Las buenas prácticas también tienen su premio en Zaragoza

Hacer reír e innovar por una buena causa también tienen su  reconocimiento en la capital aragonesa, al menos así ha sido gracias a la celebración de la XVI edición del Premio Ebrópolis a las Buenas Prácticas Ciudadanas que ha tenido lugar este lunes, 11 de diciembre, en la sede de Ibercaja, y que ha recaído sobre el proyecto de brazo biónico de la Asociación de Amputados de Aragón (ADAMPI) y la labor desempeñada por el colectivo de payasos de hospital de Clowntagiosos.

Desde la entidad organizadora del evento explicaban que las dos entidades ganadoras compartirán los 6.000 € del premio, que por primera vez en su historia se entrega de forma compartida, y que se antepusieron a un total de 90 candidaturas.

Precisamente, hace unos meses contábamos la apasionante historia del brazo biónico de Alberto García, vecino de Zaragoza de 14 años que nació con lo que se conoce como agenesia, es decir, una malformación congénita que afectó a su brazo izquierdo. Era la propia Nuria Rivas, presidenta de ADAMPI-Aragón, la que iniciaría una investigación para desarrollar esta prótesis, que no habría sido posible sin el apoyo y la coordinación de la Fundación San Valero.

En su caso, se trata de un proyecto de desarrollo de prótesis funcionales y sobre todo asequibles, realizada mediante impresión 3D y pensada para el colectivo de personas con amputaciones y/o agenesias de Aragón. “En la actualidad contamos con más de 1.600 personas afectadas en Aragón, sin embargo, en la asociación llegamos al centenar. Es por eso que este tipo de iniciativas nos ayudan a darnos a conocer y llegar a mucha más gente”, asegura Rivas.

Aunque el proyecto ya se presentó el pasado año, Rivas asegura que el hecho de tener un prototipo fabricado, capaz de realizar hasta tres movimientos con los dedos (pinzar, abrir y cerrar tres dedos y mover el índice de manera independiente), ha supuesto la diferenciación en esta edición. “Hay que recordar que se trata de un proyecto desarrollado por estudiantes de los grados de Electrónica y Fabricación Mecánica de Grupo San Valero”, añade.

Ahora, y tras el reconocimiento recibido, “toca pensar en el siguiente paso que vamos a dar, ya que estamos viendo la posibilidad de seguir haciendo más unidades aunque no lo tenemos muy claro”, asegura Rivas. Este prototipo tiene un precio de apenas 1.500 euros, frente a las 10.000 que puede costar en el mercado. “Se trata de un modelo que permite cambiar piezas sueltas en lugar del brazo entero, y que reduce de manera muy considerable los costes de fabricación”,concluye.

Premio a la risa

Los otros protagonistas de la jornada fueron los integrantes de la ONG Clowntagiosos, payasos de hospital, quienes dedican parte de su tiempo de forma desinteresada para alegrar unos momentos difíciles para quienes deben de pasar una temporada ingresados. Como explicaba el propio jurado de los premios, se trata de un proyecto sencillo, “con un compromiso duradero en el tiempo, que demuestra cómo con pequeños gestos todos podemos enriquecer nuestra sociedad”.

Por su parte, Dedi Durán, coordinador del grupo, asegura que el mayor premio es el reconocimiento. “Queremos aumentar la familia y seguir creciendo y llegar a más sitios”, explica Durán, en la actualidad uno de los 12 payasos de la organización. ¿Cuáles son los ingredientes fundamentales? “Sobre todo tener un poco de tiempo libre y muchas ganas de cambiar el mundo”, concluye.

También hubo un hueco para las menciones especiales, las cuales decayeron en esta ocasión sobre la Fundación Piquer y la Asociación DYA Zaragoza, compuesta exclusivamente por voluntarios.