Más permisos para abrir explotaciones ganaderas y agrarias... o que no lo haga el vecino

A lo largo de 2016 se resolvieron de manera favorable 72 declaraciones de impacto ambiental para poner en marcha aprovechamientos del sector primario.

Una explotación de almendros en Sarrión.
Una explotación de almendros en la localidad turolense de Sarrión.
Antonio García/bykofoto

Nadie duda de que la crisis ha tocado de lleno al sector primario, afectado también por la propia evolución de la economía y que desde principios de siglo ha visto cómo se reducía de forma drástica el número de trabajadores y explotaciones en Aragón. El último año, eso sí, parece que no ha sido del todo malo, al menos en lo que a la creación de estas zonas de trabajo se refiere.


A lo largo de 2016 se resolvieron de manera favorable 72 declaraciones de impacto ambiental para poner en marcha aprovechamientos agrícolas y ganaderos. Una cifra por encima de las de cursos anteriores: 62 resoluciones positivas en 2015, 57 en 2014, 36 en 2013 y 26 en 2012… y que ya supera los datos previos a la crisis económica. Durante los doce meses de 2007 se otorgaron un total de 71 permisos de este tipo.


Pero estos números tienen una doble lectura. Por un lado, que la economía podría estar desperezándose. Por otro, que arrecia una práctica bien conocida en el sector, según deslizan desde la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Uaga-Coag): “Hay quienes solicitan declaraciones de impacto ambiental sobre un terreno de su propiedad como si fueran a poner en marcha una granja de porcino. Así logran evitar que, por las distancias que hay que cumplir, otros vecinos de parcela le instalen una al lado. Es decir, que realizan todos los trámites para curarse en salud".


Las autorizaciones, que se solicitan y tramitan en los propios ayuntamientos aunque son competencia del Inaga, fijan unos máximos en el número de animales de la granja o en las hectáreas cultivadas.


Las cifras que, cabe recordar, solo contabilizan las explotaciones de nuevo cuño y no las que ya habían estado en funcionamiento, se valoran positivamente en el sector. En el seno de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Uaga-Coag) se considera “un aumento muy significativo” y apuntan hacia "la incorporación de jóvenes que buscan una salida laboral en el campo".Ayudas para los jóvenes

En lo que al empleo joven se refiere, el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad publicó al cierre de 2016 una segunda convocatoria de ayudas a la incorporación de jóvenes y a la modernización de explotaciones. Esta cuenta con un presupuesto de 20 millones de euros, que se suman a los 30 millones de la primera convocatoria, para la que se aprobaron 433 solicitudes. El importe medio de cada subvención alcanza los 42.462 euros.


En cuanto a la modernización de las explotaciones, la segunda pata de la convocatoria, se aprobaron 577 solicitudes. De estas, 300 se corresponden con inversiones adicionales que efectúan los jóvenes en su proceso de incorporación.

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