Aramón reactiva el plan para levantar 2.000 pisos en Cerler una década después

Negocia un convenio para desarrollar los suelos por etapas en los próximos cuatro años y autofinanciarse con ventas. Plantea al Ayuntamiento de Benasque un recorte millonario de los costes de urbanización para hacerla "viable".

Imagen aérea de Cerler.
Imagen aérea de Cerler.
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El grupo aragonés de la nieve, Aramón, ha reactivado el plan urbanístico para levantar cerca de 2.000 viviendas junto a la estación de Cerler. Justo una década después de que su judicialización bloqueara la operación y diera al traste con la venta de los suelos por 120 millones de euros, la sociedad negocia con el Ayuntamiento de Benasque un nuevo convenio que plantea su desarrollo por fases en los próximos cuatro años. Para hacer "viable económicamente la inversión", Aramón defiende un sustancial recorte de las cargas de urbanización, que califica como "ajustes" y que le supondría un ahorro millonario.


La revisión del plan parcial de Cerler, que se remonta a 2005, y el posterior proyecto de urbanización, aprobado tres años después, recogían una serie actuaciones que elevaban el coste de conversión de los pastos en solares edificables a más de 38 millones. Aramón y los propietarios minoritarios del ámbito de actuación, entre ellos el Ayuntamiento de Benasque, no solo debían asumir el asfaltado de las calles y el tendido de la red de servicios, sino una serie de infraestructuras que ahora quedarán aparcadas si la corporación acepta sus pretensiones.


Aramón lleva meses negociando con el alcalde de Benasque, el aragonesista José Ignacio Abadías, que aprobó en 2007 la polémica declaración de litigiosidad de los suelos bloqueando su venta. La sociedad mixta ganó la batalla judicial hace cinco años, pero la llegada de la crisis imposibilitó retomar la operación inmobiliaria. El grupo aragonés de la nieve, participado por la DGA e Ibercaja a partes iguales, ya intentó en la pasada legislatura renegociar los términos del plan parcial, que se han retomado con fuerza por parte de los responsables del Ejecutivo PSOE-CHA. Ambas partes no quisieron hacer declaraciones.

La propuesta de Aramón

El borrador del nuevo convenio urbanístico, al que ha tenido acceso este diario, habla literalmente de la "acomodación" de las cargas a la situación actual. Y esto se traduce en la supresión de la nueva traídas de aguas y de la depuradora, además de condicionar el acceso ideado para descongestionar la travesía y la carretera Cerler-Benasque a un futuro análisis.


La prevista captación de aguas de Remáscaro se ideó para dar servicio a las 3.000 viviendas planeadas en la urbanización de Cerler, tanto a las 900 ya edificadas y a los tres hoteles, que padecen problemas de abastecimiento, como a las cerca de 2.000 que se pretenden levantar ahora. Su coste ya se elevaba entonces a 11 millones, pero Aramón propone ahora sustituirlo por la mejora de la traída de agua de Coronetes, la construcción de dos depósitos y, si es preciso, renovar parte de la red existente. Así, defiende, se daría "una solución definitiva a los problemas detectados de turbidez" y se lograría aumentar el caudal.Mejora prometida para 2017

El coste de la mejora lo ha fijado el grupo de la nieve en 640.000 euros más IVA, que contrasta con los once millones de la nueva traída de aguas. Eso sí, Aramón se compromete a ejecutar la mejora a lo largo del año que viene, antes de reactivar la operación urbanística.


Sobre la supresión de la depuradora, Aramón justifica que la DGA tiene otra proyectada y adjudicada para la zona que incluye el municipio de Benasque. Esto implica otro ahorro de un millón.


También está por determinar la suerte que corra el acceso norte proyectado para la urbanización de Cerler.


Aunque por un lado se incluye en las partidas a "eliminar" por suponer una "inversión ineficaz, un gasto insostenible y/no responsable con el interés general", Aramón se compromete a "promover" un estudio "detallado, realista y minucioso" de sus repercusiones sobre la movilidad de Cerler.


No obstante, cuestiona técnicamente la propuesta inicial por presentar "dificultades de viabilidad invernal" por su orientación, además de por las pendientes, y sostiene que no está justificado que contribuyera a dar una mayor fluidez al tráfico.


Su ejecución, valorada entre los tres y cuatro millones de euros, es una de las condiciones impuestas para el desarrollo del plan parcial, lo que evidencia la necesidad de tramitar de nuevo una revisión del plan parcial y del proyecto de urbanización, como sostienen fuentes municipales.


El nuevo convenio propuesto por Aramón también extiende los "ajustes" a las propias características de la urbanización, de modo que su diseño atienda a "estándares adecuados y suficientes y orientados a un mantenimiento futuro de la urbanización económico y eficiente".


Esto afectaría a las calzadas, a las aceras y al mobiliario urbano previsto, de modo que se garantice una "gran durabilidad".


Si estaban previstos en un principio adoquines en las aceras y el Ayuntamiento llegó a plantear el uso de granito, el ‘holding’ aragonés de la nieve ha propuesto que el pavimento sea de hormigón tratado.

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