La aerolínea de bajo coste Ryanair ha decidido cambiar sus planes de supresión de la línea entre Zaragoza y París. Aunque desaparecerá de la programación en noviembre como ruta regular, los viajeros podrán de nuevo volar a la capital francesa a partir de la primavera del próximo año, convirtiéndose en otro de los destinos estacionales con los que cuenta el aeropuerto coincidiendo con la punta de demanda por las vacaciones estivales. Así, se sumará a los que ofertan Air Europa, Volotea y Vueling con las islas Canarias y Baleares.

Los zaragozanos no solo se quedarán con un enlace menos para la temporada de otoño-invierno, sino que perderán también una de las cuatro frecuencias semanales con las que cuentan ahora para viajar a Milán, la que permite conectar los lunes con el aeropuerto de Bérgamo. Eso sí, se recuperará la primavera/otoño, tal y como se puede comprobar en la web de reservas de la compañía irlandesa.

Con la oferta programada para el otoño, se mantendrán once de los catorce vuelos semanales que Ryanair opera en la actualidad desde Zaragoza, ahondando en el recorte que comenzó hace cinco años y que se ha traducido en una evidente caída en el tráfico comercial tras años de batir récords. De hecho, ha reducido de trece a tres el número de destinos regulares desde la capital aragonesa, tanto nacionales como internacionales.

La compañía comunicó sus planes iniciales de supresión de la ruta de París el pasado mes de mayo al Gobierno de Aragón, con el que acababa de renovar por otro año la subvención encubierta mediante un contrato de promoción que le garantiza unos ingresos de 1,35 millones de euros. La compañía aérea esgrimió entonces que suspendía la venta de billetes porque la conexión regular con el aeropuerto de Beauvais no le era rentable. No obstante, los datos de ocupación del primer semestre del año no la sitúan como la peor: roza el 78%, casi ocho puntos más de pasaje que la ruta de Bruselas, que es la que obtiene los peores resultados de las cuatro. Mientras Londres y Milán superan, de promedio, el 86% de asientos ocupados en sus aviones.

La mayor demanda que se registra en verano justifica que Ryanair se haya replanteado la anulación del enlace de París. Solo la media de ocupación del pasado mes de agosto se disparó al 92,4%, casi igualando a la de Milán, aunque con la mitad de frecuencias. Es decir, en verano los aviones prácticamente se llenan y, por tanto, supone un negocio rentable operar desde Zaragoza.

La ruta regular de Ryanair que tiene una menor demanda, la de Bruselas, también sufrirá recortes. En este caso, no llegará hasta la temporada de primavera/verano del próximo año, que comenzará como es costumbre a finales de marzo de 2017. Si ahora se puede volar al aeropuerto de Charleroi tres días a semana (lunes, miércoles y viernes), a partir de entonces solo se podrá hacer los lunes y viernes. La compañía sostiene que la ocupación de sus vuelos europeos ronda el 90%, un porcentaje que está lejos de alcanzar la ruta belga: en lo que lleva de temporada, ronda el 77%.

El resto de aerolíneas regulares

En el caso de la otra compañía de bajo coste que opera en Zaragoza, Wizz Air, continuará con sus dos conexiones regulares con los aeropuertos rumanos de Bucarest y Cluj Napoca. Solo ha cargado los enlaces de la próxima temporada, en la que las frecuencias oscilarán en función de las fechas entre dos y tres semanales (los martes, jueves y sábados o martes y sábados).

La tercera compañía que permanece todo el año en Zaragoza, Air Europa, mantendrá su ruta regular con Palma de Mallorca todos los lunes, miércoles y sábado. El resto de las rutas son estivales (Ibiza, Menorca y Tenerife), la programación ha terminado y los aviones no volverán a operar en la capital hasta la próxima primavera.