Las carreteras aragonesas se cobran ya 55 vidas, tantas como en todo 2016

El peor verano de los últimos años y la alta siniestralidad de la N-II y la N-232 rompen la prolongada tendencia positiva.

El último accidente mortal se registró el pasado sábado en la N-II a su paso por Pina de Ebro, donde un zaragozano de 33 años perdió la vida al chocar con un camión.
El último accidente mortal se registró el pasado sábado en la N-II a su paso por Pina de Ebro, donde un zaragozano de 33 años perdió la vida al chocar con un camión.
DPZ

Lo que parecía inevitable se ha confirmado. La tendencia positiva de toda una década se ha roto y Aragón no volverá a batir este año otro récord a la baja de muertes en carretera. Porque a falta de casi dos meses para que expire 2017, las carreteras de la Comunidad se han cobrado ya 55 vidas, las mismas que en todo 2016. Con esta histórica cifra se ha tocado por tanto suelo y ahora solo queda aguardar a ver cómo transcurren los meses de noviembre y diciembre para saber cuán grave es el repunte.

 

El incremento de los accidentes mortales en vías interurbanas no afecta tan solo a Aragón, ya que son un total de 10 las comunidades en la misma situación. Según el último balance oficial de la Dirección General de Tráfico (DGT), de fecha 22 de octubre, en la red nacional han fallecido ya 980 personas, lo que supone también un aumento del 3% con respecto al mismo periodo de 2016.

En el caso aragonés, dos son los factores que han contribuido de una manera significativa a este balance negativo: las trágicas cifras del pasado verano y la alta siniestralidad que una vez más han registrado los tramos sin desdoblar de la N-II y la N-232. De hecho, ha sido el último accidente mortal en la primera de estas nacionales, ocurrido el sábado y en el que perdió la vida un zaragozano de 33 años, el que ha hecho alcanzar la cifra de 55 muertos.

Un único siniestro mortal en el tramo entre Alfajarín y Fraga en todo 2016 parecía invitar al optimismo. Pero la realidad ha sido otra, y con cinco decesos hasta la fecha la N-II vuelve a erigirse como la carretera más peligrosa de Aragón (con permiso de la N-211, que va de Monreal del Campo a Mequinenza y que suma otros cinco muertos en este atípico 2017).

El peaje se paga con vidas

De la necesidad urgente de adoptar más medidas para sacar el transporte pesado de la N-II dan prueba las cinco muertes que se contabilizan en estos diez primeros meses del año en el tramo que discurre paralelo a la AP-2. Porque todas estas víctimas han perdido la vida en choques frontales o laterales con camiones.

El Ministerio de Fomento y el Gobierno aragonés son conscientes de que subvencionar a los transportistas parte del peaje entre Alfajarín y Fraga resulta insuficiente. De hecho, se estima que cada día hacen este recorrido una media de 5.145 camiones, mientras que por la autopista solo circulan la mitad: 2.527. El problema es prácticamente el mismo en el conflictivo trayecto de la N-232 entre Figueruelas y Mallén. De ahí que, a comienzos de año, ambas administraciones anunciaran su deseo de obligar al tráfico pesado a utilizar las autopistas AP-2 y AP-68. Pero la voluntad no se ha traducido hasta el momento en realidad, y las muertes siguen aumentando.

Al margen de la situación de la red viaria, preocupa el notable incremento de las actitudes imprudentes al volante que están provocando un notable incremento de las sanciones.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión