El centro penitenciario de Zuera es uno de los elegidos por Instituciones Penitenciarios para que los yihadistas condenados por la Audiencia Nacional cumplan sus penas en España o el tiempo de detención provisional. En estos momentos, hay siete integrantes del grupo terrorista y están en el módulo de aislamiento de la prisión aragonesa, lo que impide que tengan relación entre ellos en las cuatro horas de patio de las que disponen como máximo, ya que no lo pueden compartir, según fuentes penitenciarias.

El juez Fernando Andreu ordenó prisión para dos de los cuatro detenidos por los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado 17 de agosto. Mohammed Houli Chemlal, que resultó herido en la explosión de Alcanar, fue enviado a la cárcel de Alcalá Meco y a Driss Oukabir, hermano de uno de los seis fallecidos, a Soto del Real. Aragón suele utilizarse de paso si los presos son enviados a Cataluña o bien como medida para acercarlos a sus familias.

El centro de Zuera es una de las prisiones utilizadas por el Ministerio del Interior para la dispersión de los terroristas yihadistas, una política que se ha aplicado muchos años con los miembros de ETA y Grapo. De hecho, los internos que están en Aragón no suelen tener familiares aquí. Entre los que hay ahora se encuentran arrestados en operaciones policiales realizadas en Melilla, Ceuta o Barcelona.

Uno de los presos más peligrosos que hay ahora en Zuera estuvo implicado en la célula islamista que fue desarticulada por la Policía Nacional cuando preparaba un gran atentado contra el edificio de la Audiencia Nacional. Este grupo había empezado contactos para adquirir explosivos y fue desarticulado por un chivatazo de un contacto marroquí.

"No plantean problemas"

A pesar de los delitos y condenas que arrastran, fuentes penitenciarias señalan que estos internos son los que "menos problemas plantean" a la gestión del centro zaragozano. "Suelen pasar desapercibidos y se convierten casi en unos eremitas porque ni siquiera presentan reclamaciones. Se les respetan sus costumbres religiosas tanto para la alimentación, que no incluye cerdo, como en el ayuno en la época del Ramadán", apuntaron.

La decisión de dispersar a estos presos yihadistas en las prisiones españolas se adoptó por el Ministerio del Interior con los mismos parámetros de los etarras. Así se hizo con los condenados del atentado del 11-M. "Están muy repartidos y se les suele cambiar de prisión a menudo por toda la península", indican las mismas fuentes.

Instituciones Penitenciarias utiliza el centro zufariense porque en Teruel y Daroca no hay módulo de aislamiento para reclusos registrados en el FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento). Asimismo, los yihadistas no conviven tampoco con los nueve presos de ETA que hay ahora en Zuera, que están en segundo grado y están en dos módulos distintos.

Zuera se utilizó para refugiar a Imad Eddin Barakat, alias Abu Dahdah, el líder de Al Qaeda en España, después de que le propinaran una paliza varios reclusos en la prisión de Castellón. Abu Dadah entró en julio de 2005 y su mujer acudía desde Madrid para visitarle. Salió libre en 2013 tras cumplir 12 años de la condena que le impuso el Supremo por el atentado del 11-S.