Cada vez son más los españoles que deciden viajar al extranjero para aprender un segundo idioma. Las empresas valoran saber una segunda lengua, pero además, haber tenido una inmersión lingüística en el extranjero es un valor añadido. Ya no solo porque aprendes o refuerzas un segundo idioma, sino también porque vives experiencias que te hacen crecer tanto en el ámbito profesional como en el personal. Este uno de los principales motivos por los que muchos jóvenes deciden hacer las maletas e ir en busca de aventuras.

Según un estudio realizado por la startup española ‘GroPro Experience’, el 60% de los jóvenes que decide emprender una aventura fuera de nuestro país son mujeres de entre 23 y 25 años. Además, el 65% son jóvenes que están cualificados, poseen un grado universitario pero deciden cruzar las fronteras para poder mejorar el idioma y tener el primer contacto con el mundo laboral. Aunque en la mayoría de las ocasiones el trabajo no tiene que ver con lo que han estudiado, deciden aceptarlo ya que es una experiencia que les ayuda a reforzar el idioma.

La mayor parte de los jóvenes encuentra trabajo en sectores como la hostelería, la construcción, reparto a domicilio, ayudantes de cocina o cuidando a niños. Eso sí, estas experiencias profesionales suelen ser temporales. La mayoría de ellos se suele quedar hasta un máximo de dos años. El objetivo principal que buscan con esta inmersión es dar un giro a su carrera labora con las nuevas oportunidades que ofrece el país de destino, o mejorar su perfil profesional para que cuando regresen puedan encontrar mejores oportunidades laborales.

Según la agencia española, Australia es el destino preferido para la mayoría de estos jóvenes seguido de la ciudad canadiense de Vancouver. De hecho, el gobierno australiano aumentó el año pasado de 600 a 1.500 los visados ‘work and holiday’ para los españoles que quieren trabajar y vivir en el país.

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