En Aragón se firma una tercera parte de los convenios de antes de la crisis

El informe destaca también la pérdida del poder adquisitivo de los salarios desde el inicio de la crisis.

Un total de 66 convenios colectivos se firmaron o revisaron en 2015 en Aragón, la cifra más baja de los últimos años y que queda muy por debajo de los casi dos centenares de antes de la crisis, si bien sí que ha repuntado el número de trabajadores bajo su paraguas con respecto a 2013 y 2014.


Así, según datos del balance de 2015 de la Negociación Colectiva en Aragón, elaborado por el sindicato CC.OO, a finales del año pasado había cerca de 100.000 aragoneses bajo estos convenios, frente a los casi 227.000 de antes de la crisis, aunque han puntualizado que en parte se debe a que hay convenios que han desaparecido por cierre de las empresas y porque otros no se están renovando.


De ellos, más de 90.000 trabajadores se rigen por convenios sectoriales, que aplican una media de subida salarial del 0,86 por ciento, mientras que algo más de 7.000 lo hacen por los de empresa, con un aumento bastante menor, del 0,52 por ciento.


En el informe destaca también la pérdida del poder adquisitivo de los salarios desde el inicio de la crisis, cuando en 2008 se incrementaron en un 3,66 por ciento, más de dos puntos por encima del IPC real, y a partir de 2010 la tendencia ha sido la inversa.


Solo a partir de 2014, gracias a la inflación negativa del 1 por ciento, se puede hablar de ganancia de poder adquisitivo, con aumentos del 0,34 y el 0,86 por ciento, por encima del IPC.


Otro de los datos que rompe con la tendencia anterior es el de la jornada media pactada, que por primera vez desciende desde 2010 y se sitúa en 1.746,94 horas anuales, aunque matizan que se mantienen acusadas diferencias entre distintos convenios en este sentido.


Del mismo modo, se han reducido a casi la mitad las inaplicaciones de convenio con respecto al año anterior -de 67 a 36- y han afectado a dos tercios menos de trabajadores, 315, que desde el sindicato señalan pertenecen a empresas "muy pequeñas".


Con estos datos, el secretario general de CC.OO Aragón, Julián Buey, ha asegurado que las reformas adoptadas por los últimos gobiernos han tenido un efecto negativo en los trabajadores y en el conjunto de la sociedad y ha reivindicado el esfuerzo sindical por salvar la negociación colectiva que, de lo contrario, habría caído "prácticamente en desuso", ha considerado.


Asimismo, ha anunciado que las organizaciones sindicales van a seguir insistiendo en esta defensa de la negociación colectiva, en la aplicación de políticas de creación de empleo o en medidas en favor de la industrialización, que incluyan también a la construcción con un fomento de la rehabilitación o la eficiencia energética.


Del mismo modo, ha reclamado políticas salariales expansivas porque "ya va siendo hora de abandonar esas políticas tan restrictivas" y para generar una expansión de la demanda, así como más posibilidades para las empresas y para la creación de empleo.


Buey ha incidido también en la necesidad de fijar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 800 euros y, en este sentido, ha recordado que España suscribió la Carta Social Europea, en la que se instaba a los estados a situarlo en el 60 por ciento del salario medio y aquí continúa en tan solo el 34,2 por ciento.


Por tanto, para el dirigente de CC.OO en Aragón no se puede hablar "bajo ningún concepto" de recuperación en las actuales condiciones de "salarios miserables", de pobreza que alcanza incluso a personas empleadas, de riesgos laborales, de ausencia de igualdad y de aumento de diferentes brechas.


Por su parte, el secretario de Acción Sindical de la organización, Manuel Pina, ha añadido que la vigencia de los convenios ha ido incrementándose poco a poco con la crisis, lo que ha explicado por las inseguridades surgidas, que han provocado que ambas partes intentaran "amarrar" determinadas condiciones.


Esta vigencia se sitúa ahora en una media de tres años, aunque hay convenios que se prolongan hasta los seis o siete. Otra "foto positiva" del balance es el número de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) firmados en Aragón en 2015, que fue de solo 327, la cifra más baja en ocho años, cuando se llegaron a superar los 1.700 en el año 2012, pero aún superior a la media de 50 ó 60 de los años previos a la crisis.


Con respecto a la limitación de la ultractividad, ha indicado que solo hubo "amagos" al principio, si bien sí que influyó en la negociación colectiva a la baja, pero tras la aparición de sentencias contrarias a la misma ya no se viene produciendo.

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