Un mar de besos para los niños hospitalizados

Zaragoza celebra el Día del Niño Hospitalizado junto a otros 180 hospitales nacionales.

Día del Niño Hospitalizado.
Día del Niño Hospitalizado.
Oliver Duch

“Hoy saldrá de nuevo el sol, llegarán miles de besos, un mar de besos que llevo dentro compartiré contigo”. Así han cantado esta mañana los médicos, enfermeras y miembros de AECC y Aspanoa y otras asociaciones delante del Hospital Infantil Miguel Servet con motivo del Día del Niño Hospitalizado. Una iniciativa nacional, que se ha repetido hasta en 180 hospitales españoles.

"Hoy nos unimos para reivindicar todos los derechos que tienen la familia y el niño cuando entran en un centro hospitalario", ha señalado Juan Carlos Acín, gerente de Aspanoa. En ese sentido, esta jornada que se creó hace cuatro años porque el 13 de mayo de 1986 el Parlamento Europeo aprobó la Carta sobre los Derechos del Niño Hospitalizado. En este documento se pide, por ejemplo, que los niños ingresados puedan estar las 24 horas acompañados de sus padres, que puedan llevar sus juguetes al hospital o que solo sean ingresados cuando sea estrictamente necesario, potenciando los tratamientos ambulatorios. 

En este lanzamiento de besos tampoco han faltado profesionales como José Ignacio Labarta, jefe de servicio de pediatría del hospital infantil. "Nosotros tenemos que hacernos niños en nuestra actividad diaria. No somos adultos, somos niños grandes que tratamos de curar a niños pequeños", ha comentado Labarta. "Es importante reflexionar sobre la importancia del niño hospitalizado y tratar de hacerle su estancia con nosotros lo más cercana y agradable posible", ha añadido. Por su parte, Mar Bruna, subdirectora de enfermería del materno infantil, ha indicado que su papel es importante para que los niños se sientan "como si estuvieran fuera del hospital, pero unidos a llevar un gotero y un tratamiento que les toque ese día". Aunque en esta jornada eran protagonistas los niños, este aliento grupal también va dirigido a los padres de los pequeños. "Ellos tienen que estar ahí porque para la recuperación del niño va a ser mejor. Intentamos hacerles la estancia más cómoda y lo menos traumática posible", ha afirmado Manuela Lanzuela, subdirectora médica del hospital infantil.

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