Los teléfonos móviles, principal vía de entrada de los timos actuales

Los 'smartphone' son la principal vía de entrada de los timos actuales. Estos son los más habituales.

Un mensaje fraudulento al teléfono móvil denunciado por la UCA
Un mensaje fraudulento al teléfono móvil denunciado por la UCA
Heraldo

Llamadas, correos electrónicos, internet y mensajes de Whatsapp. Son los cuatro caballos de Troya más utilizados en los últimos años para perpetrar timos a las personas más incautas o confiadas. Y los cuatro pueden llegar a través de la misma vía, el teléfono móvil. La Policía no se cansa de alertar sobre todo tipo de engaños que buscan un beneficio económico inmediato y que, aunque la mayoría son reincidentes, siempre aparecen nuevas fórmulas.


El último en llegar, y además con fuerza en Aragón, ha sido el timo de la llamada perdida. Tan sencillo como peligroso, este fraude llega en modo de llamada perdida al teléfono móvil, que apenas suena un tono. Normalmente, el prefijo del número que llama pertenece a países como Albania (355), Nigeria (234), Costa de Marfil (225), Ghana (233) o Bosnia (387). No dan tiempo a contestar, con la intención de que la llamada sea devuelta.


En ese caso, el incauto deberá pagar por una comunicación con tarificación especial, en la que además, mediante diferentes estrategias (mensajes grabados, esperas, etc.) se intentará que dure lo máximo posible para aumentar la estafa.


Es uno de los más habituales fraudes telefónicos, para los que la Policía Nacional recomienda extremar las precauciones. Entre otros consejos, piden que se haga “un control de las facturas, no facilitar el número de teléfono a personas desconocidas y no aceptar llamadas a cobro revertido”.

Por Whatsapp

El programa de mensajería más popular del mundo no solo ha cambiado el modelo de comunicación. También es fuente de los más diversos intentos de estafa desde un teléfono móvil. Sin ir más lejos, la actualización que permitió ver quién ha leído un mensaje gracias al 'check azul' provocó el enésimo intento de fraude.


En concreto, se ofrecía la posibilidad de desactviar esta función al facilitar el número de teléfono, lo que activaba un virus en el móvil que cargaba pagos por servicios que no se habían utilizado. La propia Unión de Consumidores de Aragón (UCA) ya alertó de un intento de fraude que llegaba a través del siguiente SMS: “Te estoy escribiendo por wasap. Dime si te llegan mis mensajes. Me agregaste el otro día?". En este caso, si el usuario contesta, sin saberlo, se estará suscribiendo a un servicio de alertas, lo que provoca importantes cargos en su factura telefónica.


No son los únicos. El de los falsos emoticonos ha generado muchos quebraderos de cabeza. Básicamente, un mensaje de Whatsapp ofrecía un enlace con el que descargar un sinfín de estos dibujos con formas de todo tipo. Al pinchar, el usuario estaba compartiendo, sin saberlo, toda su agenda de números.


Incluso las autoridades han alertado de una supuesta 'versión Oro' de esta aplicación de mensjaría. Por su descarga y uso se cobraban hasta 36 euros al mes, pero en realidad nunca ha existido tal versión mejorada de Whatsapp.

Por internet

La red es un nido de oportunidades... y de peligros. La lista de posibles timos es inabarcable, pero algunos son especialmente recurrentes. Es el caso de los anuncios ('banners', en este caso) engañosos. En determinados portales de descarga o visualización de contenidos en 'streaming' se ofrecen suculentas promociones para las que solo hay que introducir el número de móvil. De nuevo, ahí está el gancho para cargar a la factura innumerables servicios no contratados.


El 'phishing' es otro de los clásicos. Bajo este término anglosajón se esconden páginas web que simulan casi a la perfección la de algún organismo oficial o entidad bancaria. El objetivo sigue siendo el de conseguir cualquier información personal (contraseñas, números de teléfono, etc.) para llevar a cabo todo tipo de estafas.


Pero las trampas que pone internet a los usuarios más confiados se presentan de muy diversas formas: engaños amorosos a través de portales de citas, que solo buscan un beneficio ecónomico simulando falsos sentimientos; ofertas para trabajar desde casa, a cambio de un 'anticipo' de dinero para material (o cualquier otra excusa); tiendas online a precios por debajo de mercado, que en realidad nunca envían el producto adquirido...

Por correo electrónico

La última vía de acceso de los estafadores -aunque quizá la más habitual- es el correo electrónico. En la bandeja de entrada de cada usuario se acumulan decenas de mensajes con oscuras intenciones, y no todos son detectados por el sistema como 'no deseado'. Desde la Policía Nacional recomiendan no abrir ninguno que tenga un origen desconocido, y aconsejan eliminarlo directamente, sin abrirlo.


Además, piden que no se ejecute ningún archivo adjunto “que venga con mensajes sugerentes”, mantener activo un antivirus, y “no facilitar la dirección electrónica con demasiada ligereza”. Precisamente uno de los timos más recientes es el que se hace pasar por un mail policial, que supuestamente comunica una multa por descargar algún archivo ilegal. En realidad, detrás del gancho que supone el descuento por pagar pronto la sanción se esconde un virus que infecta el equipo.


El de las cartas nigerianas es otro clásico. Un timo similar al de la estampita que ofrece una herencia perdida de un familiar desconocido. Para acceder a ese dinero, lógicamente, hay que pagar primero unas tasas. El resto de la historia ya es conocido. Así que también se debe desconfiar de premios de lotería, ofertas de trabajo, paquetes de Correos, transferencias de otras entidades bancarias...

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