compras y Ventas de Silos Canfranc, José Martínez. «Compramos cereal en toda España (Córdoba, Burgos…) y lo exportamos a Francia, Italia y Alemania». Así pues, el movimiento de cereales en Silos Canfranc es de doble dirección. «Somos importadores de Francia de maíz por camión o tren y de trigo harinero de alta calidad. Y, por otro lado, exportamos producto ecológico», añade Martínez.

Las diferencias en el tratamiento del cereal ecológico y el convencional son «totales». Requiere unos controles máximos para evitar su contaminación antes de la entrada en el silo y de su compra definitiva. «Controlamos su trazabilidad, que es algo documental y, aunque no es obligatorio, analizamos todas las partidas de cereal ecológico. Se analizan hasta 500 sustancias activas (plaguicidas…)», detalla el director de Compras y Ventas de Silos Canfranc.

Las muestras se mandan a un laboratorio certificado. «Empezamos con esto por nuestros clientes y al final lo hacemos por nuestra propia seguridad», admite Martínez. Además, la trazabilidad permite identificar a qué productor pertenece una partida que pudiera estar estropeada. Tanto en el transporte de entrada como de salida se exige que el camión se lave antes de cada viaje. Se toman muestras de cada camión. Los cereales ecológicos tienen que almacenarse en naves exclusivas y los instrumentos de manejo han de ser exclusivos.

De hecho, el cereal ecológico es una de las tres líneas de trabajo clave de Silos Canfranc. Las otras dos son la especialización en trigo duro y el impulso del transporte de cereales por ferrocarril. «De momento lo que queremos es mantener la actividad. No descartamos iniciar alguna otra línea de negocio, pero lo importante es especializarse. Nuestra especialización ha venido por el control de calidad, tanto en productos ecológicos como en el trigo. Esto hace que, de alguna manera, nos distingan del resto», explica Luis Encabo.

El tren, transporte clave

Al no haber desde Francia comunicación directa por tren, el silo de Canfranc recibe mercancía en camión de un radio de 100 o 150 kilómetros a la redonda de la localidad pirenaica. Ese maíz se lleva en camión al silo y se carga en ferrocarril. Son camiones dedicados exclusivamente al silo. Es un transporte costoso porque se mueve por carreteras de montaña y uno de los viajes siempre es en vacío. Al silo ubicado en Canfranc llega maíz de clase A, no transgénico, para alimentación humana.

El tren fue durante décadas el principal medio de transporte de cereales. «Llegamos a tener 25 destinos ferroviarios posibles», recuerda Encabo. El silo de Canfranc preveía abastecer a toda la zona centro. «Fueron surgiendo grandes clientes hasta el punto de que a algunos se les llegaban a servir hasta 200.000 toneladas en un año. Desde Canfranc se mueven en cada tren hasta 850 toneladas. A veces hemos movido cinco o seis trenes, lo que supone una barbaridad», añade el gerente de Silos Canfranc.

Pero Renfe comenzó a hacer recortes y a cerrar vías secundarias, eliminar apartaderos… Además, a todo ello hubo que sumar la competencia de mercados internacionales con entradas vía puerto y distribución en camiones que resultaban ser más competitivas.

No obstante, hubo un intento de resucitar el movimiento de cereales por tren. A primeros de la década de los 2000, Renfe intentó crear un ‘pool’ de tolvas para gestionar conjuntamente los vagones en base a alguna teórica mayor eficiencia, pero no resultó. Desde 2008, el precio del camión descendió y es más competitivo el camión que el tren.

Mercado global

Pese a la implantación de Silos Canfranc en el propio territorio, sus miras están puestas, cada día, al minuto, en lo que sucede en todo el mundo porque las evoluciones del precio del cereal vienen dadas por circunstancias globales. De hecho, es en Chicago (Estados Unidos) donde se marca la tendencia de precios mundiales del cereal. «Cada año hay que valorar las circunstancias de todo el planeta», concluye Encabo.

Adaptación, seguridad y consenso
Una trayectoria tan dilatada requiere en cualquier actividad empresarial de una serie de factores que son los que permiten la continuidad de las empresas. En el caso de Silos Canfranc, estas claves tienen como pilares la adaptación, la seguridad y el consenso en la toma de decisiones.

«La capacidad de adaptación ha sido clave», afirma el gerente de Silos Canfranc, Luis Encabo. «En 50 años ha habido diferentes entornos económicos y políticos que han requerido de gran flexibilidad. El mercado es ahora abierto. Antes era muy local y, tras la entrada en la Unión Europea, ha pasado a ser mundial. Aunque antes era más fácil, porque no había tanta competencia. La competencia nos hace ser más eficientes, pero lo ideal sería que fuera en igualdad de condiciones», añade.

A esta capacidad de adaptación se añaden unos sólidos principios y valores. «Independientemente de que el objetivo sea ganar dinero, como empresa que somos, tenemos claro que ese beneficio pasa por un comportamiento ético en los negocios. Esto ha hecho que tanto nuestros proveedores y clientes confíen en nosotros cada año», asegura Encabo.

«Conocemos el campo. Llevamos 50 años sumergidos en el campo y nos gusta», matiza José Martínez. No obstante, la empresa atravesó un momento clave con la entrada de España en la Unión Europea. Este hecho «nos obligó a abrirnos, a conocer aspectos que van más allá del propio terreno», explica el gerente.

«Por ello intentamos estar bien asesorados tanto en temas agrarios como en materia comercial. Cada año hay novedades, nuevas normas, métodos de comercialización… que hacen que cada campaña sea diferente. Implica estar siempre con la máxima atención y al tanto de todas las novedades», añade Martínez.

Consenso para avanzar

El consenso es otro de los pilares que les han hecho avanzar durante este medio siglo. «Todas las decisiones se toman por consenso. Todos tenemos derecho a discrepar, a opinar… y todas las opiniones se tienen en cuenta. Eso enriquece la actividad y ayuda a entender un mercado que es muy complejo y que tiene muchas oscilaciones», incide Luis Encabo.

Otro valor clave es la búsqueda de la seguridad en las cuestiones comerciales. «Trabajamos en posiciones cortas, no especulamos». Esta seguridad se traslada a todos los campos. «Tenemos incluso un seguro de cobro, lo que significa que nuestros proveedores pueden estar tranquilos en ese sentido. Tenemos nuestras instalaciones aseguradas… Es algo que nos obsesiona», señalan.

Para conmemorar estas Bodas de Oro, la compañía Silos Canfranc celebró un acto para sus proveedores financieros, asesores, auditores… que consistió en una charla de dos especialistas del sector, uno de Chicago y otro de Barcelona.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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