Tierga: cuestas de arte y ensayo

Tierga es famosa en el mundo entero por su mina de hierro; este pueblo que vive en pendiente está salpicado de arte, adora la fiesta y cuida las tradiciones sin renunciar a nuevos retos.

Esther Laborda y Arantxa Perales, en la Fonda-restaurante Esther en Tierga.
Esther Laborda y Arantxa Perales, en la Fonda-restaurante Esther en Tierga.
Laura Uranga

Para patear Tierga hacen falta piernas resistentes y buena capacidad pulmonar; el pueblo se despliega por una ladera pronunciada, con angostas calles en cuesta y los edificios más emblemáticos en la parte alta. Nati Vera regenta el bar municipal, que es ‘el de Nati’ desde hace once años, cuando ella regresó con su marido al pueblo natal de ambos desde la vecina Illueca. En el bar se reúnen los vecinos al café y la tertulia; ahora se va a incorporar cocina para regularizar servicio de comidas. María José Royo, Rosa Andrés y Feli Luna, tres parroquianas muy activas a la hora de desentrañar las particularidades de la vida local, comentan la jugada en una de las mesas. "Antes que nada –apunta Feli, la más locuaz– cita por favor que tenemos un coro de mujeres fantástico, cantan y tocan divinamente, y aquí tenemos a una de ellas". Feli señala a María Jesús, que se ruboriza un poco antes de aclarar que son tres voces y tres guitarras, y que le ponen mucho cariño a la tarea.

Tierga presume de asociaciones. Una de las más nuevas es Tergakom, de nombre inspirado en el asentamiento celtíbero del pueblo. Con Chus Grávalos a la cabeza de una junta con cinco miembros, se dedican a actividades tan diversas como los paseos conscientes (hace un mes completaron uno de sensibilización medioambiental por la Sierra Blanca) o el último carnaval infantil.

Tierga: cuestas de arte y ensayo

La Asociación de Mujeres Santa Rosa de Lima (patrona del pueblo junto a San Ramón Nonato) y la asociación de la tercera edad también se apuntan a un bombardeo, tanto en periodos festivos como en el día a día durante el año, y el colectivo de espíritu peñista Los Setos se encargó de rescatar la tradición de la hoguera popular en el puente de la Purísima, el último mes de diciembre. "Unas patatas asadas con jamón –apunta Nati, sonriendo– ayudan mucho a que la gente del pueblo confraternice. Somos pocos, pero fiesteros... y hospitalarios, que aquí celebra todo el que venga". En las patronales veraniegas, los dos últimos días de agosto, se hace aurora y misa baturra.

Servicios y proyectos

Tierga se ha decantado con los años por la actividad agrícola en detrimento de la ganadera, y la fruta es el principal rubro de actividad. La Cooperativa Santa Rosa de Lima, Frutas Aznar y Frutas Roy son las tres referencias básicas en un pueblo que ya no tiene escuela abierta pero sí cuenta con panadería. "Hay más proyectos, una chica está estudiando la apertura de una tienda –aclaran Feli y María Jesús– y también se está proyectando un albergue cerca del pabellón, aunque aún está en fase inicial. Además, estudian un negocio de parapente a las afueras, en dirección Tabuenca. Tenemos hasta plaza de Toros al lado de la ermita".

La imponente parroquia de San Juan Bautista tiene en lugar destacado al Cristo de la Magdalena. "Tiene su cofradía –aclara Feli– y una historia muy bonita. En un año de sequía se plantearon sacarlo en procesión para pedir lluvia, y se dice que al quitarle el primer clavo para bajarlo empezó a tronar; cuando le quitaron el segundo arrancó a llover. Todo se arregló; ese día, el 26 de abril, fue llamado desde entonces y hasta hoy el Día del Milagro". A mediados del próximo mes, cuando llega el día de San Isidro, la actividad romera se traslada a pleno campo y son los labradores los que llevan al santo en tractores para celebrar misa al aire libre.

El pueblo tiene muchos detalles escultóricos en esquinas, frentes y recodos. "Eso es cosa de Saladino, un artista, lleva mucho tiempo aquí. Tiene mucho talento. No le gusta hablar, eso sí, pero tenéis que ver el brazo de madera que hizo para el pueblo, está allá arriba junto al Paletón. Si miras en el hueco del puño entreabierto verás un corazón hecho de árboles que plantamos hace años entre muchas gente del pueblo", explican las vecinas.

Gracia y salero en la Fonda

Esther Laborda personifica la tercera generación de la fonda y restaurante Esther, que puso su abuela y llevó luego su madre antes de pasarle el testigo a ella; le acompañan en la tarea su marido Ángel y la hija de ambos, Arancha. Esther es una de esas personas que apabulla –para bien, ojo– a golpe de elocuencia, adornada por una sonrisa de oreja a oreja. Además, su cardo con salsa de nueces es famoso en la comarca. Adora las plantas, afición que le permite desconectar un poco del trajín diario. "Tenemos cinco habitaciones y bar-restaurante a pie de carretera; vamos a poner terraza, era una aspiración de hace tiempo. Vienen muchos cazadores, peregrinos del camino de Santiago o el de Veracruz... también hacemos celebraciones familiares y de grupos, y no cerramos nunca; no te irás sin comer si llegas a las cinco de la tarde, que siempre se puede sacar un escabechado o un buen filete".

La torre Eiffel, el suelo de Buckingham Palace y los pigmentos del hierro tiergano

La mina de Santa Rosa en las afueras de Tierga es el primer yacimiento mundial de mineral de hierro destinado a la producción industrial de pigmentos. Su explotación comenzó en 1913 y está administrada por la firma Promindsa desde 1973, fecha desde la cual se reorientó a su actual línea de negocio, con más de 300 clientes en 70 países de todo el mundo.

En la empresa se efectúa un proceso completo: extracción, transformación, desarrollo y suministro de pigmentos inorgánicos bajo la marca Micronox Pigments. En el pueblo presumen del alcance que tiene la actividad empresarial de esta firma asentada en el término municipal, aunque señalan que actualmente no hay prácticamente fuerza laboral de Tierga en su plantilla. "Es una mina inmensa –comentan María Jesús Royo y Feli Luna– y muchos de los mayores del pueblo sí trabajaron allí. Ahora queda poca gente joven en el pueblo y han tirado por otros caminos. Antes había un segundo pueblo allí, hasta colegio y cuartel de la guardia civil propio tenían".

Los pigmentos de esta empresa tiergana surten a empresas navieras de todo el globo, revestir los cascos de los grandes barcos es garantía de resistencia a su radiación ultravioleta y poder anticorrosivo), pero sin duda es muy llamativo algunos destinos muy concretos de este producto, como la parisina Torre Eiffel, el suelo del palacio de Buckingham donde se efectúa el famoso cambio de la guardia real o incluso las latas de la marca de refrescos más famosa del mundo, la chispa de la vida que toda una generación futbolera relacionó con el portero de la Real Sociedad Luis Miguel Arconada y una sonrisa. El óxido de hierro micronizado (se muele hasta adquirir ese rango) vale para muchas cosas, desde la pintura a la cerámica, el cemento, abonos o productos cosméticos.

LOS IMPRESCINDIBLES

El Paletón

Este paredón atribuido a la antigua torre del homenaje es el único vestigio en pie del antiguo castillo de Tierga, de origen musulmán. También se ha bautizado así a la revista que editará en junio la nueva asociación cultural Tergakom.

Monedas celtíberas

Son ases de bronce con la leyenda ‘Tergakom’, que se asocia a Tierga, y datan del siglo I antes de Cristo. En el anverso se ve una cabeza masculina, con tres delfines alrededor, y en el reverso un jinete con lanza, con o sin casco.

El Santo Cristo

Está en una capilla a la entrada de la parroquia de San Juan Bautista, y genera una gran devoción en el pueblo. El jueves comenzó su novena. Fue restaurado tras el ennegrecimiento ocasionado por el humo de las velas.

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