La innovación educativa de la que tanto se habla tiene que llegar a las aulas para quedarse y traer consigo verdaderos cambios metodológicos. Para ello, los próximos proyectos que lance el Departamento de Educación del Gobierno aragonés se convertirán en planes que tendrán una duración de tres años en lugar de uno, como venía siendo hasta ahora. La DGA quiere así dar un salto de calidad en este campo para dar estabilidad a las iniciativas que se pongan en marcha en los centros de enseñanza y que las buenas prácticas arraiguen en las aulas.

Esta novedad, que el director general de Innovación, Equidad y Participación Educativa, Toni Martínez, anunció esta semana durante su comparecencia en las Cortes, se pondrá en marcha en la próxima convocatoria para los centros públicos docentes no universitarios de cara al curso 2018-2019. La iniciativa contará también "con dotación", avanzó.

El 65% de los establecimientos de enseñanza de la Comunidad, según datos de Educación, desarrollan algún proyecto innovador. El mapa de la innovación, que la DGA presentó en marzo del año pasado, recoge 313 iniciativas de 176 centros organizadas en cinco líneas clave: compromiso social, comunicación oral, gestión de la emoción, metodologías activas y Tecnologías del Aprendizaje y del Conocimiento.

La mayor parte de los centros, 135, se concentran en la provincia de Zaragoza, frente a 22 en Teruel y 19 en Huesca. Los colegios de infantil y primaria son con diferencia los que más se suman, un total de 98, a intentar renovar la forma de enseñar. Le siguen: institutos de secundaria (32), centros en los que se imparte primaria y secundaria (19), centros rurales agrupados (10), educación especial (6), Formación Profesional (4), escuelas de infantil (3) y una escuela de arte.

Otra novedad en la próxima convocatoria de innovación será que en la propuesta se impliquen todos los sectores de la comunidad educativa, los profesionales de los servicios de orientación, inspección y formación. Por primera vez, los equipos directivos de los centros cuyas solicitudes hayan sido preseleccionadas por una comisión que las valorarán, deberán defender y explicar su proyecto en una entrevista ante esta.

Bajo esta etiqueta de innovación cabe de todo: la reforma del patio, un huerto escolar, cine en aragonés, yoga y mindfulness en el aula, la revista del centro, debates o un cómic contra el acoso escolar.

El ejemplo

‘Una sonrisa para nuestro patio’ es como se titula el proyecto de innovación que se lleva a cabo en el colegio Francisco Galiay de Ballobar (Huesca). Su directora, Silvia Monreal, explica que quieren aprovechar la reforma que necesita el recreo en el que juegan los 53 alumnos para lograr "un espacio más participativo y acogedor" con opciones de ocio para todos los gustos. Por ahora se asesoran y recaban la opinión de las familias. El curso que viene esperan acometer la primera fase de los trabajos.