Una reunión del acuerdo de la Opel con el Gobierno de Aragón, la empresa y los sindicatos.
La Mesa del Diálogo Social, Premio Aragón 2018.
Toni Galán

Abril es el mes más cruel en el poema de Elliot, pero en Aragón es el tiempo de primavera en que celebramos San Jorge y nos paramos a pensar en qué hemos sido, qué somos y a dónde querríamos ir. El Premio Aragón 2018, otorgado a los integrantes de la Mesa del Diálogo, está muy bien pensado. En Aragón somos pocos, pero bien avenidos, y capaces de superar los mitos que nos caricaturizan como gente incapaz de valorar los méritos propios o de ponernos de acuerdo para emprender proyectos comunes. Las principales organizaciones empresariales de la comunidad, CEOE y Cepyme, y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, han desmentido este sambenito con su capacidad para llegar a acuerdos fundamentales para garantizar la paz social, un comportamiento que ha llevado al mantenimiento de puestos de trabajo en momentos muy duros. Desde 1989, empresarios y sindicatos han firmado diez acuerdos por el empleo en Aragón, un hito especialmente destacable en un momento en el que España no tiene presupuestos generales del Estado a falta de cinco votos. El diálogo y la capacidad de ceder son fundamentales.