¿Qué se encierra bajo las siglas de Asedas?

Son las siglas de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, que agrupa a las principales cadenas de supermercados de España. Estas empresas lideran la distribución de alimentos en nuestro país, con un 67% de cuota de mercado.

¿Qué finalidad persigue la asociación?

Nuestro objetivo fundamental es servir cada día mejor al consumidor buscando la manera más adecuada de acercar a los hogares españoles un surtido amplio de productos de gran consumo a precios muy competitivos y tratando de conseguir que el consumidor tenga acceso a ellos a muy pocos metros de su casa.

Una modalidad de compra que se ha impuesto en los últimos años.

Así es. El formato supermercado de proximidad es el que más ha crecido en España en los últimos años.

Dentro de este sector, ¿es importante hablar de cadenas de valor compartido para mejorar?

Los consumidores españoles tenemos acceso diario a alimentos de gran calidad, seguros y a pocos metros de nuestros hogares. Además, podemos elegir entre una gran cantidad de firmas y establecimientos. Eso genera una gran competencia. Por eso, en el caso de la cadena de valor compartido es clave funcionar de forma totalmente engranada para que desde la producción a la distribución exista mayor estabilidad.

¿Cómo ha evolucionado este sector en los últimos años?

Se ha producido un gran desarrollo en el campo de la logística por parte de las empresas de distribución. Y gracias a grandes inversiones tecnológicas se ha conseguido que los productos, sobre todo los superfrescos, lleguen del campo a los lineales del supermercado en menos de 24 horas, a precios muy competitivos.

Pero en ocasiones los agricultores se quejan de la volatilidad de los precios y su escaso margen de beneficio.

Debido a las especiales condiciones de este sector, cuyo rendimiento depende de muchos factores, incluidos los climatológicos, es lógico que exista volatilidad de precios en origen y que los agricultores muestren su malestar por ello. Desde hace mucho tiempo, en la asociación mantenemos una relación muy intensa y leal con este primer eslabón de la cadena y hoy por hoy todos tenemos claro que el problema no son los intermediarios, sino que hay costes que se intentan reducir cada vez más para beneficiar al consumidor y esto hace que el nuestro sea uno de los sistemas de distribución de alimentos más eficientes de Europa, con unos precios venta al público que están 7 puntos por debajo de la media europea.

¿Cómo afrontan situaciones como la que surgió a principios de este año con el alto precio de productos como el calabacín?

Las empresas de distribución tratamos de suavizar la volatilidad de los precios de origen para que esas subidas no influyan en el hecho de que el consumidor traslade su compra a otros lugares donde lo encuentre más barato. Tenemos monitorizado que el 85% de la información que sale en los medios sobre nuestro sector tiene connotaciones negativas y eso es lo que hay que evitar. Cada día entran a nuestras empresas 20 millones de personas que nos hacen un examen.

¿Es fiel el consumidor español?

Antes de la crisis, el consumidor daba más importancia a la calidad de los productos. En la crisis, el precio ha sido la variable que más condicionaba la elección del producto y ahora su consumo es más racional, se ha incrementado el número de veces que va a la tienda, pero ha bajado el ticket medio.

¿Qué papel juega el comercio electrónico dentro del sector?

Todas las empresas de supermercados están viendo la forma de avanzar en comercio electrónico, pero están encontrando serias dificultades para rentabilizar el negocio porque existe una gran oferta de productos de alimentación y gran consumo en proximidad, a precios muy competitivos.

¿Cuáles son las claves de futuro para que la cadena funcione?

Para nosotros es fundamental pasar de consumir lo que se produce a producir lo que se consume. Para eso hace falta mucha colaboración por parte de todos.

- Más información en el Suplemento Heraldo del Campo.