Sin palabras

XII Concurso de relato breve de Heraldo
XII Concurso de relato breve de Heraldo

De crío pasaba los veranos en casa de mis abuelos, en Ejulve. Siempre me maravilló ese hermoso cielo estrellado de Teruel, repleto de puntos luminosos que no he vuelto a ver en ningún lugar. Desde bien pequeño, salíamos al portal a observar cada noche la lluvia de letras; sí, de letras. Al principio eran letras sueltas, como pequeños copos de nieve, más tarde empezaron a formar palabras, estelas de frases, espectaculares subordinadas boreales. Más mayor, practicando, pude formar sobre el azul frases propias con mis pensamientos. Así aprendí a leer y por eso sólo leo por las noches.

En la ciudad no anochece, los charlatanes sin escrúpulos encienden las luces con su molesto vocerío para decirnos qué se puede pronunciar en su cielo sin palabras. Dicen que ése debe ser el futuro.

A veces me gusta imaginarme de nuevo en Ejulve, tumbado a oscuras delante de la casa de mis abuelos como aquel chaval inocente que fui, leyendo el cielo. Quién sabe, quizás algún día volvamos a merecer la noche.

Lea todos los relatos que participan en el concurso.

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