El Consejo Escolar de Aragón vota mañana en su plenario un informe en el que se pide la creación de un grupo de trabajo que estudie la posibilidad de implantar en la Comunidad aragonesa un calendario escolar totalmente diferente a los conocidos hasta ahora. Es una propuesta que los sindicatos educativos han llevado reiteradamente a la Administración en los últimos años y que ahora parece ganar adeptos. Consiste en distribuir los periodos de clases y de vacaciones escolares en cinco bloques bimestrales: los tres tradicionales y dos más intermedios con una semana de descanso entre ellos. Un modelo similar al de algunos países europeos.

Hasta ahora, solo Cantabria ha implantado un calendario de este tipo y el resultado ha sido dispar. De hecho, la Consejería de Educación cántabra ha decidido mantener durante el próximo curso 2018-2019 la estructura del calendario escolar repartido en cinco bimestres lectivos separados por cuatro de vacaciones, pero ha anunciado que buscará corregir las dificultades que genera para la conciliación familiar y la sobrecarga de deberes que los profesores ponen a los estudiantes durante los periodos de descanso. Estos son dos de los principales problemas que se han detectado en una reciente encuesta realizada entre los padres y profesores de la Comunidad de Cantabria. La consulta se ha hecho para conocer el grado de satisfacción con que se está recibiendo en la comunidad educativa este cambio y detectar y subsanar los problemas de su puesta en marcha.

En Aragón, el sindicato CSIF, como organización más representativa en la mesa sectorial de educación, ha llevado la voz cantante en esta propuesta. En la última reunión del Consejo Escolar volvió a solicitar el diseño de un calendario pedagógico que no estuviera sujeto o condicionado a las festividades religiosas, sino que permitiera una distribución más equilibrada de los descansos escolares. Esta propuesta contó con el apoyo del resto de los representantes sindicales, para quienes un calendario como el cántabro sería más coherente y pedagógico.

El objetivo de este drástico cambio sería evitar periodos lectivos descompensados como ocurre en la actualidad. Dependiendo de los años y de cómo caiga la Semana Santa, el calendario escolar español puede quedar distribuido en un trimestre que, en realidad, dure cuatro meses y otro que no llegue a dos.

Los representantes de los docentes aseguran que los profesores estarían conformes con un calendario redistribuido de manera diferente al que se tiene ahora, que contemplara periodos fijos de descanso repartidos a lo largo de todo el curso y no cambiara cada año en función de las festividades religiosas.

Las familias, sin embargo, no tienen tan claras las ventajas de este modelo. Las asociaciones de padres y madres (tanto de la educación pública como de la enseñanza concertada) consideran que podría complicar aún más la ya de por sí compleja conciliación de la vida familiar. Estos representantes creen que este debate no se puede abordar de manera aislada, que sería requisito imprescindible verlo en conjunto e incluir también las circunstancias laborales y las vacaciones de los padres.

Los sindicatos asumen que la conciliación familiar es un hándicap a tener en cuenta, "del mismo modo que lo ha sido la instauración de la libre elección de jornada escolar en nuestra Comunidad", reconocen desde CSIF. Sin embargo, afirman que muchas familias demandan ya este tipo de calendario pedagógico porque consideran que sería un beneficio para sus hijos.

La Administración, por su parte, no se ha pronunciado aún con claridad sobre esta cuestión. El borrador de calendario escolar que ha presentado el Departamento de Educación para el curso que viene es similar al de años pasados. Recoge el mismo número de días lectivos y la misma distribución de los períodos vacacionales que los de los cursos anteriores. Establece 176 días lectivos para los ciclos de infantil, primaria y educación especial y 175 para secundaria. Las vacaciones de Semana Santa tendrán 1 día menos y habrá jornada solo de mañana durante todo el mes de de junio de 2019 y hasta el 21 de de septiembre en 2018.

Todos los alumnos aragoneses disfrutarán del puente de Todos los Santos y del de la Inmaculada. Además los de Zaragoza contarán con el de la Cincomarzada y el Pilar, en tanto que en Huesca y Teruel tendrán el del 14 y 15 de febrero. Sea como fuere el debate del calendario pedagógico está servido.