Caldearenas: secreto a voces busca detective para salir a la luz

El municipio de Caldearenas comprende ocho núcleos habitados de población en un valle de gran belleza que no cuenta con la fama (ni la masificación) de otros enclaves oscenses.

Agustín Caballero, vecino de Caldearenas, en la Antigua Fábrica de Harina La Dolores
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Laura Uranga

Dice Lyn Briggs que Caldearenas es un poco Shangri-La. No se refiere a que la gente no envejezca en este municipio amplio y atomizado, que tiene en Javierrelatre a su localidad más conocida; alude al hecho de que es "como un mundo aparte, aislado, con una luz especial". La británica, que preside la Asociación de Empresarios Pirineos Alto Gállego, vive en Caldearenas desde 2016 tras cuatro décadas largas de vida y emprendimiento en Formigal y Sallent de Gállego; hace un lustro se compró una casita con su marido Ángel Mimbrera (antiguo profesor de la Escuela Española de Esquí) para usarla como segunda residencia en temporada de caza; al jubilarse Ángel se instalaron en el municipio, dejando los negocios en Sallent y Formigal a su hijo. Lyn ha estado siempre en el sector inmobiliario, tuvo el bar El Descanso y su hijo maneja ahora en Sallent la Boutique Nepal de alquileres de esquí y snow, además de venta de ropa deportiva.

Lyn se declara atrapada por la magia de su nuevo hogar. El alcalde, Primitivo Grasa, asiente complacido al oír las palabras de su vecina. "Hay muchas cosas de interés y otras tantas por hacer –reconoce Primitivo– y ahora mismo estamos ilusionados con la recuperación de sendas, tanto de andada como de bici, para atraer a ese tipo de turismo. Llevamos dos años muy centrados en esto; el verano pasado celebramos la primera Trail Traschinepro, con casi 170 inscritos y dos trazados, y habrá segunda edición este año con recorrido más exigente. También tenemos La Senda de Paco, un itinerario ornitológico dedicado al pastor Francisco Ubieto, que vivió 100 años".

Museo, casonas y motos

La ermita de la Virgen de los Ríos y la iglesia de los Santos Reyes –en cuyo jardín, como ejemplo de maridaje entre lo humano y lo divino, se asienta en agosto la acampada del festival Obuxo– constituyen dos polos de interés en Javierrelatre. Dentro de la iglesia hay un pequeño museo de arte sacro, con diversas reliquias. En el casco urbano, la Casa del Boticario (actualmente de propiedad privada) y la Casa Lanaspa son las dos edificaciones que llaman más la atención. En Anzánigo, cuyos servicios dependen de la Hoya de Huesca, destaca el Camping, muy frecuentado por la comunidad motera ;en tres semanas se organiza allí la XXVIII edición de la Motosemana Santa.

El municipio tiene varios establecimientos de turismo rural repartidos en sus núcleos. Además de los dos apartamentos municipales disponibles para alquiler en Javierrelatre, están las casas de Regálate Paz en Estallo, la remodelada y atractiva Casa Palacio de Serué, con un aforo de 20 personas, la Casa Pintiño en Caldearenas y varias casas de Aquilué que suelen alquilar los cazadores; buena parte de los incondicionales de este colectivo en el ámbito local se agrupan en la asociación Virgen de los Ríos, que se mueve en el segundo coto más grande en la provincia: 18.000 hectáreas.

En Javierrelatre hay otra institución del municipio: la panadería de los Castán. A sus 33 años, Alejandro suma ya tres lustros de ejercicio en este arte que su familia lleva en las venas. El pan ‘de moños’ es famoso en el lugar; acaban de abrir tienda en la calle Serrablo de Sabiñánigo, por cierto. En el local de Javierrelatre también hacen pizza casera de a metro, empanadicos de manzana y calabaza, tortas de anís, cañadas, magdalenas... un lujo. "Mi abuelo Bartolomé –señala Alejandro– llegó a los 24 años desde Agüero; su padre y su tío ya eran panaderos. Ahí sigue, después de toda la vida trabajando:al principio llevaba el pan en el tren a Sabiñánigo. Mi padre, Mariano, empezó a los 14 en el oficio".

La Harinera mágica

Si hay que identificar a la joya de la corona local en el terreno de los incentivos turísticos ‘diferentes’, el Museo de la Harinera ‘La Dolores’ es la respuesta. Agustín Castillo, otro nativo del municipio que trabajó en alquileres de Formigal muchos años y se califica orgulloso de desertor de Madrid, conoce la historia del lugar al dedillo. "Todos los agricultores de la zona llevaban el trigo y desde ahí se distribuía a toda España. Vivió un auge durante la segunda guerra mundial, porque también llevaba harina a Francia gracias al ferrocarril".

Llamada así en honor a la esposa del propietario, Fermín Martínez, la fábrica funcionó desde 1925 hasta 1968, y usaba el sistema suizo Daverio de alta precisión. Tuvo una gran relevancia. Además, generaban electricidad para todos los pueblos cercanos. "Cada casa de estos pueblos tenía derecho a dos bombillas. Javierrelatre iba aparte, porque tenía molino propio", recuerda Primitivo.

La harinera impacta: ver las máquinas y sus poleas supone asomarse a otra época. En la primera estancia puede contemplarse el aparataje del molino en funcionamiento; está muy bien conservado. Por si fuera poco, en la sala contigua se ha dispuesto la especialísima presentación de un anfitrión holográfico que explica la historia del lugar en un tono cómplice. Abre desde Semana Santa los fines de semana; en julio y agosto, a diario. Por otra parte, se está habilitando una biblioteca municipal en sus instalaciones. Las visitas escolares y familiares son el grueso de la asistencia a la instalación, aunque el alcalde reconoce que necesita un nuevo impulso "para que la visite más gente y, de paso, conozcan toda la zona. Vale la pena".

El tren que no basta, el tren que tiene que pasar más y mejor

Caldearenas afronta como municipio un problema muy serio con el tren. El popular Canfranero solamente pasa dos veces al día, una de subida y otra de bajada. Antes había más opciones, y las horas de paso estaban conceptuadas en función de su utilidad para los habitantes de la zona. Ahora, el servicio es escaso y poco práctico. El alcalde Primitivo Grasa lo explica. "Mientras tienes edad y salud para conducir, te apañas, pero para los más mayores es un problema serio lo del tren, teniendo en cuenta que es el único servicio público de transporte que hay aquí. Si tienes que ir al centro de salud de Sabiñánigo, por ejemplo, con el tren llegas a las doce del mediodía, con lo que ya no te sirve para nada, y si tienes que ir a Huesca a hacer recados o al médico, es a las siete de la tarde, con lo que tampoco se puede hacer mucho excepto buscar dónde pasar dos noches, porque al día siguiente no hay cómo volver a subir después de hacer lo que sea que se haya ido a hacer. Necesitamos un viaje más en cada sentido, a horas más prácticas. Hemos reclamado por escrito y palabra, pedido reuniones sin éxito, hecho un par de manifestaciones... y la respuesta hasta ahora ha sido nula. La parada de autobús más cercana está en Hostal de Ipiés, con lo que el problema es el mismo para los mayores, siempre dependiendo de favores. A muchos se les llena la boca a la hora de hablar de lo importante que es el apoyo al mundo rural, pero eso no puede ser solo así, de boquilla".

LOS IMPRESCINDIBLES

Leoncio Mairal

Nacido en Javierrelatre en 1928 y fallecido en Huesca en 2008, el prolífico artista fue conocido como el ‘pintor de atmósferas’, por su visión de los paisajes. Tuvo museo en el pueblo; hay un autorretrato en el museo local de arte sacro.

El tirón del Obuxo

El verano pasado, el festival de cine extraño y de terror de Javierrelatre llegó a su decimosexta edición. Un triunfo sin paliativos para este certamen, dotado de un carisma singular y siempre dispuesto a sorprender.

Los núcleos

Además del pueblo que le da nombre, el municipio de Caldearenas abarca las localidades de Anzánigo, Aquilué, Estallo, Javierrelatre, Latre, San Vicente, Serué y Sieso de Jaca, más los despoblados de Artaso y Escusaguat.

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