Pocos minutos antes de las 11.00, cuando estaba previsto el inicio de la subasta pública de inmuebles propiedad del Gobierno de Aragón, los funcionarios de la consejería de Hacienda y Administración Pública se afanaban en conseguir más sillas porque el número de asistentes habían superado las previsiones iniciales. Sin duda era un presagio de éxito.

Unas 70 personas, entre los que había bastantes matrimonios con ganas e ideas de invertir, esperaban que el director general de Patrimonio, Contratación y Organización, Miguel Ángel Bernal Blay, diera comienzo a la subasta y con el pistoletazo de salida empezaran las pujas sobre pisos, fincas rústicas, garajes y parcelas en polígonos industriales. En total, el Ejecutivo sacó a la venta este viernes 57 inmuebles y consiguió adjudicar 23 de ellos por algo más de dos millones de euros.

Más de la mitad de lo recaudado fue gracias a una única propiedad: una parcela en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) con una superficie máxima edificable de 20.472 m2 por la que se pagaron más de 1,15 millones. La propiedad más económica fue una finca rústica de 830 m2 situada en Pedrola que se vendió por 703 euros.

Estas fueron tan solo dos de las propiedades de puntos muy diversos del territorio aragonés que este viernes cambiaron de propietario: también se enajenaron varias fincas rústicas en Gelsa por precios muy diversos (una de estas propiedades se adjudicó por menos de 800 euros y otra rozó los 42.000), Mazaleón, Villarroya de la Sierra o Jaca, por citar solo algunas localidades. Uno de los inmuebles más golosos, que de hecho había salido varias veces a subasta, fue un piso señorial (ocho habitaciones, cocina, lavadero, dos baños y terraza) situado en el número 1 de la céntrica calle de Costa que se acabó adjudicando por 399.000 euros después de una intensa batería de pujas entre dos interesados.

Una suerte totalmente distinta corrió la hospedería de Arguis: de nuevo la DGA quiso desprenderse de ella y, otra vez y ya van tres, fue un intento vano. Nadie presentó ofertas por la propiedad, a la que se le había fijado un precio de salida de 1,4 millones. Este lote, así como los otros 33 que han quedado desiertos, estarán disponibles para ser adjudicados de forma directa durante un año por el precio de salida que tenían fijados para la subasta (y que se puede consultar en el Boletín Oficial de Aragón del 23 de enero de 2018). Cualquier persona interesada en comprar estas propiedades puede dirigirse al Servicio de Patrimonio, señaló el director general del área, que se mostró "satisfecho" con el resultado de la subasta.

800.000 euros de herencias

No era para menos: en ninguna de las tres convocatorias anteriores (celebradas en 2016, 2015 y 2014) no se superaron los 300.000 euros de recaudación. Este viernes, por fin, la DGA consiguió una recaudación millonaria, aunque mucho menor de lo que pretendía, porque los precios de salida que se fijaron superaban los 3,5 millones.

Hay que señalar en este sentido que de los dos millones de euros conseguidos en la subasta de este viernes, 800.000 se ingresaron por bienes procedentes de herencias abintestato (para personas que mueren sin herederos o testamentos nulos la ley marca que la heredera debe ser la DGA) y el dinero no irá a parar a la caja de gastos corrientes, si no que ha de destinarse obligatoriamente a entidades de carácter social. En este sentido, el responsable de Patrimonio señaló que próximamente se convocará a la Junta Distribuidora de Herencias para repartir estos beneficios.

Otra subasta pública en abril

Los responsables del área de Patrimonio confiaron en poder repetir la suerte de la jornada de este viernes el próximo 4 de abril, fecha en la que se celebrará una nueva subasta pública, en esta ocasión de bienes muebles. La DGA se intentará desprender entonces de dos Audi A-8, abrigos de visón y astracán, joyas, relojes, monedas antiguas y hasta un lingote de oro, entre otros muchos objetos procedentes de herencias.