Belver de Cinca: de lo templario a lo mediático

En el municipio del Bajo Cinca, de rica historia medieval y cuna de la deliciosa ‘belverina’, reside y trabaja Luis Pomar Callén, concursante del espacio de Mediaset ‘Granjero busca esposa’.

Luis Pomar, antiguo participante de 'Granjero busca esposa', preparado para abordar la receta de la deliciosa 'belverina' de Callén.
Luis Pomar, antiguo participante de 'Granjero busca esposa', preparado para abordar la receta de la deliciosa 'belverina' de Callén.
Laura Uranga

En Belver de Cinca hay mucha historia de la que sale en los libros y muchas historias que se perpetúan por tradición oral, estén finiquitadas o aún palpitantes en el día a día de un municipio singular. De origen templario, la localidad surge formalmente de la fusión con otros dos núcleos poblacionales, con acta oficial de nacimiento: el 2 de septiembre de 1240. Cuando el castillo de Monzón cayó en 1308 trasladaron a cuarenta presos a las mazmorras de la actual Casa Camilo en Belver, donde pasaron innumerables quebrantos durante más de un lustro.

El pueblo es tierra de melocotones y ganadería porcina; también tiene tradición vinícola gracias a dos fincas (privadas y alejadas del casco urbano, eso sí) tan prestigiosas como Valonga y San Miguel; esta última pertenece al grupo Codorniu Raventós. El pueblo también se ha consagrado recientemente a una especialidad deportiva de considerable impacto; el triatlón ‘cross’. La prueba se celebró a finales de junio, con los triunfos de Eva Pascual (Club Triatlón Europa) en categoría femenina y Lizer Lorente (Zerclo energía Helios) en la masculina. El club de fútbol local milita en el Grupo 2 de la Primera Regional.

Belver de Cinca: de lo templario a lo mediático

En el apartado musical, la popular Orquesta Ríos que fundara el patriarca Antonio Ríos en plena adolescencia allá por 1916, y que tuvo en su hijo Antonio a un elemento tan destacado que solía batir en duelo trompetero al gran Rudy Ventura en los cabarés de Barcelona. Sus miembros siguen haciendo música con proyectos de versiones, charangas y carreras solistas, y la orquesta no ha desaparecido, aunque se prodigue poco. La cuota mediática local en la última década, eso sí, tiene nombre y apellidos: Luis Pomar Callén.

El poder de la tele

A sus treinta y un años, el espigado Luis es popular en toda la comarca por su paso por el programa televisivo de Mediaset ‘Granjero busca esposa’; su aparición se produjo en la segunda temporada del espacio, allá por 2009. La aventura tiene, como sucede muchas veces en estas contingencias, un origen grotesco. "Veíamos el programa en la peña con los amigos –recuerda Luis– y uno de ellos me decía cada semana que me iba a apuntar, que ahí tenía que estar yo. Cumplió su amenaza, me apuntó y llamaron; dudé, pero me convencieron desde la productora diciendo que iba a decepcionar a mis amigos si lo rechazaba, que lo iba a pasar bien... acabé pensando que tampoco perdía nada. Hice varias pruebas y, casi sin darme cuenta, entré".

Luis era granjero de verdad cuando vivió aquel ‘momentum’ televisivo; ayudaba a sus padres en la explotación ganadera y los campos familiares, y había trabajado en la construcción. Por si fuera poco, ya echaba una mano en la que es hoy su ocupación principal; la panadería y repostería Callén, de la rama materna de su familia, donde se hace la extraordinaria ‘belverina’.

En el ‘reality’ le fue bien: allí se enamoró de la zaragozana Guiomar, y al concluir el programa se fueron a vivir juntos. "Todo funcionó, ella se vino a vivir a Belver... y el amor nos duró cinco años, hasta que de mutuo acuerdo nos fuimos cada uno para nuestro sitio; seguimos siendo amigos. El programa fue una buena experiencia; un mes entre Madrid, un cortijo en Trujillo y casi dos semanas aquí. Hasta que no lo vives no imaginas lo que supone un programa de este tipo. Además, los días que grabamos en el pueblo, todo el mundo se volcó". Con la otra chica que vivió la experiencia en Belver, la barcelonesa Melania, Luis también mantiene contacto de amistad en las redes sociales. Guiomar vive y trabaja en Pamplona.

El bajocinqueño recalca que no hubo trampa ni cartón en su concurso. "Mi participación fue natural; el que se vio era yo, tal y como soy. Claro que te piden que lo des todo, es normal que quieran un poco de chicha, pero ya les dije que no iba a hacer nada que no me saliera, y aceptaron. No sé lo que pasará en otros programas; ten en cuenta que aquí no había dinero de por medio, así que el planteamiento era pasárselo bien; si luego encontrabas a alguien especial, como me ocurrió, pues mucho mejor. Eso sí, ahora la búsqueda del amor la llevo por canales más normales. Y a mi amigo el cabroncete aún se la tengo que devolver", ríe.

La panadería Callén incluye una tienda multiservicio, pero la repostería es el producto estelar. "La ‘belverina’ –comenta Luis– lleva una base de hojaldre y se rellena de crema pastelera, hecha a partir de una receta de mi abuela Isabel; hacemos variedades de nata, chocolate, y trufa, pero quizá la original es la que más gusta". En el remate lleva maíz, y la fusión de dulzores con el leve deje salado de la cubierta es espectacular. Si no hay hecha al llegar, se puede encargar y darse un garbeo por el pueblo mientras la preparan. Vale la pena.

‘La Elvira’

El periodista local Óscar Senar, especializado en el mundo del cómic, tiene a Elvira Carrasquer en un pedestal. En la librería-quiosco que regentó durante veintiséis años esta mentora cultural de Óscar (ella vive en la misma casa del antiguo negocio) compró el colega sus primeros tebeos; recalca que Elvira abrió el mundo a muchos chavales del pueblo, entre los que se cuentan Óscar y su hermano Carlos, que reside y emprende en el pueblo. Carlos señala otro rincón especial de Belver: el Goya Vivardi, que fue cine, discoteca y ahora alberga actos de todo tipo, desde religiosos a teatro o conferencias.

Elvira recuerda sus años al frente del negocio con un brillo especial en los ojos. "La literatura infantil y juvenil era lo que más me gustaba, aunque personalmente también disfruto con los ensayos y los libros de filosofía. Cuando venían a mi tienda con los pequeños a por cuentos, yo recomendaba los favoritos de las abuelas, para que se los leyeran en voz alta a los nietos; así, los chicos cogía el gusto de leerlos ellos. Solo me negaba a una cosa: los libros de ocultismo y seudociencia. Esos no se vendían en mi casa".

Ros Beret, joven  trovador a la antigua usanza

El artista local Ros Beret, de 37 años de edad, es licenciado en Filología hispánica y además de escritor y actor, ha destacado como trovador y cuentacuentos; recorre pueblos de Huesca (y de toda España: no se pone límites) con sus historias. ‘Una noche con la pálida dama’, ‘La senda de la mala estrella’ o ‘La última invitada’ son algunas de las obras propias que ha representado en los últimos años. Entre las más aclamadas figura ‘Unas monedas para el barquero’, protagonizada por un náufrago recalcitrante al que Caronte, el barquero de la laguna Estigia, no quiere pasar al otro lado: teme que le pueda hundir la barca. El sufrido pasajero vaga por el mundo contando sus naufragios, con el objeto de recolectar las monedas necesarias para pagar la desproporcionada tarifa impuesta por el barquero.

Cosme Bueno, precursor de la medicina clínica

Nacido en Belver de Cinca en 1711, Bueno fue un talento leonardino de las ciencias; aunque el reconocimiento a su talento médico prima sobre el resto de aptitudes que desarrolló, también destacó como farmacólogo, geógrafo, astrónomo, meteorólogo, matemático, físico newtoniano y filósofo. Estudió Gramática Latina en España, y a los diecinueve años de edad viajó a Lima, capital del virreinato del Perú, donde se hizo doctor en medicina. Para la curación experimentó con remedios atípicos basados en productos como la cascarilla, el opio, el antimonio, la cicuta, el bálsamo de acero y el mercurio. Se hizo famoso en Perú por sus aciertos farmacológicos y su búsqueda incesante de las causas de las lesiones anatómicas.

LOS IMPRESCINDIBLES 

La familia Ríos

En 2016, la belverina Orquesta Ríos cumplió un siglo. El trompetista Antonio fue su miembro más famoso y la saga musical sigue viva. El talento se diversifica en la familia: Rubén, de 23 años, empieza a tener gran éxito como ‘chef’.

Finca Valonga

Es una antigua finca agrícola convertida en una empresa agroalimentaria, dedicada al cultivo de viñedo, nogales, olivos, almendros y cereales. Gestionada desde el año 1931 por tres generaciones de la misma familia.

Germán Ferrer

Escritor local, ha publicado dos libros sobre el pueblo; el más aireado es ‘Belver de Cinca (1931-1940). Entre la historia y la memoria’, que se nutre de entrevistas y documentación sobre la época. El segundo es la historia de un familiar.

-Ir al especial 'Aragón pueblo a pueblo'

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