La soledad, entre las causas que han disparado las llamadas al teléfono de la Esperanza en Aragón

“Ni una persona sola”, es lo que desea el presidente del Teléfono de la Esperanza Aragón, Alberto Hernández Díaz, cuando piensa en iniciativas que combatan la soledad y la incomunicación. Sin embargo, los datos no son tan optimistas.

En 2017, las llamadas al número de la esperanza aumentaron casi un 48% respecto al año anterior, es decir, se produjeron un total de 5.771 consultas frente a las 3.009 del 2016. Una cifra que rompe con la tendencia a la baja que este servicio estaba viviendo desde 2009, cuando este teléfono pasó de recibir unas 9.000 llamadas a poco más de 3.000 a lo largo de siete años.

“No se trata de un problema económico, sino social, de comunicación y de solidaridad”, asegura Hernández cuando explica la relación entre las llamadas a este servicio y la situación económica del país. “Paradójicamente durante los años más duros de la crisis las llamadas descendieron si lo comparamos ahora que económicamente estamos mejor. No son llamadas por una crisis económica, sino por una crisis personal, de soledad e insatisfacción”, señala el presidente de la entidad.

Sin embargo, Hernández explica que a pesar de los problemas económicos de los últimos años, los problemas siempre han sido “los mismos o parecidos, aunque quizá ahora somos más conscientes de la soledad que hace unos años”. Y es por ello que los problemas emocionales y relacionales, relacionados con la soledad y la incomunicación, son el principal motivo de las llamadas a este teléfono, pues suponen casi un 19% de las consultas que reciben.

Le siguen los problemas relacionados con trastornos de ansiedad con un 16% y aquellos relacionados con trastornos depresivos con 10%. Por otro lado, la organización destaca que el porcentaje de llamadas de problemática suicida ha sido bajo, puesto que han recibido 55 llamadas relacionadas con este tema, lo que supone menos de un 1% de las consultas atendidas.

Perfil de los usuarios

Más de la mitad de las llamadas que este teléfono recibió durante 2017 fueron de personas que deseaban hablar con alguien o desahogarse ante una situación que no podían gestionar por sí mismos. De los datos que maneja la organización destacan que casi el 30% de las personas que llamaron vivían solas y contaban con escasas redes de apoyo, y el 26% tenía una edad comprendida entre los 36 y 55 años.

Además, en el 44% de las llamadas se trataba de situaciones que se repetían, pero en las que el usuario tenía deseos e intención de cambiar mediante la orientación telefónica o expresaban su deseo de mantener un seguimiento de su caso.

Por esto, frente a las redes sociales y a las aplicaciones móviles, Hernández defiende la vigencia del teléfono como sinónimo de una llamada de calidad, personalizada y más cálida mediante una escucha activa y una relación de ayuda. El Teléfono de la Esperanza Aragón (976 23 28 28) es un número gratuito, disponible las 24 horas todos los días del año y anónimo. Sin embargo, este servicio no puede solo.

Para poner freno a este aumento de llamadas, el presidente de esta entidad aragonesa exige “pasar la soledad de lo privado a lo público” y convertirlo en un asunto de Estado, “donde las administraciones públicas se impliquen e inviertan en recursos que mejoren y agilicen este tipo de servicios” para que toda aquella persona que se sienta sola, encuentre compañía.