Lucha sin cuartel contra el alcohol al volante: en Aragón se realizan 500 pruebas de alcoholemia al día

El exceso de velocidad y el consumo de alcohol y otras drogas al volante son las principales causas de mortalidad en las carreteras españolas. La incidencia de estos factores en los accidentes de tráfico que se registran en nuestro país ha ido descendiendo en los últimos años, pero la realidad es que siguen estando detrás de muchos siniestros. La voluntad de la Administración se encamina a reducir esta realidad a su mínima expresión.

En el camino hacia la concienciación total de los conductores para que no consuman drogas al volante y respeten los límites de velocidad, el Ministerio del Interior encuentra buenos aliados en las campañas de sensibilización, que cada vez son más impactantes y apelan a los sentimientos de los receptores, pero los controles que se realizan en las carreteras y que implican sanciones si no se respeta lo establecido en las leyes se revelan como las herrramientas más eficaces.

De acuerdo con los datos de los subsectores de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Aragón, en los últimos años han aumentado de forma considerable los controles de alcoholemia y consumo de drogas en las carreteras. El año pasado se realizaron en Aragón un total de 183.160 pruebas para controlar si los conductores habían ingerido alcohol, lo que arroja una media de 500 controles diarios.

Muchos de estos controles acabaron en multas y otros, los más graves, en los juzgados, al registrar los alcoholímetros tasas que superaban los mínimos penales fijados por ley. El Gobierno central facilitó hace unos meses el número de conductores aragoneses multados en 2016 por consumo de alcohol al volante: fueron 1.702.

En lo que se refiere a consumo de drogas y otras sustancias psicotrópicas, los datos evidencian un control más laxo: en todo el año se realizaron en la Comunidad 4.646 pruebas para detectar el consumo de este tipo de sustancias, de acuerdo con los datos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

Más de un millar de condenados

Además, a lo largo del año pasado más de un millar de conductores de la Comunidad pasaron por un juzgado y salieron de él con una condena bajo el brazo por haber cometido consumido alguna droga al volante. De acuerdo con las estadísticas de la Fiscalía General del Estado, dos de cada tres condenas a conductores se dictan por este tipo de conductas imprudentes. El año pasado el número de condenados superó el millar. Los jueces les impusieron retiradas temporales de carné, sanciones ecónomicas, trabajos en beneficio de la Comunidad y, en algunos casos, hasta penas de privación de libertad.

Muchos conductores todavía siguen subestimando las consecuencias de consumir alcohol y drogas y, después, coger el coche, a pesar de las tragedias que se escriben detrás de este tipo de comportamientos. Porque el alcohol o las drogas han estado detrás de varios accidentes mortales este año en Aragón. El 16 de julio, el ciclista José Lorenzo Albelda murió atropellado cerca de Cella. El conductor del turismo que causó la tragedia dio una tasa de 0,31 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

En este sentido las mayores tragedias se han escrito a nivel nacional. En mayo, una conductora ebria y drogada arrolló a un grupo de ciclistas en Oliva (Valencia): mató a dos en el momento y uno murió días más tarde. Además, otros dos miembros del grupo resultaron heridos de gravedad. Hace tan solo unos días se registró otro siniestro con varios muertos, cuando un camionero que dio positivo en cocaína no se percató de una retención en plena autovía a la altura de la localidad murciana de Sangonera la Seca y embistió a varios coches. Murieron cinco personas, cuatro de ellas de una misma familia, y diez resultaron heridas de distinta consideración.

La responsabilidad al volante lo es todo. No solo para evitar muertes en la carretera, también para reducir a cero el número de heridos que dejan estos accidentes y que a veces es una realidad que pasa inadvertida. De acuerdo con un estudio elaborado por la Fundación Línea Directa y que fue publicado hace unos días, entre 2006 y 2015 se han registrado en España más de 1,3 millones de lesionados en siniestros de tráfico, el equivalente a casi el 3% de la población del país. En este periodo la fundación ha contabilizado más de 910.000 accidentes y sostiene que el 70% de las personas que resultan heridas de gravedad sufren secuelas para el resto de su vida.