La viuda de Iranzo pide que Igor el Ruso "viva el resto de su vida sin la luz del sol"

“Insuficiente y errónea”. Han sido los calificativos con los que la viuda de José Luis Iranzo, el ganadero que fue asesinado el pasado 14 de diciembre en Andorra (Teruel) por el ex militar serbio Norbert Feher, ha definido este miércoles el dispositivo y la investigación realizada desde que el 5 de diciembre del pasado año dos vecinos de Albalate del Arzobispo fueron heridos de gravedad por disparos de arma corta cuando intentaban cambiar la cerradura de una masía después de haber denunciado robos. Lo cree ella y “toda la sociedad civil”, ha dejado claro Eva Febrero, que ha lamentado que “inconcebiblemente a día de hoy seguimos sin saber qué se hizo para intentar evitar lo ocurrido”.

Con gran entereza y voz enérgica, la joven ha sido la gran protagonista del homenaje que UAGA-COAG han brindado a José Luis Iranzo en el Ministerio de Agricultura, un acto que ha abarrotado el lucernario de la sede ministerial de familiares, amigos y compañeros del joven asesinado, la mayoría de ellos llegados desde Aragón. Febrero, que ha estado acompañada por el padre de José Luis, José Iranzo, dejó muchas preguntas en el aire ante un público entre el que se encontraba el delegado del Gobierno de Aragón, Gustavo Alcalde, y la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina.

“¿Se pudo evitar?”, “¿por qué la gente veía el peligro, lo avisaba y no se pusieron los medios adecuados para detenerlo? “Solo fueron necesarias ocho horas para capturarlo ¿por qué no antes?”, “¿Por qué un asesino buscado internacionalmente campaba a sus anchas en tierras despobladas de Teruel?” Pero a falta de esas respuestas, que aún no tiene, ha sido ella misma la que ha contestado. Actuar diligentemente, ha dicho, hubiera supuesto dar información clara y seguridad “a la gente que aquellos días íbamos a coger olivas con la familia o a dar de comer a los corderos por la noche con nuestros hijos”. Parecía querer dejar así claro que no es tan cierto como explican las fuerzas de seguridad que se les dio instrucciones a los vecinos de la peligrosidad del sujeto que andaba suelto y de la conveniencia de no andar solos por los parajes.

“Y poner un dispositivo adecuado”, ha insistido, hubiera supuesto capturar a una persona que durante varias semanas apenas se había movido, dejando multitud de rastros y atemorizando a la población. “La gente está indignada”, ha sentenciado con una indignada voz. “Hay que escuchar a la gente de la calle siempre”, ha dicho, al tiempo que ha recordado que ya en 2011 José Luis Iranzo llevó hasta el Ministerio del Interior la preocupación por la inseguridad que se vivía en los despoblados municipios del medio rural español, una inseguridad que seis años después le llevó a la muerte.

Febrero, que ha recordado las virtudes (muchas) de José Luis Iranzo, su amor por la vida y la familia, su pasión por la profesión que había heredado de su abuelo y de su padre, su fuerza, su rebeldía y la sensatez con la que defendió las reivindicaciones del sector desde su posición como líder agrario y ganadero, pidió “por favor” a la justicia española, a la italiana, y a aquellos que puedan definir las leyes, que el asesino que acabó con la vida de su marido “viva el resto de su vida sin luz, sin la suya propia, sin la luz de los demás y, por supuesto, sin la luz del sol”. Su ruego sonó, en un momento en el que se ha reabierto el debate, a una clara posición a favor de la prisión permanente revisable.

La joven, que ha recordado que, como define en su perfil de twitter, “creo ante todo en las personas y soy ruralista” ha lamentado que lo sucedido aquel fatídico 14 de diciembre también es un forma de destruir al medio rural, porque seguro que desanimará a la gente a tener una granja o a ir a regar. Por eso, a los allí presentes, en su mayoría agricultores y ganaderos, ha pedido unidad y fortaleza y ha lanzado el guante a un auditorio con un “cuento con todos vosotros” para aprovechar lo ocurrido para analizarlo, determinar qué ha fallado, identificar nuevos procedimientos de trabajo y actuaciones para evitar que algo así vuelva a ocurrir. “Y para explicar a mi hijo qué ha sucedido y para qué ha servido la muerte de su padre”.

Eva, que ha arrancado las lágrimas del público al hablar de las cualidades de José Luis y del dolor y la inmensa pena que le produce su pérdida, ha terminado recordando la necesidad de trabajar todos juntos para que "ser valiente no salga tan caro y ser cobarde no valga la pena”.

Todo el público puesto en pie ha arropado a  Eva Febrero y al recuerdo de José Luis Iranzo con un sonoro y un largo aplauso.

"UAGA no reblará"

Muy emocionado, el secretario general de UAGA, José Manuel Penella, ha recordado que el ganadero homenajeado iba a ser su ‘sucesor’ al frente de la organización agraria aragonesa. Lo tenía ya prácticamente asegurado apenas unos días antes de su muerte cuando, tras una reunión con el consejero de Desarrollo Rural, José Manuel Penella propuso a Iranzo que se presentara para ocupar el cargo. El joven ganadero no dijo que no. Unos días después "nos lo arrebataba un pistolero”, ha dicho Penella, que ha asegurado que desde ese fatídico 14 de diciembre UAGA tiene un compromiso: que se investigue qué se hizo y qué no y por qué se hizo. “La UAGA no reblará hasta que se sepa la verdad”, advirtió.

Fue el secretario general de COAG, Miguel Blanco, quien abrió un acto de homenaje en el que todos los participantes insistieron en el papel desempeñado por José Luis Iranzo en la defensa de la ganadería extensiva de ovino, en la que muchos de los logros conseguido llevan el sello de la lucha del pastor turolense. Blanco anunció la creación de un premio en conmemoración a Iranzo que servirá para galardonar los valores de solidaridad y esfuerzo, como los que encarnaba el pastor andorrano, de personas y entidades en la defensa de los intereses de los agricultores.

El consejero de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragon, Joaquin Olona, el máximo representantes de los jóvenes de COAG, el aragonés Marcos Garcés, intervinieron también en el arranque del acto en el que se debatieron las cualidades y los retos del pastor del siglo XIX, un figura que ya encarnaba Iranzo con sus valores, su pasión por la profesión, y su defensa a ultranza del sector por cuya modernización y dignidad siempre luchó.

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, cerró el emotivo acto, en el que un video inundó el lucernario del Ministerio con la potente voz de Iranzo pidiendo en una manifestación que "los jóvenes podamos vivir en los pueblos" mientras se escuchaba una jota interpretada por su abuelo, el Pastor de Andorra.