Quinto y Pina pasan otra noche pendientes del Ebro: las motas resisten y evitan evacuaciones
Las localidades temen que los diques no aguanten la presión de un caudal alto durante muchos días. Cientos de efectivos trabajan en las defensas para evitar que el agua llegue a los cascos urbanos.
Los puntos críticos de la actual crecida del Ebro siguen estando en la ribera baja. Quinto y Pina de Ebro son las dos poblaciones aragonesas que peor lo pasaron este lunes: nervios y angustia al ver que los diques de contención eran superados por las aguas del Ebro o perdían consistencia y amenazaban con romperse. Por ello, ambas localidades construyeron nuevos muros defensivos (en el caso de Quinto) o reforzaron los ya existentes (Pina) para evitar que el agua se aproximara a los cascos urbanos. Cientos de miembros de la Guardia Civil, la Unidad Militar de Emergencias (UME), Protección Civil y técnicos de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) trabajaron durante el día para conseguirlo.
Tras pasar una nueva noche pendientes del río, en este momento, y una vez estabilizada la situación en la ribera alta y Zaragoza capital, estas dos poblaciones de la ribera baja van a ser las que se mantengan en un mayor estado de alerta durante las próximas 48 horas.
El alcalde de Quinto, Jesús Morales, ha asegurado a Heraldo.es esta misma mañana que aunque "se nota alguna pequeña bajada", aún es pronto para "levantar la guardia porque las motas están muy dañadas".
Por su parte, Marisa Fanlo, alcaldesa de la localidad ribereña de Pina de Ebro, ha asegurado que están "tomando notas para el plan de evacuación que están elaborando" y, sobre todo, "vigilando aun las motas clave por si acaso alguna nos da un susto".
Pese a la inquietud por este nuevo revés a la agricultura de la zona, Morales no contemplaba este lunes la posibilidad de que las aguas llegaran a las calles del pueblo y descartaba, asimismo, que fuera necesario evacuar a los vecinos. "Llevamos trabajando desde las siete de la mañana explicaba para levantar un cordón de seguridad que salve el casco urbano", señaló el primer edil por la mañana. A media tarde, el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, se desplazó hasta esta zona y aseguró que un retén de la UME estaría durante toda la noche en el municipio por si de nuevo había problemas en las motas, algo que no creían probable, pero por seguridad prefirieron hacerlo.
Hay que destacar que el Ebro, tras alcanzar su pico máximo en Zaragoza capital a las 21.00 del domingo (con una altura de 5,36 metros y un caudal de 2.037,44 metros cúbicos por segundo) había rebajado su nivel hasta los 4,84 metros y los 1.780,40 metros cúbicos por segundo a esa misma hora de este lunes y la tendencia que mostraba era descendente. En cambio, en Gelsa, aguas abajo de Quinto, a esa misma hora tenía una altura de 5,50 metros, un caudal de 2.248 metros cúbicos por segundo y la tendencia era estable.
Morales recordaba que el tipo de crecida en meseta que se está produciendo este año (de llegada más lenta, subida paulatina de las aguas, pero que se mantienen por más tiempo en niveles elevados) está complicando la actuación en algunas zonas. "Significa apuntó que estaremos con un caudal alto durante más días y eso nos preocupa porque las motas están muy blandas y estamos trabajando contrarreloj para reforzarlas". Durante toda la jornada, el Ayuntamiento mantuvo informada de la situación a la población a través de la megafonía, según dijeron algunos vecinos de la zona más baja de la localidad.
En el caso de este lunes, fueron los efectivos de la DPZ los que se encargaron de la construcción de la nueva mota cerca de la que fue superada por el río. La DPZ ya envió a Quinto el pasado fin de semana tres máquinas para trabajar en el refuerzo de las barreras de seguridad, pero este lunes el primer edil solicitó más medios ante la avenida. Desde las 7.00, el tránsito de cuatro camiones llevando tierra para levantar el dique fue constante. Hacia las 14.00, el dique estaba levantado y el pueblo pudo respirar algo más tranquilo.
En cuanto a Pina, el otro punto crítico en la ribera baja, la situación se mantuvo estable aunque efectivos de la UME se emplearon a fondo durante toda la mañana y parte de la tarde para reforzar los diques de contención más próximos a la localidad. La alcaldesa de Pina, alertó por la mañana de la presión a la que están sometidas algunas motas defensivas. En la población preocupa, al igual que ocurre en el resto de la ribera baja, que este nivel no pueda ser soportado por los diques durante muchos días seguidos.