Heraldo del Campo

Turmeon, heredero de Hipócrates

Bodegas Jaime, de Morata de Jalón, comercializa tres variedades de vermut, entre las que destaca uno elaborado con miel, único en el mundo.

Martín Jaime y su padre, probando el vermut.
Martín Jaime y su padre, probando el vermut.
B.J.

Cuentan los libros de historia, que el primer vermut fue inventado por Hipócrates, médico y filósofo de la antigüedad, allá por el año 460 a. C. Y lo hizo poniendo a macerar en vino flores de ajenjo y hojas de díctamo, con las que obtuvo este ‘vino de hierbas’, al que, en pleno siglo XXI, le ha salido un serio competidor en la localidad zaragozana de Morata de Jalón.

Aquí, en Bodegas Jaime, una empresa familiar que abrió sus puertas en 1846, Martín Jaime, ingeniero químico y representante de la tercera generación de esta familia de bodegueros, lleva tres años investigando para conseguir que sus variedades de vermut conquisten los paladares más exigentes. Y, poco a poco, lo va consiguiendo ya que sus botellas están ocupando un lugar destacado en bares y comercios muy conocidos de ciudades de Bélgica, Alemania, Holanda, Australia, Rusia o Estados Unidos, países estos dos últimos con los que acaban de cerrar un acuerdo comercial para vender algunas de las 40.000 botellas que comercializan.

«Cuando acabé el máster en Enología, me di cuenta de que era muy importante especializarse y crear productos diferentes. En mi caso, fue una apuesta clara por el vermut, porque es un licor que cada vez está incorporándose con más fuerza a la rutina del aperitivo y la coctelería», apunta.

Lo que empezó siendo una apuesta personal se ha convertido en la verdadera razón de ser de una bodega que hasta hace muy poco tiempo se ha dedicado a la venta a granel.

«La receta que empleamos para hacer nuestro primer vermut era la misma que hacía mi abuelo Vicente, y que tanta fama le dio en el pueblo y alrededores. Parte de su secreto reside en que hay una cantidad de vino que ha envejecido más de ochenta años en las pipas que él mismo fabricó» apunta Martín, quien en estos tres años ha comercializado dos variedades nuevas, blanco y con miel, único en el mundo, y que está siendo muy reclamado en coctelería.

En breve sacarán a la venta un vermut rosado que, al igual que el resto, ha sido elaborado con botánicos, entre los que destacan la canela, el clavo y el ajenjo. «Son tres potentes afrodisíacos, protagonistas de multitud de recetas de pócimas de amor. De ahí el nombre, ‘Turn me on’ (enciéndeme en inglés)», recuerda Martín, quien también es el responsable del etiquetado y diseño de las botellas.

Un etiquetado rompedor, ya que imita el movimiento de un delfín o de un ‘come-cocos’ y que este año fue premiado en Tel Aviv en una feria internacional de diseño. «Nuestra etiqueta fue una apuesta arriesgada ya que no había otra igual en el mercado, pero queríamos diferenciarnos y captar la atención del consumidor en el primer vistazo. Pero nosotros no nos quedamos solo en el envoltorio y la gente sabe que ofrecemos un producto de calidad ya que, como dice mi padre, lo importante no es que la gente compre, sino que repita».

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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