Un arquitecto aragonés, premiado en el Europan España

El zaragozano André Guiraud y su equipo se han alzado con el segundo premio de este prestigioso concurso para jóvenes promesas de la arquitectura.

Un arquitecto aragonés, premiado en el Europan España
Un arquitecto aragonés, premiado en el Europan España

El zaragozano André Guiraud y su equipo, formado por Nacho Company, Quentin Gago y Paloma Ibarra, se han alzado con el segundo premio de la última edición del Europan España, actualmente considerado el concurso europeo para jóvenes arquitectos más prestigioso del panorama emergente. Una cita bienal que nace en 1989 y reconoce cada año los proyectos urbanos más destacados de Europa creados por profesionales menores de 40 años como es el caso de Guiraud y sus compañeros. Juntos forman PAN Studio.

“Nos llamaron por teléfono desde la organización de Europan España, habían pasado seis meses después de la entrega de proyectos y nos pilló fuera de juego, no nos lo podíamos creer. Cuando entregas un concurso al que sabes que se presenta tanta gente con tan buenos proyectos, lo haces con ilusión pero sabiendo que es muy difícil ganar“, recuerda el zaragozano. En esta ultima convocatoria han participado más de 1.000 equipos de 35 países distintos.

El proyecto que les ha valido el segundo premio tiene como objetivo recuperar la plaza Al-Azraq, un espacio público de la ciudad de Alcoy. Se trata de un edificio multifuncional titulado ‘Estación Impulsa‘.“Buscamos dar visibilidad a la innovación productiva que allí se desarrolla y, al mismo tiempo, reestructurar y dinamizar el barrio en el que se ubica“, añade. Y, sobre todo, un proyecto de grandes dimensiones, sin duda uno de los grandes retos de su propuesta: “Cuando haces un proyecto de una escala tan grande en una ciudad con una identidad tan fuerte, necesitas un concepto que resuene en la cabeza de la gente. Por eso decidimos recuperar el concepto de la estación de trenes, en recuerdo de la estación que ocupó la parcela antiguamente”, indica el arquitecto.

Un arquitecto aragonés, premiado en el Europan España

Perspectiva del proyecto de André Guiraud y su equipo premiado.

En su opinión, este intento de recuperar una imagen que pertenece a los vecinos es fundamental a la hora de crear este nuevo elemento arquitectónico. “Además de los edificios que debían albergar el programa que nos pedían, propusimos crear un gran espacio público: en parte en forma de plaza y en parte en forma de Ágora cubierta, que es la parte que recuerda a la estación. Una y otra están conectadas mediante las vías por las que discurren los nuevos vagones, que posibilitan muchos usos y dinamizan el espacio público: expositores, gradas y pequeños comercios”, añade.

Un proyecto que, además, podría hacerse realidad en un futuro no muy lejano, ya que la intención del Ayuntamiento de Alcoy se llevar a cabo un gran proyecto en ese espacio para los que esta estación se alza como una de las propuestas. “Están haciendo un gran esfuerzo en crear una ciudad innovadora y la plaza de Al-Azraq es un punto clave dentro del mismo. De hecho, la seriedad y coherencia de su planteamiento fue uno de los motivos que nos impulsó a escoger esta ubicación”, asegura Guiraud.

En opinión del zaragozano, la existencia de este tipo de concursos permite dar a conocer a nuevas promesas de la arquitectura que, de otra forma, jamás podrían encontrar quien apostase por ellos. “Nuestro mayor reto ahora mismo es sacar adelante nuestro estudio y hacerlo con proyectos de los que podamos sentirnos orgullosos. La construcción de un edificio puede durar más de 50 años y, por tanto, es una gran responsabilidad”, indica.

Además, como futuro de la arquitectura, estos ‘jóvenes arquitectos’ proponen un proyecto internacional de la mano de su marca, PAN Studio. Un arte, aseguran, que no entiende de límites ni de barreras arquitectónicas. “La arquitectura tiene mucho que ver con los sentidos y las sensaciones. Nosotros compartimos una idea de lo que debe aportar la arquitectura a las personas y sobre esa base trabajamos todos, no desde dónde sea”, afirma Guiraud.

Sin embargo, lo que sí que perdura es su trabajo ya que estos edificios y estructuras se caracterizan por su longevidad. “Un buen edificio contemporáneo debería de poder adaptarse a los cambios de los usuarios. De la misma manera, como arquitectos del siglo XXI no podemos olvidar que la construcción contamina mucho y que los edificios consumen muchos recursos energéticos, debemos ser conscientes e intentar reducir el impacto que genera nuestras obras”.

La influencia de su tierra

A pesar de vivir en Burdeos, Francia, ciudad en la que estudió arquitectura, Guiraud asegura que no olvida sus raíces zaragozanas ni el lugar en el que transcurrió su infancia. “Mis primeras prácticas en 2007 tenían que ser en obra y las hice en Zaragoza a través del arquitecto Joaquin Sicilia, en la empresa Metro Kúbiko”, añade.

Además, asegura que la riqueza arquitectónica de la capital aragonesa también ha sido una influencia en su vida a lo largo de su carrera profesional: “La arquitectura Mudejar de Zaragoza es una de las grandes herencias de nuestra ciudad, visible en la tan característica fachada de la Catedral de la Seo o en la torre de la Magdalena que asemeja los alminares almohades. El patio árabe de la Aljafería con sus arcos y sus paños es otro des esos tesoros que tiene esta ciudad, recuerdo que de pequeño este lugar me impresionó por su gran belleza”.

También destaca los nuevos edificios y elementos que se han construido en la ciudad en la ultima década, sobre todo a raíz de la Exposición Internacional del Agua de 2008 que le ha servido para dotarse de nuevos equipamientos de gran calidad “como la Estación Delicias del arquitecto Carlos Ferrater, el pabellón de España de Patxi Mangado o el Palacio de Congresos de Nieto y Sobejano. Edificios diseñados por arquitectos con los que comparto una misma sensibilidad arquitectónica”, reivindica el zaragozano.

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