Oro en el lineal del súper

Hace meses que el aceite de oliva virgen no deja de sumar subidas en los precios en origen. Una situación que ya han notado los consumidores, que tienen ahora que pagar hasta seis euros por el oro líquido.

Lineales de un supermercado con una variada oferta de marcas de aceite de oliva.
Lineales de un supermercado con una variada oferta de marcas de aceite de oliva.
Heraldo

Desde que el pasado mes de octubre comenzara la campaña, los productores de aceite de oliva no han dejado de ver cómo los precios viven inmersos en un escalada que parece no tener fin. La producción en origen se ha pagado a una media de 3,8 euros el kilo –aunque ha llegado a haber transacciones en las que ha llegado a cotizar por encima de los cuatro euros– y los expertos no descartan que los promedios pueden alcanzar aquellos máximos históricos que se conocieron en el año 2005 cuando el llamado ‘oro líquido’ llegó a pagarse en origen a 4,18 euros el kilo.

Y como se temía, los consumidores ya han notado en sus bolsillos el momento dulce que vive la industria aceitera. En los lineales de los supermercados, este producto, básico en la dieta mediterránea, tiene ya precio de oro. Ha desaparecido de las ofertas y ha dejado de estar considerado un producto reclamo. Porque ahora, por un litro de virgen extra hay que desembolsar hasta seis euros. Es cierto que hay visibles diferencias entre establecimientos e incluso depende del lugar en el que esté situado, pero, de media, todas las marcas, y sobre todo aquellas más populares y consumidas, se venden por encima de los cinco euros.

Es la ley del mercado. Si la demanda es mucha y la producción escasea, el precio se dispara. Pero, sea o no por esta lógica, esta situación tiene un efecto rebote. A mayor precio, el consumo se retrae y aunque el aceite de oliva es un producto indispensable en las cocinas españolas, los ciudadanos buscan otras alternativas, no de tanta calidad pero de similar uso. Y mucho más baratas.

Lo dicen las cifras. Según el Ministerio de Agricultura, las compras de aceite de oliva en España a 1 de abril habían alcanzado las 213.000 toneladas, lo que supone un descenso del 9% si se compara con el mismo periodo del pasado año. Aún más, desde la Asociación de Envasadores de Aceite de Oliva, que agrupan el 70% de todas las ventas que se producen en el mercado, se augura que el descenso podría ser mayor y alcanzar incluso el 12%, porque, aseguran, en el pasado mes de febrero se comercializaron 21.226 toneladas de aceite bajo su control, una cifra muy inferior a las casi 29.000 que se vendieron el pasado en este mismo mes.

Y mientras el ‘oro líquido’ deja de verse en la cesta de la compra de los consumidores españoles, ganan terreno otras alternativas, como los aceites vegetales. Entre ellos, es el girasol en el que se sitúa a la cabeza, cuyas ventas han aumentado, según los datos de los envasadores, casi un 27%, impulsadas por un precio bastante más asequible, esto es 0,80 euros el litro en la planta envasadora que permite a los supermercados ofrecerlo en los lineales a una media de un euro.

Las cadenas de distribución lo reconocen, pero aseguran que el descenso del consumo "se ha notado más en los refinados que en el virgen extra".

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