Aragón le ha visto las orejas al lobo y todas las partes exigen actuar

El valor del ganado depredado en España por los lobos sobrepasa cada año el millón de euros.

Foto nocturna del lobo detectado la semana pasada en el término de Leciñena.
Foto nocturna del lobo captado en el término de Leciñena.
DGA

El lobo tiene la cualidad de generar, allí donde se establece, un conflicto social que, aunque comprensible, a veces podría parecer desproporcionado respecto a la magnitud de los daños que ocasiona su presencia.

Según reconoció el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente al aprobar la Estrategia Nacional de Conservación y Gestión del lobo (vigente desde 2005), "los daños al ganado acompañan al lobo en toda su área de distribución y no se ha encontrado ninguna forma de evitarlos en su totalidad". Sin embargo, sí existen métodos capaces de reducirlos y la misma estrategia destaca lo efectivos que resultan algunos como los pastores eléctricos de gran altura o la presencia de mastines cerca del ganado.

El pasado 9 de junio, el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón informó de que las cámaras de fototrampeo colocadas en el entorno de Leciñena tras la última oleada de ataques a rebaños habían captado la imagen de un lobo joven en los Monegros. Tres días después, en una reunión con alcaldes y ganaderos, el Ejecutivo reconoció que la presencia de un lobo en la Comunidad plantea un nuevo escenario y obliga a impulsar medidas de protección al ganado. Dado que no existe una legislación específica en la Comunidad, el Gobierno de Aragón dice estar analizando las implementadas por otras comunidades que llevan décadas tratando de encontrar el equilibrio entre la viabilidad de la ganadería extensiva y la conservación del canis lupus.

Posturas enfrentadas

José Luis Lasheras, responsable del sector ovino de Uaga, estuvo presente en aquella reunión y comparte la sensación con la que salieron los ganaderos: "Muy descontentos -asegura-, básicamente entendimos que no van a hacer nada para quitar al lobo, que tenemos que tener más cuidado con las ovejas y que las encerremos en parideras por las noches". Desde Desarrollo Rural niegan tal pasividad y aseguran que barajan muchas posibilidades y que su prioridad a corto plazo es proteger al ganado: se mantienen instaladas las diez cajas trampa que se colocaron en la zona y se trabaja en la posibilidad de adquirir pastores eléctricos más altos de los que usan los ganaderos del entorno.

Por otro lado, desde la Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) lo tienen claro: la prueba de la presencia del lobo en Aragón deja sin excusas a la Comunidad y obliga al Ejecutivo a catalogar a la especie a nivel regional y a aprobar un plan para su gestión o recuperación. Jorge Echegaray, ambientólogo y portavoz de Ascel, recuerda que el lobo está reconocido a nivel europeo como especie de interés comunitario, lo que obliga a los estados de la UE a articular medidas legales que permitan su conservación. Echegaray considera, además, que lo sorprendente no es que haya aparecido un lobo en Aragón, sino que no se haya asentado antes en zonas como el Moncayo o los Pirineos teniendo en cuenta que es una especie que se desplaza cientos de kilómetros, que existen casi 300 grupos reproductores en España y que cada uno de ellos da entre cuatro o cinco cachorros al año.

Lobos en España

El último Censo Nacional del lobo ibérico, elaborado entre los años 2012 y 2014, certificó la existencia de 297 manadas de lobo ibérico en el país, concentrándose el 60% de todas ellas en Castilla y León. Se calcula que por las tierras de la comunidad vecina campan más de 1.600 lobos distribuidos en unas 180 manadas. Solo durante el año pasado, se denunciaron en tierras castellanoleonesas 1.882 ataques a rebaños en los que murieron 3.355 cabezas de ganado, la mayor parte en la provincia de Zamora. Como compensación por los daños producidos, el gobierno autonómico tuvo que abonar ese año un total de 653.440 euros a los ganaderos.

En Galicia, la segunda comunidad autónoma con más manadas (84 según el último recuento) el área de distribución del lobo supone más del 72% del territorio de la región y solo a lo largo del año pasado se contabilizaron 820 ataques y un total de 1.573 reses fallecidas entre los caballos y las ovejas, cabras y vacas que fueron atacadas. Ese año, la Junta tuvo que invertir casi 360.000 euros en ayudas compensatorias de las que se beneficiaron 800 ganaderos. En la misma línea, Asturias (37 manadas), registró 2.126 ataques y destinó 586.600 euros a este tipo de indemnizaciones. También hay censadas manadas de lobo ibérico en Cantabria, Madrid, Castilla–La Mancha, País Vasco y La Rioja, así como indicios de su presencia en Andalucía. Pero además, desde que se publicó el censo en 2014, se han podido fotografiar hasta catorce ejemplares distintos de lobos procedentes de Francia en el Pirineo catalán. De hecho, según los últimos datos publicados al respecto por el Mapama, el valor del ganado depredado cada año en España por los lobos sobrepasa el millón de euros.

Para saber algo más sobre el animal fotografiado hace unos días en Aragón habrá que esperar a los resultados de los análisis de heces encontradas cerca de los rebaños atacados. Si todo avanza según lo previsto, llegarán la semana que viene.

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