Malestar vecinal en un barrio de Barbastro por problemas de inseguridad y de convivencia

La última reyerta entre dos familias ocurrida hace unas semanas en el centro del barrio San Hipólito en Barbastro y que generó alarma vecinal ha sido la gota que ha colmado el vaso de vecinos y partidos políticos de la oposición que reclaman al equipo de gobierno municipal que adopte las medidas necesarias para atajar un crónico problema de convivencia vecinal.

En la última reunión que los vecinos del barrio San Hipólito mantuvieron hace tres meses con el alcalde Antonio Cosculluela, este les informó de la correcta actuación de las fuerzas de seguridad, pidió calma a los vecinos ya que se trataba de un enfrentamiento entre dos familias y señaló que todavía estaba en curso la investigación.

Por su parte los partidos de la oposición, PP, Ciudadanos, PAR y Cambiar, mantuvieron una reunión con los vecinos y la asociación del barrio tras los enfrentamientos violentos y que motivaron un amplio dispositivo de efectivos de la Guardia Civil.

Ahora la oposición ha pedido al alcalde que convoque de forma urgente una junta de portavoces para tratar medidas y soluciones, y recibir explicaciones acerca del estado general y de convivencia de algunas zonas de este barrio, sobre todo la calle Joaquín Costa, la plaza de la Primicia y las calles adyacentes donde se suelen generar conductas incívicas por una parte de los vecinos que allí habitan.  "Ha habido intentos de tirones de bolsos, insultos a los viandantes, se cambia el aceite del coche en mitad de la calle, …", explicaba Luis Bautista, presidente de la asociación de vecinos a este periódico tras la reyerta ocurrida hace unas semanas. La sensación entre los vecinos es de que un grupo de personas tienen impunidad y actúan como "si el barrio fuera suyo. ¿Qué podemos hacer para vivir tranquilos y con normalidad?", se preguntan vecinos que no quieren dar su nombre por temor.

Este asunto ya fue abordado por el Foro Económico y Social que emitió un diagnóstico donde se planteaba algunas propuestas urbanísticas y hasta el equipo de Gobierno llegó a rebajar el impuesto a los comercios que asentaran en esa zona para revitalizar el barrio. Desde el PP propusieron como una de sus medidas estrella de su programa electoral trasladar la oficina de la Policía Local a la plaza de la Primicia. Desde la asociación de vecinos, su presidente considera que "no se trata de poner un policía en cada calle del barrio" y pide "diálogo para encontrar soluciones".

En el comunicado firmado por todos los grupos de la oposición y dirigido al alcalde señalan: "Estamos comprobando como últimamente está habiendo problemas de convivencia con algunas familias residentes en las mencionadas calles y zonas, una problemática, ya existentes con anterioridad, que no solo ha desaparecido, si no que se ha agravado".  "Este agravamiento –continúan- se debe, desde el punto de vista objetivo a que las actitudes incívicas y antisociales que desarrollan algunos miembros de esas familias se mantienen y se reproducen a diario, con enfrentamientos con el resto de vecinos, pequeñas reyertas y nulo interés por mantener la limpieza y el decoro mínimo de la calle. A menudo recibimos quejas de los vecinos y transeúntes en general, alertando del estado de deterioro, con suciedad acumulada, vehículos en estado de semiabandono y enseres personales con los que, de vez en cuando, se “adornan” las aceras dificultando el tránsito a quienes se “atreven” a circular por allí".

Los portavoces de todos estos grupos consideran "que las circunstancias son suficientemente importantes y graves para que se nos den explicaciones de las actuaciones y medidas que se están tomando desde Alcaldía", concluyen.