¡Qué tiempos aquellos (anteriores a 2010) en los que los estudiantes de bachiller solo podían aspirar a sacar una nota media de 10 en la selectividad como puerta para su ingreso en la universidad!

En la prueba actual, la Evau (Evaluación para el Acceso a la Universidad) la nota tope para la admisión universitaria está en 14. Y cada vez son más los alumnos que optan por la posibilidad de mejorar su rendimiento y subir sus notas presentándose a la fase voluntaria de las pruebas.

De hecho, a los exámenes que se han celebrado este jueves, última jornada de la Evau de este año y dedicada precisamente a la fase voluntaria, se han presentado 5.894 jóvenes, el 99% del total de inscritos (cuya cifra alcanzó los 5.952).

De ellos, 5.462 (un 92% del total) son alumnos de segundo de bachillerato que se han inscrito este año por vez primera en la Evau y que, por tanto, se han examinado en los dos días pasados de la fase obligatoria.

A este elevado número, hay que sumar aquellos otros que habiendo aprobado la selectividad en la convocatoria pasada se presentan también este año a las pruebas de la fase voluntaria solo para subir nota. En este grupo se han apuntado 432 (el 7,5% del total).

Todos ellos se han examinando a lo largo de la mañana de este jueves de una serie de materias (pueden presentarse a un máximo de 4) que les servirán para elevar su nota media y poder tener así mayores posibilidades para entrar en la titulación soñada.

En resumen. Este es un fenómeno que va a más. La alta competencia que existe en este momento en todas las universidades para cursan las carreras más demandadas está disparando el número de jóvenes que se presentan a las dos fases de la Evau o que prueban al año siguiente de haberla hecho con las materias voluntarias para mejorar su nota.

El grupo de los que solo se examinan de la fase obligatoria ya es casi una rareza. Solo 58 estudiantes han decidido este año presentarse únicamente a esta parte de la Evau.

La vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza, Ángela Alcalá, reconoce que es una opción que ha ido en aumento desde 2010, año en el que cambió el sistema de admisión a la Universidad.

“Cada año va a más. Se incrementa el número de estudiantes que se han inscritos por primera vez y que hacen las dos pruebas porque aspiran a tener una buena nota de admisión a la universidad. Pero también está aumentando la cifra de los que ya hicieron la Evau y vuelven a presentarse a la fase voluntaria para subir nota, porque cada vez hay titulaciones más exigentes con notas de corte más altas”, afirma. “Para según qué grados hay una gran competencia y los estudiantes pelean por una décima de punto”, explica.

Esto no es una exageración. Basta con ver cómo quedaron el curso pasado las notas de corte en las titulaciones de la Universidad de Zaragoza.

El nuevo grado doble de Física y Matemáticas arrasó. Para ser uno de los diez privilegiados que lograron entrar había que tener como mínimo una nota de 13,254.

Las carreras englobadas en Ciencia de la Salud también exigieron notas altas, pero esto es ya habitual: para entrar en Medicina en Zaragoza se exigió 12,45 y en Huesca, 12,30. Fisioterapia quedó con una nota media de acceso de 10,17; Biotecnología,12,12; Enfermería, 10,58, Odontología, 11,12… En el curso 2017-2018, un total de 11 carreras universitarias de las que se cursan en el campus público pidieron para entrar una nota media superior al 10.

En la Universidad de San Jorge, el pasado curso, los grados de Enfermería y Fisioterapia tuvieron más demanda que oferta de plazas.

Desde la universidad privada se explica que ellos no tienen notas de corte como tal, su proceso de admisión es un poco diferente: “Los aspirantes tienen que hacer una prueba de orientación (ya ha habido cuatro y las próximas son el 21 de junio y el 10 de julio) y los alumnos que ya la hayan realizado, si formalizan la reserva de plaza tienen prioridad respecto a los estudiantes que hagan la prueba de admisión más tarde (lógicamente tienen que tener aprobado bachillerato y la Evau). En caso de concurrencia, es decir que haya más solicitudes que plazas, tienen preferencia los alumnos que, habiendo hecho la prueba el mismo día, tengan mejor nota”. El curso pasado solo hubo concurrencia, es decir, más demanda que oferta de plazas, en Enfermería y Fisioterapia.