La esperanza de vida marca máximos históricos en Aragón al llegar a 83,4 años

Tras dos años de retroceso, el indicador vuelve a elevarse para los nacidos en la Comunidad. Los hábitos alimenticios, la calidad de vida y la sanidad son claves para fijar el índice. Las turolenses serán las que más vivirán, con 87,3 años de media.

Aragón registra más muertes que nacimientos desde hace más de tres décadas
La esperanza de vida marca máximos históricos en Aragón al llegar a 83,4 años
Laura Uranga

Tras dos años de descenso, la esperanza de vida de los aragoneses ha vuelto a aumentar y lo ha hecho registrando su máximo histórico: 83,4 años para los nacidos en 2016. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), evidencian que la supervivencia humana aún no ha tocado techo. De hecho, la esperanza de vida el año pasado superó la cifra más alta registrada hasta ahora en la comunidad: los 83,13 años alcanzados en 2013. A partir de este momento, se inició un ligero retroceso, que duró dos años y que ahora se frena.

“La esperanza de vida depende principalmente de los hábitos saludables de la población y del desarrollo y calidad de su sistema de salud”, recuerda Carlos Gómez, catedrático en Sociología de la Universidad de Zaragoza. Asimismo, Gómez puntualiza que este último punto depende solo de la eficacia y eficiencia en las prestaciones asistenciales y sanitarias, sino muy especialmente la existencia o no de tratamientos preventivos para las enfermedades, que a largo plazo redundan en una mayor esperanza de vida de la población.

En Aragón se ha pasado de tener una esperanza de vida de 79 años en 1996 a los 83,4 de la actualidad. Un camino que no siempre ha registrado crecimientos positivos, pero que sí que ha mantenido una tendencia al alza a lo largo del paso de los años. Para lograrlo, según destaca Gómez, se necesita también la educación de los jóvenes: “La educación para la salud es muy importante en las etapas escolares, ya que genera ciertos hábitos que repercuten en unas mejores condiciones en la edad adulta, y ello supone , sin duda, un aumento de la esperanza de vida”.

Al mismo tiempo, este catedrático en Sociología puntualiza que el nivel cultural de la población también ha contribuido a que "seamos más sensibles respecto a la necesidad de llevar una vida con hábitos saludables en relación con la alimentación, la vida sana y deportiva, el descenso del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, etc". “Todo ello es fundamental para tener una elevada esperanza de vida y que ésta sea de calidad”, sostiene.

La diferencia entre sexos

De hecho los hábitos saludables sirven para explicar por qué existe una brecha entre la esperanza de vida de las mujeres y los hombres. Mientras que las mujeres viven de media hasta los 86,46 años (hace 20 años eran 4 menos); los varones tienen marcada su esperanza de vida en los 80,39 (en 1996 ni siquiera llegaban a los 76). Es cierto que en este tiempo ha disminuido ligeramente la diferencia entre ambos sexos, pero todavía no se han igualado.

“El hombre ha estado sometido, en una proporción superior, a determinadas causas de muerte como los accidentes laborales, de tráfico, enfermedades cardiovasculares, malos hábitos de alimenticios, el consumo de alcohol y tabaco…”, explica Gómez. Aunque en algunas circunstancias estos aspectos se han ido igualando entre ambos sexos, todavía sigue habiendo menos fallecimientos por estas causas entre las mujeres.

Durante varios años, Aragón se situó como una de las comunidades con mayor esperanza de vida. Sin embargo, en la actualidad ya no ocupa un puesto tan representativo, aunque sigue estando por encima de la media española. En estos momentos, Madrid es la comunidad con mayor esperanza de vida: 84,65. Le siguen Castilla y León (83,92), Navarra (83,90), La Rioja (83,86), Cataluña (83,57), País Vasco (83,49) y Aragón (83,4).

¿Dónde está el límite?

Con la esperanza de vida alcanzando sus máximos históricos, muchos se preguntan si realmente existe un tope. "Hay un límite marcado por el deterioro biológico de las personas y para conseguir superarlo sería necesario que se desarrollarse una medicina preventiva mucho más generalizada", apunta Gómez. Además, el catedrático en Sociología por la Universidad de Zaragoza añade que "tendría que incrementarse el nivel cultural de la población respecto al comportamiento de hábitos saludables desde edades muy tempranas". "Aun así, la biología manda", recuerda.

No obstante, reconoce que lo más probable es que Aragón siga situándose por encima de la media española. En su opinión, "los hábitos alimenticios suelen ser más saludables entre la población aragonesa, así como la forma de vida de su población". "Por ello, los indicadores de determinadas enfermedades tienen una proporción por habitante inferior a la del resto del país", señala este sociólogo.

Los turolenses viven más

A pesar de la elevada esperanza de vida, dentro de la Comunidad existen importantes diferencias entre las provincias . Los turolenses son los que más viven: las mujeres llegan a rozar los 87,3 años de vida, mientras que los hombres superan los 80,7.

Por sexos, las diferencias son mínimas, pero los hombres viven menos en Huesca, con 79,97 años de esperanza de vida, frente a los 80,41 de Zaragoza y los 80,7 de Teruel.En el caso de las mujeres, la esperanza de vida tampoco registra grandes diferencias entre las tres provincias: las zaragozanas nacidas en 2016 llegarán de media a los 86,33 años, frente a los 86,51 de las oscenses y los 87,3 de las turolenses.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión