Los técnicos del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón  no tienen dudas: al menos dos de los nueve incendios que se han producido en Aragón en los diez primeros días de diciembre han sido provocados e intencionados.

El consejero Joaquín Olona ha asegurado este martes ante los medios de comunicación que los fuegos ocurridos en Valderrobres (Teruel) y Torre la Ribera (Huesca) que calcinaron 200 y 10,6 hectáreas de terreno respectivamente no han sido producto del azar, la casualidad o los fenómenos meteorológicos. Ni siquiera de la negligencia o el descuido humano sino que fueron provocados con la intención de dañar.

Las investigaciones de los APN han revelado, ha dicho Olona, que los puntos de origen de ambos fuegos se corresponden con lugares sin actividad agrícola o ganadera, sin tendidos eléctricos cerca y que los incendios no se generaron como consecuencia de fenómenos  naturales como los rayos o la sequía.

Ante esta situación, que ha sido calificada por el responsable político como "novedosa, sorprendente, gravísima y muy preocupante", Desarrollo Rural ha pedido ayuda a la Guardia Civil para que les ayude a investigar los sucesos y a identificar a los causantes de los incendios, de forma que puedan ser puestos a disposición judicial.

Asimismo, van a contar con la Guardia Civil para que colabore y complemente las labores de vigilancia que llevan a cabo los agentes forestales aragoneses.

El consejero de Desarrollo Rural ha evitado facilitar datos sobre las hipótesis de trabajo que manejan y no ha querido detallar los probables perfiles de los causantes de los fuegos, pero sí se ha mostrado muy molesto y ha lamentado que se estén utilizando para cuestiones ajenas a la defensa y el cuidado de la naturaleza. "Se están instrumentalizando –ha dicho– estos incendios provocados para defender intereses particulares", algo que ha calificado de "penoso e inaceptable".

Con esta referencia, Olona señalaba directamente a trabajadores de Sarga que han criticado en los últimos días con dureza tanto la gestión ordinaria que se hace desde el Gobierno de Aragón de los operativos antiincendios como de la actuación concreta llevada a cabo en los dos fuegos mencionados de Huesca y Teruel.

Olona ha dicho taxativamente que el Departamento que dirige no va a "claudicar ante amenazas que no están justificadas" y ha defendido el trabajo realizado en la extinción de estos fuegos.

El consejero ha avanzado también que hasta que no se identifique a los culpables de provocar los fuegos, Aragón se mantiene en estado de prealerta por el riesgo de incendios, con lo que se extremará la vigilancia.

Ha recordado también que en situaciones excepcionales, se puede movilizar a todo el personal de Sarga, independientemente de que una parte del operativo forestal esté dedicado, en un momento determinado, a labores selvícolas.

El consejero ha señalado que actualmente el operativo forestal del Gobierno de Aragón está compuesto por 962 personas, 544 contratadas por la empresa pública Sarga y 418 correspondientes a los medios del Ejecutivo, y que "todas ellas están disponibles para acudir a un incendio si fuera necesario".