Aragón, un lugar óptimo para practicar marcha nórdica

Del 25 al 27 de mayo se celebrarán las Primeras Jornadas de Marcha Nórdica en Aragón, que ofrecen talleres y sesiones prácticas para iniciarse en esta práctica, que vive un gran auge gracias a sus virtudes como actividad de ocio, para mejorar la salud y como competición deportiva.

Cualquier camino con firme en el que el bastón se clave cómodamente permite iniciarse en la marcha nórdica.
Cualquier camino con firme en el que el bastón se clave cómodamente permite iniciarse en la marcha nórdica.
Fernando Morata

Hace no muchos años llamaba la atención ver andar a alguna persona, caminando con bastones de deporte por parques urbanos y otros terrenos. Pero ahora ya no solo es frecuente, sino que se reconoce a quienes lo hacen como practicantes de marcha nórdica, una muestra más del gran crecimiento en todo el mundo de una disciplina deportiva que es asequible para todo tipo de público y ofrece una manera fácil de disfrutar de un estilo de vida activo y saludable.

En Aragón disponemos de terrenos óptimos para practicar la marcha nórdica , que se suman a la belleza y la diversidad de los paisajes para disfrutar de esta actividad al aire libre. A pesar de que es una técnica que los más expertos pueden adaptar a cualquier terreno, muchas rutas balizadas como GR o PR no reúnen las condiciones óptimas para practicarlo en su recorrido completo y la mayoría de los marchadores buscan firmes en los que el bastón se clave cómodamente.

Además de la información que ofrecen clubes y practicantes, cada vez es más habitual que se señalicen rutas específicas para la práctica de la marcha nórdica. Con señalización e información específica en senderos ya existentes, como indicadores de su dificultad, y folletos y secciones en las web turísticas.

Rutas en La Ribagorza, Alto Gállego y Hoya de Huesca

Así, en la comarca de La Ribagorza se han marcado doce rutas, localizadas en el entorno de las localidades de Benasque, Vilas del Turbón y Graus. Desde Alto Gállego se proponen cinco itinerarios en el entorno de La Partacua. Igualmente, en Hoya de Huesca se han marcado siete PR (senderos de pequeño recorrido) desde la ciudad.

Para difundir este deporte, el club CAI Nordic Walking, en colaboración con la FAM y el Gobierno de Aragón, ha organizado en Zaragoza, coincidiendo con el Día Mundial, las Primeras Jornadas de Marcha Nórdica en Aragón, del 25 al 27 de mayo, con talleres sobre su historia y beneficios y sesiones para iniciarse en su práctica. Las charlas se celebrarán en el centro Joaquín Roncal. Las clases prácticas, en el parque Grande, incluyen una sesión técnica de perfeccionamiento, propiocepción y alineación postural, el sábado por la tarde; y un recorrido popular por la ribera del Ebro, el domingo por la mañana, con préstamo de bastones para los novicios. Se puede consultar el programa completo e inscribirse para participar aquí.

El éxito de la marcha nórdica está en que caminar lo hacemos a diario, pero este modo permite hacerlo activamente, obteniendo el máximo beneficio. La clave son sus característicos bastones, con un diseño específico para aprovechar la acción de braceo natural, lo que permite, de un modo muy eficaz, mejorar la condición física, tonificar la musculatura del 90% del cuerpo, mejorar el sistema cardiovascular y desarrollar la coordinación y la movilidad; lo que convierte a la marcha nórdica en uno de los deportes más completos.

A diferencia de los bastones de trekking, los de marcha nórdica no se utilizan para apoyar el peso sino para impulsarse en el movimiento, por lo que si caminando solo se trabaja el tren inferior -las piernas y caderas- en la práctica de esta disciplina intervienen también los músculos del tren superior (brazos, hombro, espalda, pectorales, abdominales, lumbares), lo que permite desplazarse con más velocidad y menos esfuerzo; además, la manera en la que desarrolla el movimiento permite evitar sobrecargas en caderas, rodillas y tobillos.

Es decir, la marcha nórdica es una técnica que puede aplicarse en cualquier edad y con variaciones, en montañismo, carreras de montaña, patinaje en línea, raquetas de nieve... Así, existen tres versiones en su práctica: la de ocio, la destinada a la salud y la competición.

El origen del Nordic Walking

El origen de este deporte se remonta a 1930, en Finlandia, cuando el equipo de esquí nórdico empezó a entrenar durante el verano, en ausencia de nieve, caminando y corriendo con bastones de esquí, desarrollando el estilo denominado Finlandés u Original.

Entre 1973 y 1981 se introdujo la caminata con bastones entre las nuevas ideas para la educación física en las escuelas finlandesas y de 1996 datan las primeras clases documentadas. Ese mismo año, tras una tesis doctoral sobre sus efectos beneficiosos para la salud, tres entidades aúnan sus esfuerzos para desarrollarlo: la Asociación para Deportes Recreativos y Actividades al Aire Libre, el Instituto Finlandés de Deportes y el fabricante finlandés de bastones Excel, que propone en 1997 el nombre para su uso internacional.

En el año 2000 se constituyó la INWA (International Nordic Walking Association) con Finlandia, Austria y Alemania, aunque ese mismo año el movimiento ya se extendía por Europa y a finales de 2004 lo practicaban 3,5 millones de personas en los países del norte de Europa.

A partir del método Original, en 2005 nació la técnica Alfa 247, desarrollada en un encuentro de profesionales y formadores escindidos de la INWA; y existe un tercer método, denominado Fittrek o Urban Trekking, de origen estadounidense. Sea cual sea la técnica empleada, se desarrollan actividades en todos los continentes y todas tienen la misma base común, con sus beneficios para la salud.

En España, la marcha nórdica se introdujo en 2005 y fue aceptada por la asamblea general de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme) de 2015 como modalidad deportiva propia. Así, se han comenzado a celebrar en España distintas competiciones, como la copa y el campeonato de España, con unos 200 participantes entre sus distintas categorías.

Marcha nórdica para todos

En Aragón, la Federación Aragonesa de Montañismo cuenta con un Comité Aragonés de Marcha Nórdica y acoger una de las pruebas nacionales es uno de los objetivos a corto plazo; a la vez que se trabaja para promocionarlo también entre el gran público.

Para iniciarse, el mejor consejo es aprender con un monitor, con titulación y experiencia. En Aragón los hay y cada vez más clubes programan cursos y salidas. Si queremos seguir practicando marcha nórdica , lo siguiente será adquirir los bastones.

Lo importante es que sean específicos de marcha nórdica. La dragonera, que se abraza a la muñeca como un guante, y los tacos inclinados de goma, son algunas de sus principales diferencias. Además, deben ser capaces de amortiguar el impacto y absorber las vibraciones. Otra cuestión importante es que tengan la altura correcta, que dependiendo de la técnica que se haya aprendido pueden variar algunos centímetros, ya que un bastón demasiado alto o corto pueda causar lesiones y malos vicios. En el mercado se pueden encontrar con diversos materiales y precios.

Beneficios físicos y emocionales

Partiendo de que la actividad física moderada y regular, como recuerda la OMS (Organización Mundial de la Salud), reporta grandes beneficios para procurarnos una buena salud y calidad de vida, se puede señalar que la marcha nórdica no solo aporta beneficios físicos (aumento del consumo de calorías, mejora del sistema cardiovascular y de la circulación sanguínea, etc.), sino también emocionales.

La mejora de la autoestima, la reducción del estrés y la sensación de bienestar son también efectos de la marcha nórdica , una práctica deportiva que, al mismo tiempo, permite disfrutar de la naturaleza.

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