Aragón avanza hacia la prohibición de la captura y suelta de siluros, carpas y demás especies invasoras

El borrador del Plan de Pesca para 2017 obliga por primera vez a sacrificar siempre a todas las especies invasoras capturadas.

Captura y suelta de siluros en el Ebro
Captura y suelta de siluros en el Ebro
Víctor Soriano

Los temores de la Federación Aragonesa de Pesca y Casting y de los aficionados al deporte de la captura y suelta se confirmaron este martes cuando el Gobierno de Aragón publicó en el boletín oficial de la comunidad autónoma el borrador del Plan General de Pesca para el año 2017.


El texto incluye modificaciones sustanciales respecto a años anteriores y supone un duro revés para la práctica de la pesca deportiva en Aragón. La sentencia del Tribunal Supremo 637/2016 del pasado 16 de marzo ya se encajó como un golpe importante por los amantes de este deporte, pues forzó la inclusión de la carpa común y de la trucha arcoíris en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Pero es que, además, el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón ha optado esta vez por aplicar la interpretación más restrictiva posible del Real Decreto que regula ese catálogo.


Frente a la normativa nacional que ya prohibía devolver al agua los ejemplares de las especies exóticas invasoras, Aragón hacía uso hasta ahora de sus competencias exclusivas y permitía la 'captura y suelta' de algunas de estas especies en determinadas zonas. El siluro, por ejemplo, se podía pescar 'para hacerse la foto' y soltarse después en el mismo sitio en todo el eje principal del río Ebro, en sus canales y acequias, en los embalses de la Ribarroja y Mequinenza y en el tramo del río Cinca que discurre entre el Alcanadre y el Segre.


Tal y como está redactado el borrador, sin embargo, cuando entre en vigor el nuevo Plan de Pesca los aficionados a este deporte estarán obligados a sacrificar 'in situ' a todas las especies invasoras que capturen. Algo que hasta ahora solo ocurría con el pez gato, el lucio y el pez sol o con especies exóticas invasoras de más reciente introducción en aguas aragonesas.


Serán los mismos pescadores, además, quienes tengan que encargarse de eliminar del medio natural los ejemplares sacrificados. Es decir, llevárselos de allí. Como posibles alternativas, el texto contempla el autoconsumo, la conservación como trofeos, el depósito en un contenedor de 'fracción resto' (los verdes habituales) o el traslado a un gestor autorizado de residuos de tejidos de animales. Con cargo, claro, al bolsillo del pescador.

Sacrificios masivos en los campeonatos

A raíz de la citada sentencia del Tribunal Supremo, la carpa común y la trucha arcoíris entran a formar parte de estas especies a las que hay que sacrificar sí o sí. La Federación Aragonesa de Pesca y Casting, así como las distintas asociaciones de pesca deportiva, se han manifestado en reiteradas ocasiones en contra de este supuesto y denuncian que la medida afectará de manera inevitable a los numerosos campeonatos de pesca deportiva que se celebran cada año en Aragón.


Entre otras cosas, el borrador del futuro Plan de Pesca obliga al organizador del campeonato a sacrificar a todos los ejemplares capturados durante la jornada de competición y a encargarse de su eliminación del medio natural.


Raúl Vela, secretario de la Federación, señala que este mismo fin de semana se celebra en Caspe el Campeonato de España de Grandes Peces. Hasta la localidad aragonesa se desplazarán aficionados de diez comunidades autónomas y participarán en la competición 48 parejas. Teniendo en cuenta que cada pareja capturará entre dos y cinco carpas de media, la Federación estaría obligada a sacrificar entre uno y dos centenares de ejemplares. "Tenemos que estudiar el texto en profundidad porque al proponer que la Federación deba encargarse de organizar la erradicación plantea una situación totalmente extraña y surrealista", objeta Vela.


Señala, además, que muchos pescadores se oponen a tener que matar al animal siendo que la pesca deportiva "está enfocada a la captura y suelta". Preocupa, también, que el texto contemple el autoconsumo de las especies invasoras como solución: "Eso puede derivar en una presión extractiva excesiva sobre estas especies". Fin que por otro lado persiguen los ecologistas pero que choca con los intereses de la pesca deportiva: "Está demostrado que algunas de esas especies, como la carpa, se introdujeron hace muchísimos años y lucharemos por que se vuelvan a sacar de ese catálogo".


Carlos Soriano, un pescador afincado en Zaragoza, no muestra ningún reparo al afirmar que si el Plan de Pesca se aprueba tal y como está, a él se le escaparán "sin querer" todos los peces. "Yo no voy a matar a un animal, me niego". Tampoco se plantea abandonar un deporte que practica siempre que puede y a lo largo de todo el año: "Si quieren mandar a alguien especializado para matarlos, que lo manden, pero a mí no pueden obligarme. Y mucho menos si no hay habilitados contenedores para ello".

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