A lo largo de toda la mañana de este viernes, los 22 niños seleccionados del colegio de San Ildefonso van a cantar nada más y nada menos que 1.807 premios. El mismo número de bolas de madera de boj que contiene el bombo más pequeño de los dos que hay instalados en el Teatro Real de Madrid. Y cada uno de esos premios se asignará al número que salga del otro bombo, el grande, el que contiene 100.000 bolas numeradas del 0 al 99.9999.

Aunque nuestro número tiene una posibilidad entre 100.000 de ser agraciado con el Gordo, a todos nos gusta pensar que este año vamos a ser de los que salgan del trabajo a mitad de mañana para correr a celebrarlo a la administración de lotería de turno. O bueno, aguantar el tipo hasta que termine la jornada tratando de contener la sonrisilla. Eso sí, prestando por primera vez atención a los banners de publicidad que nos saltan en la pantalla del ordenador ofreciéndonos viajes de todo tipo.

Porque sí, tal y como demuestra la encuesta callejera que hizo este jueves Heraldo TV, viajar es el primer capricho en el que piensan los aragoneses cuando se plantean qué harían si les tocara hoy la Lotería de Navidad. Y en realidad tiene sentido, porque aunque los niños canten a todo pulmón el esperado 'cuatro millones de euros', lo más frecuente es llevar un décimo de cada número (20 euros), de modo que lo máximo que te puede tocar son 400.000 euros. Sí, da para comprarse un piso y amortizar hipotecas pero por las respuestas de los encuestados, parece que a la Lotería de Navidad no se juega para acumular propiedades... Sino para pegarse caprichos. Y si lo que llevas es una participación de cinco euros con un recargo de 80 céntimos para el viaje de estudios de la hija de la vecina, lo máximo que te puede tocar son 84.000 euros (20.000 por euro jugado), que en realidad a la hora de cobrar se convertirían en 67.200 porque Hacienda se queda directamente con el 20% de todos los premios que superen los 2.500 euros.

Pero bueno, que cualquier 'pellizco' es de agradecer y si te toca una de las 1.794 pedreas (premios de 1.000 euros a la serie o 100 euros al décimo) también puedes correr a celebrarlo y descorchar una botella de cava. Pero que no sea de un Gran Reserva, que te lo gastas antes de cobrar.

De modo que seamos optimistas y demos por hecho que algo te toca. ¿Qué hacer en caso de que así sea? Siempre, claro está, antes de ponernos a reservar el viaje. Aquí una pequeña guía cortesía de Loterías y Apuestas del Estado:

En primer lugar, y aunque parezca obvio, es imprescindible llevar el décimo o resguardo premiado para poder cobrarlo. Cosa que se puede hacer desde la misma tarde del día 22 de diciembre, cuando acaben las verificaciones de los números extraídos y los procesos informáticos. Si el premio es inferior a 2.500 euros, se puede cobrar solo en alguno de los puntos de venta de Loterías. Tranquilo, ahí Hacienda no saca tajada y el premio es íntegro para ti. Si lo que tienes es una participación de un número (cualquier boleto que te haya costado menos de los 20 euros que vale un décimo) lo que tienes que hacer para cobrarla es ir directamente a la entidad emisora de la participación, porque ellos cobrarán la cantidad total y la distribuirán entre quienes les hayan comprado y vayan a reclamar su premio. Si es una ONG o el equipo de fútbol de tu hijo y lo que te ha tocado es el reintegro... Bien puedes dejar que se lo queden. Si la cantidad que te ha tocado es igual o superior a 2.500 euros, la cosa cambia. Para cobrarlo debe dirigirte única y exclusivamente a una de las entidades financieras autorizadas por SELAE, que son estas: Bankia, BBVA, Caixa Bank, Banco Popular (incluidas las oficinas del Banco Pastor), Abanca Corporación Bancaria, Ibercaja Banco, Banco Mare Nostrum (BMN), Unicaja Banco, Banco Ceiss (España Duero), Kutxabank, BBK Caja Sur, Caixa Ontinyent, Banca Sabadell, Cajamar y Laboral Kutxa). En estos casos de premios iguales o superiores a los 2.500 euros, el Estado aplica un gravamen del 20% desde el 2013. Pero no hay que preocuparse de cómo declarar ese dinero porque al cobrarlo nos lo descuentan automáticamente, por lo que esa cantidad que reclama Hacienda nunca llega realmente a nuestro bolsillo. Los primeros 2.500 euros de cada décimo quedan libres de impuestos. De modo que si nos toca, por soñar que no quede, el Gordo, y llevamos un décimo (400.000 euros) Hacienda se quedará el 20% de los 397.500 restantes y en total nosotros, a la hora de cobrar, ingresaríamos 320.500 euros. Cuidado. Los premios caducan. Lo de ser discreto y tener sangre fría está bien pero el boleto caduca a los tres meses del sorteo. Es decir, que se pueden cobrar hasta el 22 de marzo, este inclusive. Si tu décimo está deteriorado, tranquilo, hay solución. A todos se nos ha colado algo que no debía en la lavadora y más será si has salido a celebrar el premio entre ríos de cava y con el boleto en el bolsillo... ¿Qué debes hacer? Personarte en un punto de venta de Loterías, cumplimentar el formulario de 'Solicitud de pago de premios', firmarlo y aportar el décimo o resguardo deteriorado, que será remitido a Loterías para su autentificación. Se verificará y , en caso de que sea auténtico, Loterías se pondrá en contacto contigo para informarte de que ya puedes ir al puesto de venta o a la entidad financiera (según la cuantía) a cobrarlo. Si lo que ocurre es que te lo han robado... Lo mismo, pero debes haber presentado antes una denuncia ante las autoridades competentes y aportarla junto a la 'Solicitud de pago de premios'. ¿Y si comparto? Si compartes, ten cuidado y más viviendo en Aragón. Si el premio es menor a 2.500 euros, no pasa nada. Pero si la cantidad es mayor, a la hora de cobrarlo en la entidad financiera debes identificar a todos los participantes porque si no, se considerará 'una donación', y ese trámite está gravado a parte...Y por último... si eres aragonés y tienes la tremenda suerte de que al sumar el premio, tu patrimonio crece de tal manera que pasa a superar los 400.000 euros (bienes inmuebles + seguros + acciones + depósitos + obras de arte + coches + etc.) tendrás que tener en cuenta que aquí es esa la cantidad a partir de la cual se paga el impuesto de patrimonio.

Ahora ya puedes descorchar el cava e ir a la agencia de viajes.