Fernando Alejandre: "Es solo cuestión de tiempo que una mujer llegue a general"

El jefe del Estado Mayor de la Defensa visitó esta semana la Academia General de Zaragoza para esbozar cómo será el Ejército español en el horizonte del año 2030.

El general Fernando Alejandre Martínez, jefe del Estado Mayor de la Defensa, el pasado miércoles en la sala de los directores de la Academia General Militar.
El general Fernando Alejandre Martínez, jefe del Estado Mayor de la Defensa, el pasado miércoles en la sala de los directores de la Academia General Militar.
Toni Galán

Ha regresado usted a la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza  para explicar a los cadetes cómo será el Ejército en el que prestarán servicio en 2030. ¿Cómo asumen su futuro?

He dicho a los cadetes que el cambio forma parte de nuestra idiosincrasia y de nuestra vida. Tenemos que acostumbrarnos y aceptarlo como viene. Les he contado mi plan para el diseño de las Fuerzas Armadas, que no son las mías sino las suyas. Yo ejerzo el mando del Estado Mayor de la Defensa y ahora estoy diseñando cómo será nuestro Ejército cuando ellos hayan ascendido a capitanes y comandantes. Les he hablado de las capacidades militares a largo plazo y el plan 2030. Yo diseño su futuro... para su suerte o desgracia.

Las mujeres se están movilizando más que nunca para exigir una igualdad real en todas las esferas de la sociedad. Sin embargo, se siguen conociendo casos de acoso o discriminación en el Ejército.

Somos 120.000 personas en el Ejército y cada uno tiene su forma de ser. Pero estoy convencido de que estadísticamente somos uno de los colectivos en los que las relaciones hombre-mujer están más normalizadas y son más igualitarias.

Hablando de futuro, ¿cuándo cree que habrá al fin una mujer con rango de general en nuestras Fuerzas Armadas?

Es solo una cuestión de tiempo. Yo ingresé en la Academia en 1974 y llevo 44 años de servicio. Las mujeres entraron en las Fuerzas Armadas hace 30 años, luego les queda aún un periodo. Pero una cosa, las mujeres llevan mandando desde que llegaron al Ejército. Hay sargentos de Infantería, de Caballería, de Transmisiones... Hay incluso capitanes de aviación a los mandos de un F-18. No ha habido nunca ningún intento de postergar a nadie, ni muchísimo menos. Repito, es una cuestión de tiempo, y cuando llegue el momento estoy convencido de que veremos coroneles femeninos, igual que veremos generales.

Como Jemad, es el jefe de la estructura operativa de unas Fuerzas Armadas que usted mismo ha reconocido que están al límite. En esa situación, ¿qué grado de efectividad tienen las tropas españolas en las misiones internacionales?

Como dije en la comparecencia ante la comisión de Defensa en el Congreso, las Fuerzas Armadas españolas, en un período de crisis como el que hemos vivido y del que vamos saliendo poco a poco, tuvieron que priorizar. Eso fue lo que hizo mi antecesor (almirante general Fernando García Sánchez), quien tuvo que poner los pocos mimbres que tenía en el cesto de las operaciones en el exterior. Eso hace que todo lo que queda en territorio nacional quede relegado de alguna forma y por eso hablé allí de que las Fuerzas Armadas españolas estaban al límite de su sostenimiento, que no de su operatividad. Porque gran parte del presupuesto ha ido a lo que era primacía en ese momento, que eran las operaciones.

¿Tan delicada es la situación?

Hemos tirado de la cuerda demasiado, a mi modo de ver. Mi percepción de la eficacia de las unidades militares en el exterior es excelente, como siempre, porque cumplen con su misión, son tremendamente interoperables, profesionales y extraordinarias. Tengo la suerte de mandar oficiales, suboficiales y tropa de una calidad fuera de duda. En la actualidad, hay un consenso en el Senado y el Congreso de que la inversión en seguridad y defensa debe crecer, y eso nos permitirá recuperar la operatividad de las unidades postergadas.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha prometido que España va a llegar en gasto militar hasta el 1,53% del PIB en 2024. Algunos militares creen que no se alcanzarán esas cifras y que esos planes se pueden retrasar. ¿Usted qué opina?

Tengo claro que con la ministra existe un consenso por un esfuerzo para aumentar la inversión en defensa. No soy muy proclive a hablar de cifras. Como decía un compañero recientemente, todo depende del PIB y va creciendo a un ritmo que nadie se esperaba. Las cifras son más discutibles, pero el moderado optimismo que tengo procede del propósito claro de la ministra en apostar por la inversión en seguridad.

Esta semana murió un capitán de fragata en la Antártida. Defensa está tomando pruebas de ADN a todos los militares para poderlos identificar ante un eventual accidente. ¿Es una buena medida para evitar lo que ocurrió con los errores de 30 de los 62 fallecidos en el Yak-42?

Es una práctica que lleva tiempo en marcha.

Para los que iban de misión, pero ahora se ha generalizado.

Se ha generalizado porque estamos en el siglo XXI y no en el XIX, cuando no se hacían pruebas de ADN. Cualquier lección aprendida, de accidentes o no, debe ayudar a la mejor gestión del personal cuando están en misión. No tengo claro que fuera por el accidente del Yak-42, pero desde luego es una buena idea.

¿Qué conclusiones se sacaron de una tragedia que tuvo tanto impacto para Aragón? ¿Usted tenía algún amigo entre los fallecidos?

Tenía algún compañero entre las víctimas, sí: el teniente coronel. La conclusión es que los militares españoles tienen una vida muy dura y está sujeta a unos grandes riesgos. Accidentes e incidentes ocurren. Aprendimos el valor de la vida humana y del sacrificio. Somos muy metódicos y de todo lo que nos ocurre intentamos sacar conclusiones. Lo hicimos antes y después del Yak-42.

La Brigada Aragón se despliega en mayo en Líbano. ¿De qué manera puede afectar a esta misión y a la que tienen en Turquía el devenir de la guerra en Siria? ¿Cree en la derrota del Dáesh como anunció Putin en diciembre?

El impacto que va a tener en la misión del Líbano y en la de Turquía la situación de Siria es muy pequeño. Mandamos a los artilleros antiaéreos por la petición turca para defenderse de los misiles que venían de Siria. Hay una repercusión, pero no va a variar gran cosa. A los del Líbano puede afectarles si hay combatientes que han estado en Siria que pueden refugiarse en el sur del país, donde están nuestras tropas e irá la Brigada Aragón. Ahora bien, la guerra contra el Dáesh no ha acabado. Terminar con una organización terrorista es bastante difícil porque tienen la ventaja de unos métodos distintos y no respetan fronteras. Es impredecible por naturaleza.

España participa en el apoyo de la OTAN a los países bálticos y Polonia desde el aire (los F-18, los Hércules y el A40OM de la Base de Zaragoza) y por tierra. ¿Esta fuerza de disuasión, defensiva y de control aéreo, muestra que las relaciones de las aliados y Rusia no pasan por su mejor momento o es solo una petición de los socios necesitados?

Las relaciones con Rusia no pasan por el mejor momento ni tampoco por el peor, pero la invasión de Crimea y las actuaciones en el este de Ucrania no contribuyen a la estabilidad y a la tranquilidad de los países miembros de la Alianza que son limítrofes. Los tres países del Báltico y Polonia han hecho ver a sus aliados, entre ellos a España, algún déficit que tienen y estamos completando sus capacidades, con despliegues y operaciones de disuasión sobre Rusia. Le recordamos que esto es una Alianza Atlántica y tiene un compromiso que es vinculante porque el territorio aliado es inviolable y un ataque sobre uno es contra todos.

¿La OTAN está reactivando la aplicación de ese artículo 5 en los países bálticos sin el ataque directo, pero allí se percibe el miedo ante Rusia?

Es razonable. Estos países saben que al otro lado de la frontera hay divisiones rusas que están haciendo maniobras. Sienten la presión y van a Bruselas o a la cumbre de Varsovia para pedir la colaboración. No hemos reactivado el artículo 5, pero recordamos nuestras obligaciones en la Alianza Atlántica de mantener íntegro el territorio de sus aliados.

¿El futuro de las FAS es la ciberdefensa y el control de las redes ante los ataques cibernéticos que se ven desde Rusia?

La ciberdefensa es una preocupación y el ciberespacio un campo nuevo al que los militares de mi edad no estamos acostumbrados. Por eso hemos creado un mando conjunto que está dando sus primeros pasos con limitaciones para proporcionar la defensa que necesitamos en el ciberespacio, pero pronto trabajará a pleno rendimiento. Pasa como con el terrorismo, no hay fronteras. Por eso es muy difícil atribuir acciones a un determinado país. No tengo ninguna noción de una actuación de Rusia, pero es nuestro futuro campo de batalla y hay que prepararse. Hay un componente civil en las redes sociales, pero nosotros solo protegemos nuestras redes militares.

En el cuartel de Monzalbarba, donde fue coronel, hay aparcados 50 blindados sin uso. ¿Cambiará esta situación o el 40% de los vehículos del Ejército seguirán parados, como asumió al tomar posesión como Jemad hace un año?

Hemos tenido que priorizar. Ha habido vehículos que han estado parados más tiempo del que debían. Espero que en breve los vehículos funcionen y todo el mundo esté a pleno rendimiento.

Los mandos de Tierra se quejan por la dificultad de financiar sus programas, como el vehículo 8x8. Quieren recibir el mismo trato que los de Aire con el avión A400M, por ejemplo.

Soy responsable del planeamiento de la defensa para el futuro, pero no me oriento exclusivamente con los programas de armamento. En relación a la reivindicación de que los programas de Tierra tengan el mismo trato, me consta que el Jefe de Estado Mayor del Ejército, Francisco Javier Varela, que es muy amigo mío, lo hace en cualquier foro y yo le apoyaré donde lo necesite. Pero lo más importante no es cambiar plataformas o modificar los carros viejos sino la mentalidad. El futuro que ha planteado el Jefe de Estado Mayor del Ejército es ir a unas unidades más pequeñas y formadas de otra manera.

Acaban de condecorar a un oficial español por repeler un ataque del yihadismo en Mali. Ese peligro se combate ahora con aviones de transporte ayudando a los franceses y enseñando a los ejércitos nativos. ¿Por qué han cambiado las misiones?

El comandante Miguel Ángel Franco es hijo de un profesor mío que es zaragozano. Han cambiado mucho las operaciones porque cuando estuvimos en Bosnia o Kosovo hacíamos de interposición entre fuerzas que atacaban a otras o a civiles y nosotros nos colocábamos en medio con mandato de la ONU o de la OTAN. Evitábamos que se mataran entre ellos. Ahora nos defendemos del terrorismo e instruimos a las fuerzas de determinados países o apoyamos a las tropas francesas para estabilizarlos y evitar que el yihadismo se nos acerque. Lo que hizo la UE o la OTAN en Afganistán fue ir a buscar el problema a su territorio y evitar que no siga llegando a nuestros países.

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