Los juzgados aragoneses investigaron 183 casos de abuso o acoso sexual en 2016

Los principales sindicatos coinciden al señalar que, en el ámbito laboral, estas conductas están mucho más arraigadas de lo que se cree.

Acoso y abuso sexual en Aragón

En las últimas semanas, varias actrices españolas han roto su silencio y desvelado que en algún momento de su carrera se han sentido víctimas de abuso o acoso sexual por parte de compañeros de profesión o de personas de su entorno que se encontraban en una situación de superioridad.

El caso de Harvey Weinstein, en Estados Unidos, ha servido para que los medios de todo el mundo pusiesen el foco en un problema que rezuma no solo en el mundo del cine, sino en prácticamente todos los sectores profesionales, tal y como corroboran las secretarías de Igualdad de las principales organizaciones de trabajadores.

En Aragón, los juzgados investigaron a lo largo del año pasado 165 posibles delitos de abusos sexuales y 18 de acoso, aunque solo llegaron a dictarse 24 sentencias firmes por estos mismos motivos, según figura en la última memoria de la Fiscalía.

En qué consisten

El Código Penal define el abuso sexual como el delito perpetrado por quien "sin violencia o intimidación" pero "sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona", considerando también como tal cuando el consentimiento se obtenga "prevaliéndose de una situación de superioridad manifiesta". Circunstancia esta última que podría aplicarse en los casos en los que la víctima se siente obligada a permitir determinadas situaciones por temor, por ejemplo, a perder su puesto de trabajo.

Respecto al acoso sexual, el artículo 184 del Código Penal lo define como el delito de "solicitar favores de naturaleza sexual en el ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios continuada o habitual", provocando en la víctima una situación "intimidatoria, hostil o humillante" y lo castiga con penas de prisión de entre tres y cinco meses. Si además quien lo perpetra se encuentra en una situación de superioridad laboral que utiliza para amenazar desde ella a la víctima -ya sea de forma expresa o tácita-, la pena se eleva hasta los siete meses.

Efectos en la víctima

Este mismo año ha sido muy sonado en Zaragoza el caso de un jefe de zona de una conocida cadena de tiendas de ropa que fue condenado por realizar comentarios inapropiados y explícitos de índole sexual a una dependienta durante toda una jornada laboral. Incluso llegó a realizar tocamientos a la empleada y a sugerirle que podría llegar lejos en la empresa si accedía a mantener relaciones sexuales. La dependienta sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser atendida en el Royo Villanova.

Ignació Millán, del despacho de abogados que llevó él caso (Casino & Millán), reconoce que es habitual que las víctimas sufran cuadros de ansiedad tras vivir este tipo de episodios y por eso recomienda acudir a Urgencias para, al menos, tener una prueba en la que basarse. "Muchas veces no saben qué hacer o ni siquiera están seguras de si están siendo o no víctimas de acoso porque determinadas situaciones llegan a normalizarse. Eso, con el tiempo, puede derivar en depresión y debe atajarse y afrontarse tanto por la vía penal como por la laboral", explica desde su experiencia.

José de las Morenas, secretario de Política Sindical de UGT, coincide en las repercusiones que pueden tener sobre la salud de las víctimas los episodios de acoso y reclama que se incluya el acoso sexual en los planes de riesgos laborales de las empresas. "Debería tenerse en cuenta como un riesgo psicosocial y todas las empresas deberían tener protocolos de prevención e intervención en estas materias", opina De las Morenas.

La asesoría jurídica de UGT intervino a lo largo del año pasado en una treintena de casos de acoso sexual aunque solo seis de ellos llegaron a juicio. "Lamentablemente muchos casos terminan con el abandono del puesto de trabajo por parte de la víctima y eso no debería ser así, no debería castigarse ni penalizarse más a la víctima, sino protegerla".

Desde CC.OO., Elena Pérez, secretaria regional de Políticas de Igualdad, apunta que su sindicato tramitó también a lo largo del año pasado 31 casos relacionados con acoso sexual en Aragón pero recuerda que puede haber más casos ocultos, porque no es algo fácil de denunciar: "El 62% de las mujeres que se ven en esta situación intentan evitar a su acosador, incluso en ocasiones optan por abandonar el trabajo como única forma de acabar con el acoso", expone Pérez en base a un estudio elaborado por la Secretaría Confederal de la Mujer de su sindicato. Ese mismo estudio reveló que un 18,3% de las mujeres trabajadores españolas ha sufrido alguna vez una situación de acoso sexual.

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