He visto un nido de avispa asesina, ¿qué hago?

Los expertos piden colaboración a los ciudadanos para detectar la presencia de vespa velutina en Aragón porque es precisamente en primavera cuando las reinas comienzan a construir sus avisperos.

Uno de los dos nidos de avispa asesina encontrados y destruidos en Aragón
Uno de los dos nidos de avispa asesina encontrados y destruidos en Aragón
J. M. Martínez

Ha llegado la primavera y cientos de reinas de avispa asiática dejan su hibernación para comenzar a construir sus nidos. Buscará cobijo bajo bordas, almacenes abandonados, aleros de tejado, en las ramas de los árboles… donde comenzará a hacer primero un avispero primario que irá engordando para alcanzar a primeros de junio un tamaño superior a un balón de playa.

Comienza el ciclo de este insecto temido por su letal acción contra las abejas pero que, aunque conocido como avispa asesina, su picadura no resulta más peligrosa, aunque si más dolorosa, para los humanos. Por eso, aunque en Aragón solo han aparecido dos nidos, uno en las Cinco Villas y otro en la Jacetania, los expertos afirman con rotundidad que la vespa velutina (su nombre científico) terminara asentándose en territorio aragonés, por lo que alertan a toda la sociedad de que “es un problema de todos” por lo que solicitan colaboración para prevenir y, poder así, destruir los posibles nidos de este avispón.

Pero ¿cómo sé que es un avispa asiática?

Es fácilmente distinguible tanto por su tamaño -la reina llega a medir unos 3,5 cm y la obrera, 2,5 cm- como por la coloración de su cuerpo -más oscura, de tórax marrón negruzco aterciopelado y solo posee una franja amarilla en el cuarto segmento-. El presidente de la ADS Apícola número 1 de Huesca, Rafael Blanc, explica que sus nidos se reconocen especialmente por su tamaño, pero no son de cera, sino de celulosa, para lo que necesitan madera y humedad. “Roen la corteza de los árboles”, señala.

¿Que hago si encuentro un nido?

No hay que acercarse, ni tocarlo, ni destruirlo. Tan solo llamar a las instituciones pertinentes explicando su forma y su localización. Será el personal especializado el que acuda al lugar y determine si realmente se trata de esta especie. Si es así se eliminará utilizando para ello un traje especial -no sirve el típico de apicultor-, mucho más grueso porque el aguijón es más largo y podría alcanzar la piel. “Se utilizan además protección de metacrilato para la cara, porque esta avispa no solo pica, sino que por decirlo de alguna manera, escupe el veneno y se alcanza el rosto podría afectar a los ojos”, señala Blanc.

¿Dónde tengo que llamar?

Puede ponerse en contacto con el Servicio de Sanidad Animal y Vegetal, o con e servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, llamando al teléfono 974 29 32 06. También puede dirigirse a cualquier asociación de apicultores, a los agentes de protección de la naturaleza o incluso al ayuntamiento de la localidad donde ha detectado el nido. Lo que no hay que hacer, insiste Blanc, es llamar al 112, “porque se trata de una alerta, pero no de una emergencia y no queremos colapsar o molestar a este servicio por un asunto que no tienen una máxima urgencia”.

¿Puedo destruirlo?

No actúe por su cuenta, ni lo tire, ni lo queme. Y los expertos no lo dicen precisamente porque consideren que existe un riesgo para su integridad física, sino porque hay una avispa autóctona parecida con la que puede confundirse, la vespa crabro, y no hay ninguna razón para su desaparición. Por eso, Blanc insiste en que si considera que el nido puede albergar avispa asiática lo único y lo mejor que puede hacer es avisar de su localización. Nada más.

¿Es peligrosa para el ser humano?

Aunque se le llama asesina, la vespa velutina no presenta mayor problema para la población que el puede suponer la picadura común de una avispa autóctona. Y no es especialmente agresiva. Solo pica en defensa propia, explica Blanc, que señala que que si el ciudadano se acerca excesivamente al nido o la intenta tocar, seguramente responderá con un picotazo, pero “si uno pasa de largo cerca de un nido no le van a a atacar”. Si se le conoce como asesina es precisamente por su efecto letal sobre las abejas. “Es un depredador que se alimenta de insectos y de todo lo que lleve proteína”, detalla este veterinario, que asegura que si no se le molesta, “es bastante tranquila”.

Tanto los expertos del Gobierno, como los veterinarios de las ADS apícolas y los propios agricultores son conscientes de que la temida avispa se asentará “tarde o temprano” en Aragón, porque además “la tenemos en la puerta de casa”, en Navarra, por donde se cree que entró en ambas localidades den las que han sido encontrados los dos nidos. Otra cosa, dice este veterinario, será cómo se produce su expansión en la Comunidad, donde las zonas más propicias para su desarrollo son el norte de Huesca y las Cinco Villas, dado que se trata de un ejemplar que necesita de humedad y temperaturas suaves. Sin embargo, y precisamente porque se encuentra en el momento en el que abejas reina salen de la hibernación y necesitan alimento, las copiosas lluvias que se están sucediendo desde el comienzo de la primavera no ayudan precisamente, para satisfacción de los que se ocupan de la prevención y destrucción, a la propagación de esta especie.

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