El Tribunal de Cuentas cuestiona el sobrecoste del 110% en las obras de Yesa

Los trabajos se adjudicaron en el año 2000 por 113,5 millones y en 2017 superaban los 253 millones.

Obras del recrecimiento de Yesa.
El Tribunal de Cuentas cuestiona el sobrecoste del 110% en las obras de Yesa
Francisco Jiménez

Más de 140 millones de euros de sobrecoste acumulan las obras del recrecimiento de Yesa, un embalse cuya capacidad no ha variado en los doce últimos años. El Tribunal de Cuentas, en su último informe, critica con dureza estos trabajos y los incluye como un ejemplo en el que "la existencia de defectos o carencias en los proyectos iniciales, la falta de previsión o la ausencia de estudios ha ocasionado su alteración sustantiva en cuanto a su ritmo de ejecución, su coste final o su rentabilidad social en términos de satisfacción del interés público al que debe responder".

El órgano fiscalizador recuerda que el contrato de las obras se adjudicó en el año 2000 por 113,5 millones de euros, con un plazo de ejecución de 55 meses, y en 2017 se habían ejecutado trabajos por valor de 253,5 millones de euros, un 110% más. También critica que desde 2005, año en el que estaba previsto que finalizara la obra, "la capacidad del embalse es la misma que antes de iniciarla". Desde el Ministerio de Medio Ambiente, ahora de Transición Ecológica, no quisieron valorar el informe porque aún no lo han recibido de forma oficial.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en sus alegaciones, trató de justificar a qué se debe el sobrecoste y la dilación en el tiempo de sus obras, unos argumentos que el Tribunal de Cuentas considera "que no hacen sino confirmar lo expuesto en el informe". Y va más allá al sostener que el organismo de cuenca "omite en su explicación la referencia a algunas obras y servicios adicionales vinculadas a este proyecto que, sin embargo, constan en el Tribunal de Cuentas".

La CHE quiso dejar claro que en la tramitación de los expedientes de obras "no se ha testificado que hubiera deficiencias técnicas en la elaboración de este gran proyecto de infraestructuras". Informó, para justificarlo, de las tres modificaciones aprobadas en el proyecto y las causas que fueron incrementando el precio.

El primer cambio llegó pronto, en 2002, un año después de que se iniciaran los trabajos (mayo de 2001), y se aprobó para adaptar el trazado del desvío de la N-240 a la realidad urbana del pueblo de Yesa, como pedían los vecinos. Costó un millón de euros.

La segunda modificación se produjo dos años después (mayo de 2005) y elevó el contrato en 10,4 millones de euros por el tratamiento de los taludes, los desagües del fondo, la inclusión de una toma para el Canal de Bardenas, varias actuaciones en la margen izquierda del embalse y el sistema de control de la presa ya construida.

Pero fue el tercer modificado, el que se aprobó en junio de 2011, el que disparó el coste de la obra en más de 97 millones de euros (el 84%) por la inestabilidad del terreno, la declaración de nuevas figuras de protección ambiental y la adaptación de nuevas técnicas en la ejecución de obras. Se trataría, según la CHE, de unas modificaciones "adecuadas, que se deben a necesidades nuevas y a causas imprevistas que han sido convenientemente justificadas y desarrolladas en el proyecto".

El informe sitúa el fin de las obras más allá de octubre de 2020. Y en realidad se dilatarán aún más. La última previsión de la CHE es que los trabajos finalicen en noviembre de 2021 con una cuarta modificación que se está redactando ahora y que no supondrá más costes, según asegura. Y eso, como reconoce el organismo de cuenca, ha implicado que el contrato de asistencia a la dirección de obra se haya tenido que prorrogar hasta 2020 por 4,4 millones de euros.

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