Ejea de los Caballeros celebró este domingo el Día del Voto, una festividad local que se remonta hasta el año 1773. La misa mayor y la procesión de la Virgen centraron la mañana y congregaron a cientos de vecinos. El acto más importante de la jornada fue la entrega de los títulos honoríficos de la localidad a personas e instituciones ilustres. Numerosos ejeanos no quisieron perderse esta cita, celebrada este año en el Casino España. Desde su inicio, los asistentes vivieron un acto cargado de emoción, solemnidad y, sobre todo, cariño hacia la capital cincovillesa y sus gentes.

Los primeros en subir al escenario fueron los representantes del Ayuntamiento de Ejea. El equipo de gobierno, con la alcaldesa Teresa Ladrero a la cabeza, estuvo acompañado por todos los concejales de la oposición. Como si de un pleno municipal se tratase, los grupos expusieron la labor profesional y personal de cada uno de los reconocidos por la villa de Ejea. De esta forma, se concedieron las medallas de oro.

El primer ‘metal’ fue para el capitán del Real Zaragoza, Alberto Zapater, quien debutó con el equipo blanquillo en el año 2004 y al que regresó hace dos años. El futbolista, siempre vinculado su pueblo natal, aseguró que allá donde ha estado «siempre se ha escuchado hablar de Ejea». Emocionado recordó la figura de su padre, ya fallecido.

El sindicato agrario UAGA, con 400 socios en la comarca, recibió un homenaje por su lucha por favorecer el relevo generacional de las explotaciones y trabajar hacia los mercados locales y de cercanía. «Esta medalla hace seguir luchando con más dignidad por el medio rural», comentó Eduardo Navarro, de UAGA en Cinco Villas.

Otro de estos oros de la velada fue para el puesto de la Guardia Civil de Ejea de los Caballeros, en el que están destinados 52 agentes, la mayoría jóvenes de entre 30 y 35 años de fuera de Aragón, pero con importantes vínculos en el municipio tras el paso de los días. «Servir es nuestra vocación. Este reconocimiento no sería posible sin el trabajo de todas las unidades con dedicación y constancia. Un reconocimiento que nos hace trabajar más y más», apuntó el capitán del cuerpo, Javier Garrido.

La Banda de Música Municipal de Ejea, integrada por más de 150 intérpretes y por la que han pasado varias generaciones de músicos locales, recibió otra de las preciadas insignias. «Esta condecoración no solo es de la Banda, sino también de todos los que están vinculados a nosotros, desde familiares a espectadores», remarcó Concha Palacio, presidenta de la Agrupación Ateneo Musical de la Banda. Junto a ella, el actual director, Javier Comenge.

Otra medalla también multitudinaria fue la que se colgó la Banda de Música La Armónica de Rivas, con una dilatada trayectoria desde su fundación en 1880 que la convierten en la más longeva de la comarca. «Esta medalla nos acerca aún más a la ciudadanía de Ejea. Trabajamos por la música y para la comunidad. Una medalla que dedicamos a todos los músicos que nos precedieron y llevamos en el corazón», indicó María Pilar Duesca, su presidenta.

Como no podía ser de otra forma, las dos agrupaciones musicales, perfectamente armonizadas, interpretaron varias piezas, recibiendo el aplauso y el calor del público en todo momento.