Visita por el mundo que vivieron los judíos de Uncastillo

Uncastillo conserva en su casco antiguo las huellas de la comunidad judía que en un tiempo habitó entre sus calles. Para revivir ese legado, este fin de semana se han programado cuatro visitas guiadas (7 y 8 de abril, a las 12.00 y las 18.00) por esa valiosa herencia. Los recorridos son, más que una visita, un viaje por la experiencia de ser un vecino judío en el Uncastillo de los siglos XV y XVI.

La ruta comenzará en la plaza del Mercado, con una visita a la Lonja medieval, para conocer los diversos oficios a los que se dedicaba la comunidad judía que vivía en la localidad. Artesanos, panaderos, carniceros, prestamistas… mientras se van conociendo las diversas actividades económicas a las se dedicaban, se irán ‘repartiendo’ los roles entre los visitantes para ‘dar vida’ a la visita. También se ‘nombrarᒠal rabino, máxima autoridad religiosa, y a los ‘adelantados’, que formaban el comité que se relacionaba con el consejo local.

“Todos los fines de semana hay visitas por la judería y la sinagoga, pero hemos querido crear una aventura experiencial, que sumerja a los visitantes en lo que sería el mundo de la comunidad judía de Uncastillo en aquella época”, dice José Francisco García, gerente de la Fundación Uncastillo, quien anuncia que “nuestra intención es que, más adelante, la visita habitual sea siempre esta ruta experiencial”.

Tras su inicio en la lonja, la visita continuará por la calle Barrionuevo. En ella y su entorno se asentaba el núcleo judío y allí, en el número 24, es donde se encuentran los restos de la que fuera la sinagoga. “Se conserva un tercio de lo que era el templo original, una de las cosas que hacen de la judería de Uncastillo algo tan singular”, afirma García. “Pueden verse varias columnas de la sala de oración y recuperamos íntegro el mitzvah, la pila en la que se sumergían los fieles para la ceremonia de bautismo”, señala.

La judería de Uncastillo cuenta con las tradicionales calles estrechas, callejones o “callizos, como las llamamos nosotros, que servían para la comunicación entre las casas y para la vida en la calle que hacía la comunidad”, explica García. Estos callizos “se han conservado, aunque dentro de las casas particulares, como pasillo entre ellas, pero hemos logrado que unos propietarios nos permitan entrar a su callizo y así podremos ver cómo era esa relación social cotidiana entre los miembros de la comunidad judía”, dice el gerente de la fundación.

Desde la Fundación Uncastillo se recuerda que se puede sacar un ticket conjunto para visitar la fortaleza y la judería por el precio de 4 euros, para adultos, y de 3 euros, para niños y jubilados. Más información en: 976 679 121; y en el email info@fundacionuncastillo.com.

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