Un estudio revela que 100 trenes semanales pasarían por Teruel si la línea se rehabilita
Empresarios e instituciones arroparon ayer la presentación del informe en la capital levantina. El trabajo identifica posibles usuarios tras ser entrevistados 65 agentes logísticos.
Ya no podrá decir el Gobierno central que no invierte en la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Valencia porque los trenes de mercancías no quieren pasar por ella. Un informe elaborado por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y que ayer hizo suyo el presidente de ADIF, Juan Bravo, revela justo lo contrario: que si no circulan convoyes por este corredor es debido a que no reúne condiciones de uso competitivo.
El estudio, presentado en Valencia ante numerosos representantes institucionales y empresariales, sitúa en una horquilla de entre 48 y 54 trenes por semana y sentido la demanda del corredor Cántabro-Mediterráneo, que recorre 6 comunidades autónomas que suman un 22,2% del PIB nacional y acogen a casi 10 millones de habitantes. Esos trenes transportarían al año un millón de toneladas de mercancías. Ahora, el tramo Zaragoza-Teruel-Valencia registra 2 trenes a la semana, después de que en los últimos 5 años se hayan perdido 18 convoyes semanales a favor de la carretera o de trazados ferroviarios en mejores condiciones, como Madrid o Tarragona.
Zaragoza, en el centro
Las conclusiones del trabajo, obtenidas a partir de entrevistas personalizadas a 65 agentes entre empresas cargadoras, operadores logísticos y de transporte, asociaciones empresariales, operadores de terminal portuaria o ferroviaria y autoridades portuarias identifican a las principales cadenas que operarían por el corredor si este fuera modernizado. Automoción, papel, siderurgia, química, piensos, abonos, construcción, minerales, textil, maquinaria, frutos y hortalizas, conservas y vinos son algunos de los sectores interesados en transportar su producción desde la cornisa cantábrica al puerto de Valencia pasando por Zaragoza principal nudo logístico y Teruel.
La presentación del estudio se convirtió en una cumbre institucional y empresarial que reunió, entre otros, al delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues; al presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig; la consejera de Vertebración del Territorio, María José Salvador; así como a los presidentes de los puertos de Valencia, Alicante, Castellón y Bilbao. También acudieron Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, y representantes del mundo empresarial de Aragón y La Rioja.
El presidente de la CEV, Salvador Navarro, destacó "el gran potencial" de la vía y pidió "que se acometan sin demora" las inversiones para que el eje sea competitivo. Agregó que la patronal valenciana estará "vigilante" para que las mejoras no se paren y lograr que la línea propia del siglo XIX sea, al menos, una infraestructura de finales del siglo XX.
El presidente de ADIF, Juan Bravo, calificó el informe de "riguroso y realista" y prometió asumir "todas sus recomendaciones", como emprender un estudio de explotación y capacidad de la línea y crear una comisión de seguimiento de las obras que el Ministerio de Fomento quiere hacer con 333 millones de euros en los próximos 4 años. El propósito, dijo Bravo, es electrificar y renovar íntegramente la línea, "que no ha funcionado como debiera por su mal estado", para "satisfacer esa demanda potencial que el estudio demuestra". No obstante, el trazado no mejorará.
Entre los empresarios turolenses, representados por el vicepresidente de CEOE, Antonio Santa Isabel, y el presidente de Cepyme, Juan Ciércoles, cundió la satisfacción. "Será un gran eje vertebrador que impulsará el desarrollo de las 6 comunidades autónomas por las que pasa", indicó Ciércoles. Para Santa Isabel, el estudio es "el punto de partida que ha de conducirnos a una línea moderna que tendrá mucho tráfico y que interesa a todo el país".
