La escuela innovadora va a la Universidad

Una sala de escape para repasar Matemáticas. Preparar un libro y audios para que aprendan español en Zanzíbar. Son dos de los 102 proyectos que saltan ‘Del cole al grado’.

Alumnos de 5º del colegio Cardenal Xavierre de Zaragoza, con su profesor Javier Zárate, en una de las sesiones de 'escape room' aplicado a las matemáticas
Alumnos de 5º del colegio Cardenal Xavierre de Zaragoza, con su profesor Javier Zárate, en una de las sesiones de 'escape room' aplicado a las matemáticas
Francisco Jiménez.

Alejandro tenía en su hucha 360 euros. Se gastó un cuarto del dinero en un libro y un tercio en una camiseta. ¿Cuánto dinero le quedó?". Es el primer reto al que esta semana se han enfrentado en clase de Matemáticas los alumnos de 5º de primaria del colegio concertado Cardenal Xavierre de Zaragoza.

A primera vista, un problema de los de toda la vida, aunque en este caso es uno de los siete enigmas que tienen que resolver en un ‘escape room’ diseñado por su profesor, Javier Zárate. Trabajan en equipos de cuatro o cinco chicos con un ipad y, tras ver un vídeo que les sumerge en la historia y escanear un código QR, empieza la aventura. La última pista les conduce a una impresora en 3D con la que consiguen la llave del candado de la caja que contiene la que les permitirá salir de clase.

Este juego de escape, que permite a los alumnos repasar lo que han aprendido en un trimestre, es una de las 102 experiencias que forman parte del nuevo programa de Educación de la DGA ‘Del cole al grado’. Se trata de proyectos innovadores que funcionan con éxito en colegios de infantil y primaria y que sus docentes y creadores van a presentar en las facultades de Magisterio de las tres provincias aragonesas a partir de después de Semana Santa.

"Les encanta y les motiva una barbaridad. Además es una actividad sorpresa que no está programada", cuenta Javier Zárate, responsable también de Tecnologías de la Información y la Comunicación en primaria en el centro. La casualidad quiso que después de ir a una sala de escape de Zaragoza con amigos, al día siguiente asistiera a un curso impartido por Antonio Méndez, una referencia en gamificación en matemáticas. "Me gustó tanto que me lancé a diseñar mi propio juego. El primero fue con sobres de papel, pero lo he ido perfeccionando y ampliando. Supone un esfuerzo, pero los resultados compensan de sobra", asegura.

Se trabaja con una metodología cooperativa y cada alumno tiene un papel en el equipo: coordinador, portavoz, encargado del orden y supervisor. "El rol en sí es lo de menos. Intento que la responsabilidad que tiene cada uno no sea siempre lo que mejor se les da, sino que ellos mismos se vayan dando cuenta en qué tienen que mejorar", explica Zárate. ¿El premio? Todos los que terminan las pruebas matemáticas tienen medio punto extra en la nota y los que salen de clase se llevan uno en especie: Lacasitos.

Ir a Londres sin salir del aula

El aprendizaje cooperativo es una seña de identidad de muchas de estas buenas prácticas. También en el ‘London Project’ que el profesor de inglés Enrique Blanco lleva a cabo con los estudiantes de 6 de primaria desde hace tres cursos en el colegio público Zalfonada de la capital aragonesa.

En esta actividad de simulación, los adolescentes, a través de un blog que pone a su disposición Blanco, tienen que organizar todo el viaje a Londres, desde comprar los billetes de avión, el alojamiento y los desplazamientos, hasta preparar visitas a los principales monumentos, una guía de bares de tapas españoles e ir al cine o a un musical. Todo ello aliñado con enviar mensajes y correos en inglés contándoselo a la familia. El trimestre de curso que queda por delante lo van a dedicar a este viaje imaginario pero muy real.

"Es un proyecto por tareas competenciales, un alumno puede saber mucho de inglés a nivel comunicativo, pero otro suple su falta de nivel de lengua con competencias sociales o digitales. Aprenden a desarrolla estrategias de compensación", apunta este docente, que no utiliza libros de texto y que también imparte clases de plástica en la lengua de Shakespeare.

Sariñena y la costa de Tanzania

Digna de película es la génesis del proyecto ‘Yo te enseño español’ del colegio público La Laguna de Sariñena. Berta Oliván estaba de vacaciones en Zanzíbar cuando entró en un colegio donde aprendían español y descubrió que como único material solo contaban con un solo libro fotocopiado para todos. A su regreso, ya el curso pasado, propuso a sus 21 alumnos de 3º de primaria de Valores, entre los que hay niños de seis nacionalidades, preparar un libro propio y grabar ellos los audios (hasta 40) para enviarlos al archipiélago africano.

"Manejaron desde la geografía hasta plástica y matemáticas. Ellos mismos fueron los que diseñaron las carátulas de los audios y en Correos se encargaron de pagar y hacer las cuenta para enviar el paquete, además de escribirles una carta. Sin darse cuenta cultivaron un montón de destrezas y todos se sintieron super útiles", resume Berta Oliván.

Estos son tres de las 102 propuestas seleccionadas en esta primera convocatoria del programa ‘Del cole al grado’. Otras iniciativas plantean talleres de poesía con alumnos con síndrome de Down, la creación de una cooperativa escolar o un museo de estatuas parlantes de figuras históricas que explican sus biografías en español o inglés. Son ejemplos de esa nueva escuela que llega, con novedosas metodologías, para quedarse.

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