Dos funcionarios vigilan día y noche a Igor el Ruso en la cárcel de Teruel por su peligrosidad

Cuando sale al patio de la prisión hasta cuatro empleados controlan al autor de los asesinatos. Feher disparó al menos 2 veces a Iranzo y buscó los puntos vitales desprotegidos de los dos agentes.

Igor el Ruso entra en el furgón policial tras confesar los crímenes ante la juez este domingo.
Igor el Ruso entra en el furgón policial tras confesar los crímenes ante la juez este domingo.
Jorge Escudero

El sanguinario Igor el Ruso, asesino confeso de los dos guardias civiles del puesto de Alcañiz Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero y del ganadero de Andorra José Luis Iranzo, ha sido rodeado de las máximas medidas de seguridad en la prisión de Teruel. Allí se encuentra por ahora –no se descarta su traslado a otra cárcel– desde que este domingo reconociera ante la juez de Alcañiz haber sido el autor del triple crimen, ocurrido el pasado jueves en Andorra, así como de dos intentos de homicidio al disparar el día 5 de diciembre a dos vecinos de Albalate del Arzobispo.

Dos funcionarios –cuatro si sale al patio– vigilan día y noche a Norbert Feher, que ocupa una celda especial para delincuentes muy peligrosos en la que no es necesario abrir la puerta para proporcionar al preso la comida. Con siete metros cuadrados, en el cuarto hay una cama sin ropa, un armario y un escritorio, ambos de obra. El aseo está dentro de la celda, que tiene una ventana con barrotes desde la que se ve la zona de huertas conocida como Capuchinos.

Antes de que llegara el Ruso, en esta zona había seis presos de confianza, ahora trasladados a otro módulo aún sin estrenar. La prisión duplicó hace poco su capacidad, pero sigue habiendo 200 presos, por lo que una parte de las instalaciones no se usa. Salvo este cambio, la vida del resto de los reclusos no se ha visto alterada por la llegada de Feher, que pasó su primera noche "durmiendo, tranquilo, y con total normalidad", indicaron desde la prisión.

Igor el Ruso sabía dónde disparar. El exmilitar serbio experto en el manejo de armas de fuego buscó los puntos vitales más desprotegidos de los dos agentes para acabar con su vida. Uno de ellos recibió un disparo por debajo del chaleco antibalas en la cadera y con trayectoria ascendente. Con el segundo, el asesino fue directo a la arteria femoral en la ingle. El ganadero recibió al menos dos tiros. Los tres fueron llevados al centro de salud de Andorra, cuyo personal, horrorizado, intentó, sin éxito, devolverles la vida con reanimación cardiopulmonar.

Preparaban una gran batida

Tras finalizar las primeras diligencias, el Ministerio del Interior sostiene que desde el día 5 hasta el pasado jueves, día 14 –cuando murieron los agentes y el ganadero– la Guardia Civil realizó "multitud" de rastreos por la zona. Señala que ese mismo día 14 se realizó un reconocimiento por el término municipal de Andorra, en el que participó Iranzo como buen conocedor del terreno, con el objetivo de continuar con las batidas en otras áreas de la comarca al día siguiente, en el que participarían "unidades desplazadas expresamente para este cometido".

Al término del reconocimiento del día 14, los agentes e Iranzo se separaron, regresando los primeros al cuartel. En el acuartelamiento se recibió un aviso de posibles disparos en el entorno de una masía ubicada cerca de Andorra y hasta allí se desplazaron seis agentes en compañía de un vecino. Al aproximarse a la zona –informa Interior–, observaron un vehículo con las luces encendidas y dos de los guardias civiles se quedaron comprobando el vehículo mientras el resto continuó hacia el lugar de los disparos. Rastreada la zona y al no hallar nada extraño, los cuatro agentes volvieron y encontraron a sus compañeros, Romero y Caballero, alcanzados por arma de fuego.

Mientras esto sucedía, otra patrulla que acudió a reforzar a los seis agentes inspeccionaba la masía de Iranzo localizándolo sin vida a causa de disparos. Al observar que en las inmediaciones se encontraba el padre de Iranzo, los guardias civiles lo introdujeron rápidamente en el vehículo oficial "ante el peligro de que el autor estuviera en el lugar" y lo llevaron al ambulatorio, regresando a la masía para trasladar el cuerpo sin vida de Iranzo hasta el centro de salud.

La Guardia Civil relata que, tras lo sucedido, se estableció un amplio dispositivo policial con el control de carreteras y caminos que dio como resultado la localización y detención del fugitivo en Mirambel la madrugada del pasado 15 de diciembre. Las unidades que componían este operativo eran las que estaba previsto que se incorporaran al día siguiente para localizar al autor de lo sucedido días antes en Albalate. Además, se alertó también a las comandancias de las provincias limítrofes. Componentes de la de Castellón encontraron a Feher junto la carretera tras haberse accidentado con el coche que robó a Iranzo y con el que emprendió la huida desde la masía de Andorra.

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