Alfamén refuerza las barreras del recorrido y no saca novillos a sus calles

La comisión taurina revisó tres veces los cerrojos antes del encierro en el que resultó corneada una niña de 7 años.

La barrera que rompió el novillo fue soldada y reforzada para continuar con los festejos.
La barrera que rompió el novillo fue soldada y reforzada para continuar con los festejos.
ARÁNZAZU NAVARRO

Alfamén, municipio zaragozano del Campo de Cariñena, continúa consternado tras el suceso del lunes, cuando una niña de 7 años fue corneada por un novillo que escapó del recorrido habitual. El animal rompió el cerrojo y la cadena de seguridad de una de las puertas del vallado, como refleja el acta del Ayuntamiento efectuada horas después. Tras el suceso se suspendieron de inmediato las vaquillas, ya que la uvimóvil tuvo que trasladar a la herida hasta el hospital infantil Miguel Servet.


Durante la mañana del martes se soldó la cerradura que rompió el novillo de cerca de 350 kilos de la ganadería Murillo Romero y se colocó un doble vallado en la zona afectada para reanudar los encierros. Además, para garantizar la máxima seguridad, la comisión taurina decidió reforzar el resto de barreras del recorrido y tomó la decisión de no sacar más novillos a las calles durante estas fiestas. Ayer fue el turno de la ganadería navarra de Arriazu, conocida por la bravura de sus reses. "Le hemos pedido al ganadero que no eche capones (toros capados jóvenes), queremos terminar las fiestas sin más sustos", contaban fuentes de la comisión taurina local.


No obstante, nadie podía olvidar ayer los momentos de terror que se vivieron el pasado lunes. En la calle de Reguero, en la puerta donde ocurrió todo, los jóvenes se amontonaban y seguían fieles a su cita con los astados a pesar de lo ocurrido dos días antes. "Estábamos todos aquí", relataron, ya más relajados. "Algunos se subieron en los coches y otros nos escondimos donde pudimos". De hecho, los vehículos jugaron un doble papel, por un lado evitaron que el toro continuara su camino por las calles del pueblo y sus techos sirvieron de refugio para los aficionados que disfrutaban de la tarde de vaquillas.


Alfamén se caracteriza por su gran afición taurina y fruto de ello existe la comisión taurina que vela por el cumplimiento de la normativa de festejos populares. Uno de sus miembros, M. M., que forma parte de ella desde hace 25 años, afirma que tanto él como el resto de miembros de esta agrupación revisaron el lunes todas las puertas del encierro hasta en tres ocasiones para verificar que todo estaba correcto y poder dar la señal para que comenzara la suelta de vaquillas –desde el Ayuntamiento tiran un cohete para avisar–, tal y como hacen antes de cada festejo taurino que se desarrolla en la calle. Esta comisión lamenta lo sucedido y admite que les ha afectado mucho porque "impresiona más cuando es un crío".

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