Filas para ver las piezas, que se cuelan en la campaña electoral

El anunciado retorno de las obras de Sijena disparó las visitas en el Museo de Lérida ya que, según lo previsto, era su último día de exposición al público, antes de cumplir con la orden judicial de traslado a Aragón.

Numerosas personas visitan este domingo el Museo de Lérida.
Comienza el operativo en el Museo de Lérida para trrasladar los bienes de Sijena
Javier Blasco

El anunciado retorno de las obras de Sijena disparó  las visitas en el Museo de Lérida ya que, según lo previsto, era su último día de exposición al público, antes de cumplir con la orden judicial de traslado a Aragón.

De las 44 obras reclamadas, el público pudo disfrutar de siete, las únicas expuestas, que fueron las más buscadas y admiradas, convirtiéndose en objetivo de cámaras fotográficas y móviles. " Hemos venido a verlas antes de que se las lleven" , reconocían Sergio Cabrero y Marta Seguí, de Barcelona, que hubieran preferido una solución " basada en el diálogo" . De una u otra forma, tras contemplarlas, destacaban su belleza y al final, el hecho de que se marchan " muy cerca, lo que nos permitirá volver a verlas" .

Más combativos se mostraron otros visitantes, que insistieron en la " legalidad" de las operaciones de compraventa por parte de la Generalitat, llegando a calificar su traslado de " indecencia y ridículo" , como señalaron Josep Lluís Escuer y su mujer, Margarita Sales, de Lérida, que lucían un lazo amarillo en la solapa.

En los últimos días, el conflicto de arte sacro se ha colado en la campaña electoral de Cataluña. Para el expresidente y candidato de JuntsxCat, Carlos Puigdemont, el PSC es " cómplice" de la aplicación del artículo 155 y por lo tanto, " no nos creeremos sus lágrimas de cocodrilo cuando se lleven las obras de Sijena" , señaló, haciendo una mención expresa al alcalde de Lérida, Ángel Ros, del PSC. El primer edil respondió de inmediato, señalando que el 155 " no es un artículo pensado para incidir en contenciosos entre administraciones o entre administraciones y particulares" .

En algunos momentos, la recepción del Museo de Lérida llegó a registrar pequeñas colas, en las que predominaron visitantes de diferentes localidades catalanas, especialmente de las provincias de Lérida, Tarragona y Barcelona. A lo largo de la última semana, el espacio ha llegado a recibir a alrededor de un millar de visitantes, una cifra cercana a la media mensual.

"Es lógico y justo que vuelvan"

Desde Gerona, atraídos por la popularidad del litigio, llegaron Iván Puigbertrán y Josep Bonet. "Nos parecen una maravilla y antes de su marcha, queríamos tener la oportunidad de verlas", señalaron. Ambos se mostraron partidarios de que "vuelvan a su lugar de origen; sería lo más justo y lógico", subrayaron. Nada de acuerdo estuvieron otros visitantes. Dos amigas, Rosa María Sanz y Montserrat Soler, de Barcelona, se mostraron convencidas de que las obras hubieran desaparecido en Aragón. " Allá se hubieran perdido" , aseveraron.

Durante toda la jornada, el Museo de Lérida estuvo ‘tomado’ por numerosos medios de comunicación, que, al igual que los visitantes, fijaron sus objetivos en las siete obras expuestas. El resto, 37, permanecieron en los almacenes. Entre estas últimas, la mayoría son cuadros (20 pinturas sobre lienzos y 7 sobre tabla). Muchas son obras de grandes dimensiones, como el cuadro de la infanta Dulce, del siglo XVIII y que alcanza los dos metros de altura.

Entre las obras expuestas, están las tres cajas sepulcrales de las prioras, datadas en el siglo XV, y los cuatro alabastros del retablo de Santa Ana, del escultor Gabriel Joly. Del conjunto de la colección de Sijena, los sepulcros, que pertenecieron a Isabel de Aragón, Beatriz Cornel y Francisquina de Erill y Castro, tienen la tasación más alta, 450.000 euros cada uno.

Las 44 obras de Sijena que se trasladan llevan casi medio siglo fuera de Aragón. Junto a otros objetos, salieron en los años 70 de la mano del entonces obispo de Lérida, Ramón Malla, aprovechando la ausencia de las monjas de Sijena, que habían sido realojadas de forma temporal mientras se llevaba a cabo la restauración del monasterio.

Una compraventa de 1983 nula

Posteriormente, hubo una operación de compraventa entre las monjas sanjuanistas y la Generalitat en el año 1983, que el juzgado oscense declaró nula, lo mismo que otras dos posteriores, en 1991 y 1994. En este último caso, fueron los 53 bienes, de los que 51 volvieron en el mes de julio de 2016 al monasterio de Sijena desde el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y dos siguen extraviados.

De acuerdo con el fallo judicial, las piezas nunca debieron salir del monasterio, declarado Monumento Nacional en 1923 y por lo tanto considerado como un conjunto indivisible. Además, las compraventas se llevaron a cabo sin las autorizaciones necesarias y nunca ha podido confirmarse el pago total de las cantidades fijadas en los contratos.

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