De historietas y tebeos

Sijena es explicada en una conseguida historia gráfica, mientras el Museo Diocesano de Lérida estudia si exhibir un tebeo mural que ensalza a personajes problemáticos.

El tebeo de Briones y Menjón narra sobriamente la historia de Sijena, con mayor atención a los tiempos actuales.
El tebeo de Briones y Menjón narra sobriamente la historia de Sijena, con mayor atención a los tiempos actuales.

La historia del Real Monasterio de Santa María en Villanueva de Sijena, es complicada por su duración: más de ochocientos años de ocupación casi ininterrumpida. De actualidad a causa de los desmanes padecidos desde 1936 hasta ahora (desmanes de vándalos y de pícaros, sucesivamente), es fácil perderse en los detalles e, incluso, confundir unos asuntos con otros. Por desdicha, no es el único pleito que las autoridades aragonesas, civiles o eclesiásticas, mantienen con el Gobierno catalán y con el obispado de Lérida.

Una buena historia gráfica

Por eso facilita mucho la comprensión ver explicado el caso de forma a la vez sintética y gráfica, poniendo imagen a los edificios y paisajes, y voz y rostro a los personajes. Lo han logrado Marisancho Menjón y Juanfer Briones, ideando un tebeo serio y entretenido, didáctico y respetuoso con lo sucedido. El lector puede acercarse a los protagonistas de los avatares antiguos del rico cenobio y también a los recientes. Puede ver, con sus rostros verdaderos, al discutido Gudiol, al tortuoso Ainaud, a la intrépida priora Pilar Samitier, al tenaz alcalde Ildefonso Salillas y a su hábil abogado Jorge Español, etc. El hilo narrativo es la investigación de un periodista, al inicio poco interesado en lo que parecía un tedioso caso de información cultural.

Editada por el Gobierno de Aragón (Educación), esta historia gráfica comienza con el origen de este monasterio aragonés de monjas aristócratas y se detiene con mayor detalle en las desdichas padecidas por el monumento, sus moradoras y sus tesoros desde 1936 en adelante.

Alzado el imponente complejo románico en el corazón de los Monegros oscenses, nació al concluir el siglo XII por obra de una infanta castellanoleonesa, Sancha, hija de Alfonso VII y esposa de Alfonso II de Aragón, el hijo de la reina Petronila y del conde Ramón Berenguer IV, por eso primer rey de Aragón y conde de Barcelona. (La historia lo llama el Casto, ignoro por qué. Acaso sea contagio con el rey asturiano Alfonso II el Casto, muy anterior, de quien se decía que no tuvo relación sexual ni con su esposa).

Santa María gozó del boato inherente a la familia regia: tierras, rentas, dineros, legados y servidumbre. Fue archivo y panteón real. Linajudos señores aragoneses, pallareses y urgeleses le encomendaban a sus hijas para profesar, instruirse o estar en custodia. Blanca, hija del rey Jaime II, fue priora del gran convento en el siglo XIV. De ahí su excepcional patrimonio artístico, con piezas rarísimas, como sus pinturas murales, de estilo insólito en tierras hispanas, o el valioso portapaz orfebrístico que se dejaron robar en un museo de Barcelona.

Vivió un régimen canónico peculiar hasta 1873, ya en declive. No obstante, las monjas sanjuanistas resistieron la decadencia material, incluso cuando, en agosto de 1936, el monumento nacional (declarado en 1923), fue incendiado y saqueado salvajemente. Lo que vino luego, incluidas las argucias eclesiásticas para despojar a Sijena, aún trae cola judicial. De ahí la oportuna edición. Briones ha atinado al alternar monocromía y color pleno para mantener dos niveles de relato que se imbrican con inteligencia.

El otro tebeo

El otro tebeo que podría tener cierta relación con Sijena lo colgó en Arco el hábil publicitario Santiago Sierra. La torpeza combinada de la dirección de esa feria y de la galerista que lo exhibía mandó retirarlo. Sierra, que gana buen dinero, es un ácrata de gabinete. Su retórica es típica: aborrece el trabajo, el capital, el Estado, la jerarquía, las patrias, etc. Y lo dice como si alguien se lo impidiese. Asegura que los dos países del mundo donde se siente peor son España... y los Emiratos Árabes, en que cortan la mano a la gente. Es su exitoso modo de detestar el mundo que lo mima. Su tebeo fotográfico muestra "personas encarceladas por tratar de hacer públicas y efectivas sus ideas sin recurrir a violencia de ningún tipo". Qué hermoso.

Pero va a ser que no. Sus ‘Presos políticos Nº 72 y 73’ pusieron una bomba en el Pilar. ‘Cariñoso’ y ‘Moniquita’ ya están libres en su Chile natal, tras pasar tres años en prisión. Se reconstruyeron, paso a paso, sus viajes de Barcelona a Zaragoza y vuelta, y la juez declaró probado que pusieron la bomba (una bombona, más dos kilos de pólvora y un temporizador, que causaron daños en 26 metros de radio) el 2 de octubre de 2013, a las 13.45.

Un comprensivo millonario leridano ha pagado 80.000 euros por ese tebeo y lo ha ofrecido al Museo Diocesano y Comarcal de Lérida, ya que en él figuran también los separatistas catalanes, presos preventivos por presunta comisión de delitos muy graves. Se ha dicho que colmaría eventualmente el hueco de las piezas sijenenses devueltas a Aragón. Estemos seguros de que no sucederá, porque el señor obispo no consentiría tamaña injuria al Pilar en el museo diocesano.