Celaya amenaza con rescindir el contrato a la constructora del hospital de Alcañiz

El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, amenazó ayer en el pleno de las Cortes con rescindir el contrato a la Unión Temporal de Empresas (UTE)_OHL-Dragados, adjudicataria de las obras del hospital de Alcañiz. A pregunta de Podemos, confirmó que existen problemas con la empresa y que el Gobierno de Aragón ya se ha dirigido a ella por carta para transmitirle su malestar por la lenta evolución de los trabajos. El Ejecutivo autonómico ya sopesó en su día sancionar económicamente a la UTE, ya que la primera piedra se puso en octubre y aún no se han comenzado los movimientos de tierra.

Aunque ninguna de las partes quiso aclarar por qué no han empezado los trabajos –la UTE declinó hacer declaraciones–, la explicación estaría en que la empresa habría pedido más dinero al Gobierno de Aragón, posibilidad que no contempla la ley de contratos del sector público. También ha de tenerse en cuenta que el Ejecutivo autonómico ha presupuestado 9,4 millones de euros para este hospital en 2018, cantidad inferior a los 11,5 millones previstos inicialmente en el plurianual.

El propio Celaya admitió que la única opción que da la actual ley de contratos pasa por rescindir el acuerdo y que el Gobierno de Aragón se quede la fianza, que asciende a tres millones de euros. "¿O qué quiere, que le demos diez millones más para que empiecen a trabajar rápidamente?", preguntó a la diputada podemista Marta Prades, que aseguró que la constructora "se está pasando el contrato por el arco del triunfo y está tomando el pelo" a la DGA.

El consejero reconoció que esta solución sería "fatal para todos", aunque no aclaró qué plazo da a la UTE para que inicie los trabajos. Tampoco profundizó en el contenido de la misiva.

La empresa ha concluido en las últimas semanas la colocación del vallado perimetral y ha desbrozado el terreno, pero ni siquiera ha realizado el movimiento de tierras necesario para iniciar la cimentación. Fuentes de Sanidad aseguraron que este retraso "no impide la ejecución de los trabajos en el plazo previsto en el contrato", que da a la constructora un total de 52 meses (hasta 2021). No obstante, partidos como el PP y el PAR ya han solicitado la comparecencia del presidente de Aragón, Javier Lambán, para que dé explicaciones en las Cortes.

La diputada popular Carmen Susín pidió ayer la dimisión de Celaya por lo que considera "un nuevo capítulo del culebrón del hospital de Alcañiz". A su entender, el Ejecutivo ha llegado a un punto de no retorno, motivo por el que, en su opinión, hay que exigir "responsabilidades políticas".

Susín también arremetió contra la "complacencia disimulada de Lambán". "En 2015 había proyecto y dinero. El hospital de Alcañiz sería ya una realidad a punto de inaugurarse", agregó. Aseguró, en este sentido, que el Ejecutivo de Lambán solo ha puesto hasta ahora "un cartel y una primera piedra para hacerse la foto".

Para Berta Zapater, diputada del PAR, Celaya "ha dejado de ser un interlocutor válido", ya que, según dijo, "lleva tres años mareando la perdiz". "En el día a día no hay ninguna máquina. Las obras no están en funcionamiento", apuntó.

La formación quiere que Lambán aclare "en qué va a acabar esta situación", originada después de que la UTE OHL-Dragados ganara el concurso público con una baja "muy importante". "En 2017 se dijo que si no se ejecutaba la obra era por culpa de la empresa, pero vemos que en 2018 no se ha solucionado la situación", indicó.

Podemos denunció "la escasa voluntad política del Gobierno de Aragón para que el hospital de Alcañiz sea una realidad" e Izquierda Unida reiteró la necesidad de que las obras avancen. "No es de recibo que Celaya aproveche para escurrir el bulto y no asuma su responsabilidad", dijo su coordinador general, Álvaro Sanz.